Última Parada

En serio que ha sido un viaje raro, porque desde que me ha hablado de no ser correspondido, no ha dicho ni una palabra.

Está detrás de la cabina, en su zona de dormir mirando la tablet esa y los auriculares puestos. Le hago señales para que me escuche.

-" Voy a ese bar. ¿Vieneso quieres algo?". -- Niega con la cabeza. -" Ok, te ha comido la lengua el gato?".

-" No quiero nada y no voy".

-" Mm... Bueno. Te dejo la llave del camión, cierra nada más salir yo de acá".

-" ¿Qué hacías?".

-" ¿ Cómo?".

-" Has estado sentado con el teléfono todo el rato, escribiendo... Y eso que no has querido atender a las llamadas.".

-" ¿Te pregunto a caso que haces tú con tu teléfono?".

-" Ya lo sabes. Y tienes esa cara seria de nuevo. Suceda lo que suceda con Orlando, no puedes hacer nada".

-" ¿Qué harías tú si tu suegra te manda una foto donde se puede leer la demanda que te va a poner si no regresas a casa? Le estaba enviando al abogado todo esto. Por eso no atendía a las llamadas. Que me lo diga por mensajería y así las pruebas son las que son. ¿Te parece bien?".

-" Eres más listo de lo que creía". -- Me muerdo el labio para no decirle una barbaridad. -" ¿Sabes que ese gesto de morderse así el labio hay quien lo interpreta de que lo que ves te gusta y sientes deseo?".

-" ¡Deseo de matarte es lo que tengo!!". -- Salgo del camón dando un portazo. ¡Como se atreve ese bebé, es decir.. E¡Eseidiota a decir eso!!

Camino hacia el bar tras dejar el aparcamiento de camiones y al ir llegando a la entrada, entre coches, están esas mujeres de la vida buscando clientes.

Albuquerque no es una mala ciudad, ni la zona en la que estamos tampoco, pero cuando se trata de dinero, no hay miramientos.

Entro a este bar con olor a puro, varias mesas de billar y un rincón con mesas más iluminado para poder comer algo.

Pero prefiero ir a la barra, pedir un refresco aunque me tomaría una cerveza fresquita.

-" ¿De ruta camionero?". -- Una tipa bien guapa, aunque sus pechos están demasiado a la vista.

-" Hacia Los Ángeles". -- Sonrío lo justo. -" Hace una noche tranquila".

-" Espera a la media noche. Si no quieres ver problemas, vete al camión a esa hora". -- Se aleja para atender a otro cliente, algo ebrio pero simpático.

-" Chico, este bar ya no es lo que era".

-" ¿Disculpe?". -- Un tipo de unos 50 años de edad, pero parece más mayor con esas barbas parecidas a papá Noel y con esa camisa a cuadros azul.

-" Desde hace un par de años, este lugar es cada vez peor. ¿No has visto los tipos de fuera?".

-" La verdad es que me he fijado en unas chicas que había en el aparcamiento, por el peligro y eso".

-" Hijo, ya sabes lo que son. Pero ten cuidado, sus chulos están cerca. Esos tipos son los dueños de ellas y como vean que no haces caso a sus chicas pueden aparecer y... ¡¡PUM!! Líos asegurados: sin pasta y sin final feliz". -- Toma un trago largo de la jarra de cerveza. -" ¿Has visto algún control de policía?".

-" Dirección al Este no". -- Se levanta. No parece estar ebrio. -" ¿Es usted camionero?".

-" Ya lo creo. 30 años al volante. Ahora voy a dormir y a primera hora iré dirección a Canadá".

-" Buf, sí que va usted lejos".

-" Las facturas, chico. Uno ha terminado de pagar y de repente hay que empezar de nuevo a pagar. Buena suerte". -- Pasa por mi lado y me da dos toques en la espalda.

Una de las cosas buenas de este trabajo es que conoces gente como él, normal y corriente que hacen lo mismo que uno mismo para poder llegar a fin de mes.

La vida acá puede irte muy bien, pero si juntas muchas facturas y el dinero no aumenta, puedes endeudarte año tras año y convertirse en una bola que nunca deja de crecer.

Hay movimiento en el local. Los que estaban jugando al billar dejan de hacerlo y salen hacia fuera y los pocos que hay en las mesas, hacen ver como si no sucediera nada.

-" ¡¡Pelea, pelea!!!". -- Razón tenía ese tipo. Si lo llego a saber salgo de acá al igual que él.

Bueno, me quedo acá y cuando termine me marcho hacia el camión.

La chica pechotes deja a su compañera sola tras la barra y ella va hacia una de las ventanas pequeñas para ver lo que sucede fuera. Debe de estar acostumbrada porque no la he visto preocupada al ir hacia allá y la chica que está acá, más gordita, sin pechos fuera, está tan normal, limpiando copas.

-" Esos niños no aprenden". -- La pechotes también es como una radio. --" Deben de pensar que no les sucederá nada si pasan por estos lugares".

-" Quien sabe. Quizás sea nuevo por la zona, o un novato que no sabe que hay que ir con mil ojos".

-" Perdona, has dicho niños. ¿Suelen venir niños por este lugar? Si las casas están a unos 4 kilómetros".

-" Ni idea. Por el cabello largo que lleva, debe de ser un nuevo heavy, ja, ja, ja. Ah no, con esa chaqueta tan deslumbrante, lo dudo".

-" Chaqueta, así dorada...".

-" Ya lo creo. De seguro que una de esas chicas ha querido que sea su cliente y ha salido su dueño a pedirle que pague por ella". -- Dejo 5 dólares y salgo rápido del bar donde veo gente rodeando a los coches con dos chicas y dos tipos, y sí, uno de ellos es el idiota de Jorge.

Paso entre esa gente que grita pelea, dale duro para ver como ese tipo de negro tiene a Jorge agarrado del cuello y su rostro lleno de sangre.

-" ¿Se puede saber que haces?". -- Pillo a ese tipo por sorpresa, lo agarro de la chaqueta por la espalda y tras quitar sus manos de Jorge, le empujo hacia un coche sintiendo el silencio de la gente.

Me mira con cara de perro rabioso, colocándose bien su chaqueta de falso cuero con esos jeans negros descoloridos.

-" ¡He!! ¿Qué te sucede a ti? ¿Deseas unirte a la fiesta?". -- Agarra a una chica con vestido ceñido rojo, cabello largo negro y con la cara besta bellezapor la cintura, luego sujeta bien su cara. -" El que toca a este belleza, debe de pagar".

-" ¡No he tocado nada!". -- Le miro serio, como si le fuera a dar dos puñetazos si abre más la boca.

-" Eso dicen todos para no pagar y lo peor, se ha atrevido a tocar mi linda cara, sabes que la debo de tener bien para los negocios?". -- Miro bien su cara.

-" Lo dudo. No tienes ni un rasguño, pero lo tendrás si no dejas al chico en paz". -- Empuja a la chica haciendo que caiga al piso.

-" Tú... A mí... que?". -- Me empuja con sus mano. -" Estoy harto de maricas, de nenazas que no sirven para nada". -- De nuevo me empuja y Jorge tira de mi brazo.

-" Vayamonos y ya".

-" ¡Ho!! Haz caso a tu damisela!! Ahora la damisela debe de darle amooor a su querido!! Pero antes, pagas por tocar mi mercancía".

-" No la he tocado. Ni tan siquiera he pasado por su lado".

-" O pagas con dinero o pagas con tu cuerpo, tu decides!!". -- Se lanza hacia el para querer golpearlo pero le doy un puñetazo dejándolo sorprendido durante unos segundos donde el me devuelve el puñetazo y así empezamos a golpearnos en medio de esa gente y sintiendo como nos intentan separar. -" ¡ Dejadme, que termino con este nenaza!". -- No se bien como, pero los puñetazos no duelen porque me puede el enojo de haber visto como quería hacer daño a Jorge y eso me hace querer patearlo más hasta que las sirenas de la policía hace que ese tipo salga cogeando del lugar dejándome en el piso tosiendo y escupiendo la saliva ensangrentada.

Las manos de Jorge se posan en mis hombros y las quito rápido, mientras una patrulla de policía se acerca a nosotros.

-" Buenas noches, todo bien? ¿ Qué le ha sucedido en la cara?".

-" Un tipo quería que pagara por...". -- Le doy un codazo.

-" Disculpe. Un tipo que?".

-" Nada agente. Pretendía beber y al final,he bebido yo y le he faltado el respeto a un tipo". -- Jorge resopla y se marcha del lugar.

-" ¡ Oiga!! ¿ A donde va usted?".

- Agente, recién cumplió 18 años y se le ha metido en la cabeza que quería tomar. Nada grabe, de verdad". -- Uno de ellos mira la zona. Como por arte de magia, no hay nadie. -" Verá, no es la primera vez que venimos por una pelea así, tan silenciosa como la suya. ¿Desea poner denuncia?".

-" No, no".

-" Bien. Pero visite a un médico, dudo que mañana pueda abrir bien el ojo. Buenas noches". -- Sonrío un poco y me quedo viendo como se marchan.

Miro a mí alrededor. Ese tipo no aparece, así que voy rápido hacia el camión. Espero que ese idiota esté allá.