Rompí sueños e ilusiones por miedo al tiempo...¡tomé malas decisiones y terminé llorando lágrimas de sangre al reconocer la magnitud de lo que perdí!
Pero la buena providencia me da una nueva oportunidad.... ¿Podré curar su lastimado corazón, y formar la familia que desde antes debí haber iniciado con ella?
¡Los invito a leer mi historia!
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CAPÍTULO XV UNA NUEVA MELANCOLIA
**RICHARD **
Después de la larga conversación con mi familia, donde me desahogue y les conté esa parte de mi vida en la que antes no les permití ser participe, ellos fueron comprensivos, y al contrario de reproches, recibí de cada uno de ellos consuelo y sabios consejos, todo lo que me quisieron decir lo escuché y acepté, esperando que con humildad y sus sugerencias podría hacer las cosas mejor esta vez sí tenía la oportunidad…
Me propuse buscar a Miranda con el firme propósito de que, si estaba en su disposición, me perdonara, por haber sido tan… Ummh ni sé cómo describirme, para poder ser exacto y coherente con lo que le hice. Lo que sí sé, es que después de poder ganarme su perdón, trataré de conquistarla. Y espero con todo mi ser que aún no me haya olvidado…
Dispuesto y decidido a cumplir con esa ambición, comencé a buscar a Miranda, sabia la dirección de su casa así que fui directamente allá, esperando no se hubiese mudado, pero al llegar todo era diferente, la casa ya no era lo que antes fue, su hogar, ahora era una especie de centro médico “Centro Médico Metropolitano Santa María” se leía y me sonreí de profundo orgullo y admiración, al entender que la chiquilla había logrado su meta.
.- Cuan especial y perseverante eres Miranda, eres un total ejemplo de constancia, te lo propusiste, lo soñaste y lo lograste, yo sabía que lo harías, porque eras además una chiquilla obstinada y emprendedora, lástima que le tuve miedo al tiempo y no me quedé para verlo y apoyarte…
En esta oportunidad debo reconocer que al dejar a Miranda atrás, no solo perdí el tiempo, a quien considero mi peor enemigo, sino que también perdí el verdadero amor, porque como un tonto, no supe reconocer que lo mío con ella siempre fue amor, un amor real, noble, dulce y dedicado… cuanto lamento haberla perdido, bueno, realmente no la perdí, yo literalmente la deseché de mi vida, y ahora estoy pagando las consecuencias de mi gran error.
Me alegré mucho que hubiese logrado salir adelante y no haber sido además causante de la destrucción de sus sueño, porque sé que innegablemente si lo fui de su corazón… me pregunto si ahora estará regenerado y tendrá un nuevo dueño… ¡No, en ese momento fui egoísta igual que antes de solo pensarlo, pero no la quería imaginar compartiendo su vida con nadie! pero de ser así, no me iba a otra que resignarme, a causa de ya no quería ser más mezquino con ella, Miranda merecía ser feliz puesto que sencillamente ella era una gran mujer que se merecía todo lo mejor de la vida.
Bajé de mi auto y entré a la que en varias oportunidades estuve con ella, su morada, aunque demasiado grande y solitario para ella, y de la que irónicamente la saqué para luego dejarla en donde la llevé, peor; en completa soledad. Todo estaba bien dispuesto en ese lugar, ella logró una excelente remodelación, ya no parecía la casa que fue, aunque era relativamente pequeño, estaba muy bien distribuido. En información leí el cartel que indicaba el nombre del Doctor, especialidad y número de consultorio, me sorprendió ver que se especializó en pediatría cuando siempre me dijo que sería cardióloga, me pregunté que la haría cambiar de opinión. Me dirigí hacia su consultorio. Al llegar, le pregunté por ella a la chica que estaba allí, que supuse era su secretaria…
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– ¡Buen día! – saludé con cortesía – ¿Es posible hablar con la Doctora Miranda?
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– ¡Buen día señor! – Me correspondió la chica con una excesiva y melosa sonrisa – ¿Tiene usted cita con ella?
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– No, ella atiende a mi sobrino y me gustaría hacerle una consulta – Debí mentirle para que no me pusiera trabas para verla.
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– Ah, pero ella no lo podrá atender, acaba de salir señor y ya no regresa.
Fruncí el ceño porque acabo de entrar y no la vi salir… y la chica pareció leer mi expresión de duda.
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– Salió por el estacionamiento, tal vez la alcance – Me señala hacia donde se fue Miranda – Por allí…
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– ¡Muchas gracias! – Y con pasos desesperados me dirigí hacia allá…
Cuando llegué a la salida, la vi de espalda que corría con un niño hacia el auto porque había comenzado a llover, y no pude dar un paso más… me quedé allí, estático, observando la criatura que no supe si era un niño o niña pues llevaba encima lo que parecía la chaqueta de Miranda. Y allí estaba yo a lo lejos siendo testigo de una escena que me conmovió….
Todo lo que vi en ese instante fue lo que siempre deseé para mí en una mujer… aunque al principio quise pensar que podía ser de cualquiera, un sobrino que se yo, luego asimilé que no era así, primero porque ella no tenía hermanos y segundo, era demasiada la abnegación de ella con ese niño y eso solo lo hacia una madre.
Además, no solo se notaba lo excelente madre que era Miranda, sino que se sentía, por cómo se esmeraba para que su hijo estuviera bien abrigado, luego bien seco y asegurado en el auto… la manera en que lo besó después de comprobar que estaba bien protegido y como él o ella acariciaba la cara de su madre, me conmovió totalmente, y sentí envidia por lo afortunado que debía ser el dueño de ese hermoso par ¡Que tontamente pensé, pude haber sido yo!
Después de dejar a su hijo bien abrigado y seguro sin importar mojarse ella, rodeo el auto y subió en él, antes de arrancar la vi secarse un poco y mirar atrás a su hijo y decirle algo, luego se puso en marcha, y ahora era yo quien la veía partir, tal vez a los brazos de su esposo…
El nudo que se formó en mi garganta estaba literalmente provocando que me doliera no solo ese lugar sino todo mi ser.
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– Chiquilla… - susurré y acepté que no había para mi ese oportunidad que le pedí al cielo. Miranda ya tenía dueño y una familia. Las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas incontrolablemente – La perdí, la perdí desde aquel momento que la alejé de mi vida ¿Por qué? – Quise gritar, porque entendí que definitivamente me quedé sin nada…
Caminé desorientado por eso lugar sin poder encontrar mi auto, estaba tan perdido que no recordé que lo había dejado en otro lugar, así que terminé recorriendo toda la clínica pero sin observar nada, estaba, me sentía ausente y triste… solo me alegraba que uno de los dos fuese feliz y me alegraba que fuera ella, porque era una guerrera, una que sola, supo superar todo y seguir adelante, cumpliendo con sus metas y logrando además formar una familia… todo aquello que expresó una vez lo logró.
“Después de lograr mis metas, evidentemente me casaré con el hombre que se robe mi corazón” aunque en ese ocasión sabía que se dirigía a mí, hoy no soy yo el dueño de esa profecía.
En cambio, yo me quedé atrás suspirando por un sueño que nunca pude lograr, arrepentido por las malas decisiones y una nueva melancolía.
Posteriormente que vi a Miranda realizada tanto en lo profesional como en lo personal, decidí volver a Los Ángeles y olvidarme de todo para dedicarme únicamente a mi empresa, ya no me importaba nada más, en lo sentimental, quise quedarme solo con el recuerdo de aquella chiquilla que no supe amar, pero que se adueñó de mi corazón para siempre… Mis emociones se entregaron a un gran letargo del que despertaron hasta hoy ¡Que el destino lo volvió a cruzar en mi camino!
Gracias 🫂 gracias 🫂 gracias 🫂