Cuando una mujer ama, ¿hasta dónde es capaz de llegar con sus acciones? ¿Puede ser capaz de abandonarse a sí misma para ser el arma de la persona amada y cumplir con todos sus caprichos y deseos? ¿Es esto amor? ¿Y qué pasa cuando esa ilusión se rompe en pedazos?
Elyana, ella tiene todas las respuestas, fue capaz de dar todo por un hombre que dijo amarla, mato y robó, usó todo lo que tenía para darle el trono al hombre que amaba, pero cuando obtuvo lo que quería, este hombre simplemente la desechó como si ella no valiera nada.
Al morir, su alma se transformó en una mariposa que voló libre, pero por el dolor y odio que cargaba su alma no pudo descansar, y siendo atraída por sentimientos similares a las de ella, tomo el cuerpo de una mujer llamada Elizabeth, que al igual que ella murió traicionada.
Ahora con esta nueva oportunidad, ella podrá conseguir lo que más anhela, venganza.
El camino de la venganza para Elizabeth y Elyana, se abre...
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Cap #15
¡Oh! ¡Si! ¡Vaya espectáculo estaban viendo los ojos de los presentes!
El show que todos estaban presenciando era realmente algo que nadie olvidaría desde ese día en el imperio.
Madre e hija revolcándose con el recién casado mientras la reciente esposa los observaba junto a los que habían asistido a la tan esperada fiesta de boda. Ciertamente, es y será una celebración que nadie olvidaría, y obviamente sería el tema del momento en todo el imperio.
Todos se quedaron sin palabras ni aliento, nadie se atrevió a decir algo mientras los tres protagonistas seguían con lo que estaban haciendo sin percatarse de la presencia de los demás.
- ¡Oh si! Así, más más-, decía Estefani moviéndose sobre el rostro de Sebastián.
- esto se siente bien, tan pero tan bien, ni mi esposo es tan sabroso. Ya casi-, decía la madre de Estefani entre gemidos mientras se movía más rápido. Cuando se escuchó el suspiro de placer y satisfacción de los tres cuando llegaron al máximo placer.
Y justo en ese momento, se escucharon los fuegos artificiales de fondo, que los devolvió a sus sentidos después de acabar. Y también, fue el momento cuando se dieron cuenta de la presencia de los demás. Finalmente se dieron cuenta de que tenían bastantes espectadores.
Nicolás se estaba aguantando las carcajadas al igual que Elizabeth que se cubría con el hermoso abanico que traía esa noche, mientras el resto de los presentes tenían un O dibujado en sus rostros estupefactos. El príncipe Nicolás se volvió a acercar a Elizabeth por detrás para susurrarle.
-¡oh mi diablita!, esta obra de teatro te quedó perfecto. Ahora estoy incluso más ansioso que antes. No tienes ni idea de lo que te espera esta noche-, dijo mientras agarraba un mechón del cabello de Eli para luego besarlo.
- empiezo a pensar que lo que estaban diciendo sobre tí es verdad, eres un pervertido y mujeriego-. Dijo Elizabeth mientras liberaba su cabello de las manos de Nicolás.
- y lo dice la mujer que me encerró con ella estando yo con los efectos de un afrodisíaco-. Dijo esto con una sonrisa ladina y agregó, -Y hablando de eso, me encantaría repetirlo-, dijo esto mientras se alejaba.
Elizabeth se puso algo roja al recordar aquella vez que decidió dejarlo con el efecto de aquel afrodisíaco.
-Mi culpa, mi culpa-, murmuró mientras se acercaba a la emperatriz moviendo el abanico más rápido y con más fuerza.
Por otro lado, Layla no podía más con la vergüenza, se acercó y derramó la copa de vino que tenía en la mano a la que más cerca estaba, a la madre de Estefani. Para luego mirar a su esposo quién estaba congelado al darse cuenta de todo lo sucedido. Ya se había quitado la calentura y estaba de vuelta a sus sentidos. Layla no pudo articular palabras y solo le caían lágrimas por lo que salió corriendo del lugar.
Mientras, las dos mujeres. Tanto madre como hija trataban de cubrirse con algo y Sebastián aún estaba congelado mirando a la emperatriz y al emperador.
Y alguien dijo, - no sabía que al príncipe le iban también las que son mayores.
- bien dicen que todo queda entre familia- decía otro con una risita.
- pobre princesa, tanto que esperaba este momento y mira nada más - decía otra fingiendo tristeza pero se le notaba que disfrutaba de la situación.
El emperador al salir de su trance y al escuchar los murmullos, se dió la vuelta para dirigirse a los presentes.
- la fiesta terminó. Les pido disculpas por el espectáculo de mi hijo y solicito que todos los presentes se retiren. - dicho ésto, le hizo una señal a unos guardias que guiaron a los invitados hasta la salida. Elizabeth se acercó para pedir que la dejaran quedarse, ya que esta situación también tenía que ver con su familia, a lo que el emperador accedió.
Por otra parte, Nicolás se despidió de sus padres y se fue. Tenía planeado ir a esperar a su diablita. Sabía que el gran general no estaba en la mansión y su prometida estaría sola.
-hoy no te me escapas mi princesa - pensó mientras sonreía al subirse al carruaje dónde su amigo lo esperaba.
- pareces feliz-, comentó Daniels.
- pasó algo divertido. Mi prometida es interesante, muy interesante-, Dijo Nicolás mientras sonreía.
- cualquiera que te viera diría que mueres de amor por ella-, dijo Daniels riéndose.
Nicolás volvió a su cara de siempre y se limitó a decir, - es mi futura esposa, debo llevarme bien con ella. Es solo eso.
- claro, si usted lo dice alteza..
Nicolás lo miró de reojo y solo se limitó a preguntarle -¿Está hecho?
- así es, el regalo de bodas de tu hermano fue entregado. Los mercenarios fueron aniquilados, y las armas están resguardadas en un lugar seguro. También pudimos rescatar algunos documentos que se las entregaré esta noche.
- mañana, está noche tengo planes-. Dijo mirando para otro lado.
- está bien su alteza, asumo que esos planes incluyen a la futura princesa-, comentó Daniels procurando no reírse.
- Nada que necesites saber-, replicó dando por finalizada la charla.
Mientras tanto en el palacio...
Una fuerte cachetada resuena, era el emperador que una vez los invitados se retiraron golpeó a Sebastián quién se encontraba arrodillado, y las dos mujeres a su lado arrodilladas de igual manera.
- ¡un príncipe que aspira a ser emperador comportándose de esta manera!, ya te digo que te vayas despidiendo de la idea de ser el príncipe heredero porque después de hoy, la familia imperial será la burla de todos en el Imperio. ¡Eres una vergüenza!- dijo el emperador con el rostro lleno de ira..
- por favor cálmate esposo mío. Recuerda que tienes que cuidar de tu salud. Además, lo hecho, hecho está.. Dijo la emperatriz agarrando las manos de su esposo.
- padre, fue una trampa. Alguien le puso algo a mi bebida-. Dijo Sebastián que no sabía qué hacer o qué decir en ese momento, ya que la situación superaba todo lo que podría llegar a esperar.
Él, que mataba si alguien se interpone en su camino, que usaba a las mujeres, que tenía un ejército de mercenarios entrenados.
-si, eso es. No pasa nada, al final este imperio será mío, ya sea por las buenas o por las malas-, pensó y solo se quedó callado.
La emperatriz por su parte se dirigió a las dos mujeres -tú, dijo señalando a la tía de Elizabeth, una mujer casada y con una hija, ahora lo entiendo todo, la manzana no cae lejos del árbol. Primero tu hija, y ahora ambas juntas. Son un par de desvergonzadas. Pobre de tu esposo y la familia del gran general, la vergüenza que les acabas de dar no tiene nombre. ¿Qué se supone que haga con ustedes ahora eh?
- majestad, todo fue una trampa-. Dijo Estefani desesperada.
- si majestad, ni mi hija ni yo seríamos capaces de hacer algo así. Nos drogaron, si eso pasó. Nos drogaron y nos trajeron aquí-, dijo desesperada la madre de Estefaní.
- no traten de justificar sus acciones, avergonzaron la casa de mi tío, y a mi familia.. Desde ya sepan que estarán fuera de la familia, y me encargaré personalmente de que eso sea así-. Dijo Elizabeth mirando fijamente a Estefani..
- somos familia, no puedes hacernos esto. Gritó la madre de Estefani..
- dos zorras jamás formarían parte de mi familia-, dijo Elizabeth y le dio una sonrisita a Estefani que solo ella pudo notar.
-¡fuiste tú! ¡Tú nos hiciste esto!, fue una trampa tuya maldita perra dijo-, Estefani levantándose y queriendo golpear a Eli.
Elizabeth reaccionando más rápido le dio una bofetada que la dejó tirada en el piso. -las únicas perras aquí son ustedes, unas perras en celo es lo que son-, volvió a replicar Elizabeth.
El emperador que ya no podía más con la situación, llamó a los guardias -escolten a las mujeres a un calabozo, en cuanto al príncipe Sebastián, estará recluido bajo custodia en su palacio hasta nuevo aviso.
Y así, quedando solo los emperadores y Elizabeth solos en el lugar ella se disculpó.
- no tienes nada que ver en esta bochornosa situación de hoy, no tienes que disculparte-, dijo la emperatriz.
- lo sé, pero hasta hoy eran parte de mi familia, y digo que eran porque me encargaré de que ya no sea así. Mandaré a llamar a mi tío para hablar con él, y si están de acuerdo, en dos días estaremos aquí para resolver esta situación definitivamente.
- me parece bien, en dos días realizaremos una audiencia privada para terminar con esto. Pero ahora la familia imperial estará en boca de todos-, dijo el emperador Sentándose y agarrándose la cabeza.
- si me permiten-, tengo una idea dijo Eli.
- habla hija-, dijo la emperatriz.
- claramente, ahora estamos en medio de un escándalo, y no podremos acallar a la gente, por lo tanto, ¿qué les parece amortiguar este escándalo con otra noticia?, podríamos anunciar y celebrar mi compromiso con el príncipe Nicolás. Quizás no resuelva todo, ni hará olvidar lo sucedido, pero será una buena noticia y desviará la atención de la gente-, opinó sinceramente Elizabeth.
- me parece una buena idea. Es hora de dar a conocer a la prometida del príncipe heredero-, dijo el emperador.
- ¿Príncipe heredero?-. Preguntó Elizabeth
La emperatriz se acercó a ella y le agarro las manos, siempre formó parte de nuestros planes darle el título a nuestro hijo, pero como no queríamos ponerlo en peligro, lo mantuvimos en secreto. Pero dada las circunstancias es necesario revelarlo-, comentó la emperatriz.
- mañana se entregará en decreto a la futura esposa del príncipe Nicolás, y así también la fecha de la fiesta de compromiso, que será en dos semanas-, dijo el emperador.
- de acuerdo majestad.
- no te preocupes por nada, estoy aquí para ayudarte con todos los preparativos hija - dijo la emperatriz acariciando el rostro de Eli.
- madre, gracias. Ahora voy a retirarme, debo ocuparme de dar aviso a mi familia sobre esta situación. Los dejo descansar- y con una reverencia, Elizabeth se retiró de aquel lugar con una enorme sonrisa.
-todo salió de acuerdo a lo planeado-, le dijo a Lila subiendo al carruaje.