Una Noche Con Un Mafioso

Al entrar a mi habitación me recosté en mi cama, Sofía rápidamente preparó antibiótico para calcar el dolor de mi cuerpo.

Lo inyectó en mi brazo, para luego darse la vuelta y preparar todo para limpiar de nuevo mis heridas.

Miki fundió el ceño, puedo notar que si no fuera porque estoy herido de gravedad, él y yo podíamos armar una pelea memorable...

Solo una vez, Miki y yo nos hemos peleado y fue porque ambos estuvimos en desacuerdo con un negoció que al final resultaron cómo yo lo previne.

Miki duro tres días en cama a causa de la paliza que le di, mientras que yo tuve que hacer su trabajo hasta que él se recuperó. Desde ese día nunca más volvimos a pelear, Miki no desobedece mis órdenes y yo jamás lo volveré a golpear.

Miki me ayudó a quitarme la playera que llevó puesta, su molestia se hizo mucho más evidente al ver el vendaje cubierto de sangre.

___ Maldita sea ¡Eres un idiota, Lawrence! _ Susurró Miki, tomando unas tijeras del cajón del Buró.

Luego comenzó a cortar el vendaje con mucho cuidado. El dolor comenzó a desaparecer de mi cuerpo, sentía mis párpados cada vez más pesados.

Intenté no perder el conocimiento para estar consiente cuando Marcela despertará, pero no pude luchar por mucho tiempo.

___ "Déjate llevar y duerme"..._ Dijo Sofía.

Fue lo último que escuche antes de cerrar mis ojos por completo. Al abrirlos de nuevo, me doy cuenta que ya era de noche, el olor a leche tibia llegó a mis fosas nasales.

Es una aroma que me molestaba demasiado y más porque me trae malos recuerdos, digo malos porque me recuerdan a mi niñez, los momentos felices que viví al lado de mi madre.

Levanté un poco la cabeza y miré a Sofía sentada en el sillón cerca de la ventana, la chica lee una revista de chismes, y bebía un vaso de leche tibia.

_ Acaso quieres quedarte dormida._ Murmure llamando la atención de Sofía.

Enseguida, Sofía levantó la mirada, una enorme sonrisa apareció en sus labios, deja el vaso de leche sobre la mesa a su lado y camina hacia mí.

__ ¿Has despertado? Le informaré al señor Miki. _ Dijo Sofía emocionada.

Antes de que Sofía se fuera a informarle a Miki que he despertado, tomé su mano para evitar que saliera de la habitación.

Sofía sonrió malinterpretando el gesto que acabo de tener con ella.

_ ¿Cómo está ella?._ Le pregunté, deseaba saber cómo está mi Ángel .

Sin embargo, la sonrisa de Sofía desapareció de sus labios, bajó la mirada con tristeza. Sofía sostuvo mi mano con fuerza colocándola en su pecho.

__ ¿Qué tiene ella qué no tenga yo?... _ Preguntó.

Enseguida, solté la mano de Sofía, Sofía solo es una mujer más con la cual solo me quiero divertir, de unos cuantos besos no va a pasar nuestra relación. Es ilógico que ella se haya hecho ilusiones conmigo.

__ No te hagas falsas ilusiones, y mucho menos quieras compararte con ella._ Contesté con frialdad a la pregunta de Sofía.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos marrones de Sofía, ella no se dio por vencida y acercó sus labios a los míos con toda la intención de besar.

__ Lawrence, puedo ser mucho mejor que ella y que cualquier otra mujer en todos los sentidos ¡Solo dame una pequeña oportunidad para demostrarlo!…_ Replicó Sofía en voz triste.

No sentí nada al ver a Sofía llorar delante de mí, desde un principio tenía muy claro que ella no es nadie en mi vida.

Además solo llevó unas cuantas horas que Sofía a entrado a mi vida y ella ya quiere convertirse en la señora Shop. ¿Qué tonta es?...

___ Sofía, no eres una mujer que quiera para algo más que no sea un poco de diversión. _ Le dije, esperando romper sus tontas ilusiones.

___ Lawrence, si solo me quieres para divertirte lo acepto. Pero no me quieras alejar de tu lado... __ Me parecieron absurdas las palabras que salieron de los labios de Sofía.

_ Sal de mi habitación y llama a Miki. _ Le ordené alejando mis manos de ella...

Sofía volvió a sonreír, para luego besar mis labios apasionadamente por unos segundos. Aunque no me pareció lo que ella hizo; preferí no decir nada.

Sofía salió de mi habitación y en pocos segundos entró Miki y Santiago.

__ Lawrence, me asusté demasiado cuando Miki me dijo que las heridas se te habían vuelto abrir._ Mencionó Santiago al sentarse al lado derecho de mi cama.

Miki por su parte solo se quedó parado frente a mí sin decir ni una sola palabra, sin embargo, por la forma en que me está mirando podía adivinar lo que está pensando..

_ ¿Cómo está Marcela?.

__ Ella está bien, no tarda en recuperar el conocimiento. Pero hay un". _ Comentó Santiago, pero enseguida la mirada asesina de Miki lo calló.

__ ¡Cierra tu maldita boca!._ Dijo Miki furioso.

___ ¡Levántate ahora mismo de cama, y lárgate de aquí!..

_ Miguel no eres tú el jefe ¿Por qué deberías obedecer tus órdenes?... __ Contestó Santiago negando a irse de la habitación.

_ Maldita sea Santiago ¡Por tu bien no me hagas enfurecer!.

No soporte continuar escuchando la discusión de estos dos idiotas, tengo la extraña sensación de que Miki ni quiere que Santiago diga algo.

___ ¡Basta a los dos!. No quiero continuar escuchando su estúpida discusión.

___ ¡Dije que se vaya ahora mismo!._ Dijo Miki.

__ ¿Qué es lo que está pasando?._ Les pregunté a los dos.

Santiago se levantó de la cama, y caminó a la puerta de la habitación, tenía toda la intención de salir.

__ Detente, Santiago. ¡No te vas a largar hasta que me digas por qué Miguel te quiere echar!. _ Miki como Santiago se quedaron callados.

Ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, eso me hizo molestar muchísimo.

_ ¡Habla!._ Maldita sea!.

___ Marcela, est'._ Antes de que Santiago terminara de hablar, Miki arrojó una bomba que no me esperaba.

__ ¡Esa mujer está embarazada!.. Ella se debe ir en cuanto despierte de esta casa!..

Me quedé atónito, no esperaba que mi Ángel resultara estar embarazada.

_ Arregla todo para que ella se vaya en cuanto esté bien. _ Le ordené a Miki.

Cerré mis ojos, ya no quiero saber nada de Marcela, lo mejor es que ella se vaya y haga su vida al lado de su hijo muy lejos de mí.

Solo escuché los pasos de Miki y de Santiago salir de mi habitación.