La Emperatriz Zaria

Solo puedo ver que Priano me mira con odio puro y no creo que sea por sus amada concubinas, hasta que lo escucha dar la orden.

* Mañana tenemos una reunión importante con los Emperadores de Zeller, debes estar presente, solo compórtate y no hagas nada que yo no te diga _ me dice con el frío del polo sur.

* No he recibido invitación, sería mejor que el emperador vaya con algunas de sus concubinas y…, Oh, acabo de recordar que ninguna puede _ respondo tranquila como hablar del clima, como si no fuera yo la causante de las desgracias de esas zorras.

* Se supone que eres la emperatriz, ¿no dijiste que no te doy tu lugar?, pues bien, ahora te lo voy a dar, partiremos a las 5 de la tarde, deberemos viajar 2 horas en carruaje _ me dice mientras me mira como si quisiera asesinarme ¿y a este que le pasa?

* Bien, a esa hora estaré lista _ digo y sigo mi camino esperando que ese idiota se encuentre con su gran amor y se olvide de estarme fastidiando.

En mi otra vida había escuchado hablar del emperador de Zeller, mi padre lo odia con ganas, dice que es un pequeño petulante que solo piensa con la entrepierna y su emperatriz es una mujer que solo disfruta de los placeres de los hombres sin importarle la reputación de su reino, aunque creo que el emperador ya hizo demasiado por manchar la reputación de ese reino.

Me acomodo en mi despacho donde estoy haciendo mi trabajo como emperatriz y veo que me ha llegado una muy buena noticia, el congreso ha aprobado mi reformulación presupuestaria, deben estar molestos con esas brujas por agredir a la emperatriz de forma tan viciosa.

Ahora tengo mucho dinero, esto sí que va a ser algo bueno, voy a promover la buena salud y la educación, en mi Ducado, tenemos muchas formas de hacer que los pobladores siempre estén en condiciones por lo menos decentes, si no puedes auxiliar a tu propia gente ¿qué clase de monarca eres?

Primero lo primero, hacer que este lugar se vea bien, quiero que en los jardines hayan palabras que la gente al verlo se las memorice tanto que tengan que cumplirlas, lealtad, compromiso, amistad, amor, felicidad, libertad, sol las palabras que haré formar con flores, y con el resto voy a poner a los auspicios de niños y ancianos en punto, quero que tengan cosas mejores, que tengan una mejor alimentación, será fabuloso, antes de irme voy a hacer que la gente sepa lo que es vivir bien para cuando alguien los quiera obligar a vivir mal ellos sepan la diferencia y exijan sus derechos.

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Mientras Zaria planifica las mejoras en el imperio, en los pasillos Priano sale de su despacho después de dar indicaciones a su leal Mitran, pero en el camino se choca con una hermosa joven que lo mira con timidez y lágrimas en los ojos.

* Saludos majestad, señor del imperio, me disculpo, fui distraída _ dice barajando la cabeza y gimoteando con disimulo, aunque quiere que quede en claro que ella está llorando.

Priano la miró indiferente, en su cabeza solo hay una imagen, la altanera mirada de Zaria cuando le habla, ella se planta frente a él con una mirada de odio y molestia.

* Debe ser más cuidadosa, permiso _ dijo mientras tomaba su camino, tiene muchas cosas importantes en su mente, pero Lilian se pone ansiosa, parecía que el emperador no había notado su belleza.

* Majestad, quería saber si puedo hablar con usted _ dijo ella corriendo detrás de él, pero Priano se volteó con fastidio.

* Las cosas que concierne a las damas lo ve la emperatriz, debe hablar con ella _ dijo el hombre malhumorado, ese día no había sido su día definitivamente.

* Majestad, lo siento, pero ya hablé con ella y no me dio asilo, estoy desesperada _ dijo ella entre lágrimas y en ese momento Priano parpadeó varias veces, sabe que Zaria es muy territorial y que esa mujer que quiere quedarse podría perder la vida si Zaira se empeña en sacarle, esa linda rubia es un peligro.

* Señorita, si la emperatriz no le da asilo, usted debería buscar por otro lado, no se meta con ella, no sabe de lo que es capaz, así que si me permite me retiro _ dijo Priano alejándose mientras que la Señora Pina mira la situación con una sonrisa, parecía que esa arribista no había podido encandilar al emperador y menos meterse en el palacio, la emperatriz se estaba metiendo en la cabeza del Priano de forma sutil pero segura, está ansiosa por ver en que termina ese odio entre esos dos.

Lilian en cambio apretó los dientes y los puños, todos los hombres se conmueven por su aspecto amable y su semblante de dulzura, en cambio el emperador parecía estar con la mente repleta, no entiende nada.