La Venganza De Leia

Al dia siguiente, el duque entro a la habitacion donde Leia estaba sentada, con la taza de te medio vacia frente a ella y los ojos entrecerrados mirando por la ventana. se acerco despacio, con esa confianza que parecia llenar cada centimetro de la habitacion, y se sento frente a ella sin decir palabra al principio.

Duque: hoy almorzaremos juntos.. tengo algo que quiero comentarte.

Leia lo miro con una ceja levantada, divertida, sospechosa, pero mantuvo la calma.

Leia: ¿ah si? ¿otra de sus bromas, mi lord? ¿piensa amarrarme nuevamente?

Duque: no es broma.. es un asunto serio, aunque no estoy seguro de que te agrade.

Leia arqueo ambas cejas y se recosto un poco, cruzando los brazos, con esa postura desafiante que Donnely conocia demasiado bien.

Leia: vamos, duque ¿otra de sus travesuras para que me enoje? porque si es asi, tendra que esforzarse mas que la ultima vez.

el duque saco un sobre de cuero de su chaqueta y lo dejo sobre la mesa, con calma.

Duque: bien.. te lo dire de inmediato.. Leia… esto es un contrato. matrimonial.. quiero casarme contigo.

Leia: jajaja ¿me esta tomando el pelo, duque Donnely? jajaja porque si es asi, ha ganado el premio a la broma del año.

él la miro, serio, sin reirse.

Duque: no bromeo.. te protegere hasta que cumplas veinte años. nadie podra tocarte, y a esa edad, seras libre de hacer lo que quieras con tu vida y tu herencia..

Leia parpadeo, confundida, y luego rio de nuevo, mas nerviosa que divertida.

Leia: ¿libre? entonces… ¿usted quiere casarse conmigo para que nadie pueda tocarme hasta que…? esto suena tan ridiculo que casi lo creo una trampa.

Duque: no es trampa.. es un plan para protegerte de tu familia y asegurar que nadie antes de tiempo pueda reclamar lo que te corresponde.

Leia: duque Donnely… no se si debo sentirme halagada, ofendida, o muerta de miedo.. pero seguro de algo.. esto no suena como una propuesta cualquiera.

él asintio, sabiendo que Leia estaba leyendo cada palabra, cada gesto, buscando una trampa.

Duque: es todo muy serio.. y aunque no me creas ahora, no es un capricho.

Leia: bien, duque… usted ha hecho la broma mas rara de toda mi vida… pero hablaremos de eso mientras almorzamos.

él sonrio, por dentro sabiendo que Leia estaba mas alerta que nunca, pero al menos habia escuchado la propuesta. fuera broma o no, sabia que ella no lo ignoraria.

cuando el duque se fue de la habitacion, dejando la puerta entreabierta tras de sí, Leia se desplomo sobre la cama y grito en silencio contra la almohada, hundiendo el rostro en la tela suave. el eco de sus pensamientos retumbaba en su cabeza, rapido, desordenado, como un rio que no podia contener.

[no puede ser… ¿casarme con él? ¿de verdad?]

se levanto un poco, apoyando las manos en la cama, los codos doblados, y miro el techo. mil ideas se agolpaban..

[si acepto… estare protegida, nadie podra tocarme, y mi herencia estaria segura hasta los veinte años. seria la duquesa Donnely y podria jugar con mi familia cuando llegara el momento.. pero si acepto… estaria bajo su control, aunque prometiera libertad despues. ¿podria confiar en él? ¿no seria otro tipo de trampa, mas sutil, mas peligrosa?... bien dire que no… y si digo que no… tendria que escapar como habia planeado, sola, sin dinero.. enfrentando todo el riesgo, pero manteniendo mi independencia, mi libertad inmediata..]

Leia apoyo la cabeza nuevamente sobre la almohada, dejando que el cabello se desparramara. el calor de la tela la consolaba un poco, pero no podia escapar de la confusión que sentia.

[mierda… ¿y ahora que hago?]

la idea de casarse la hacia reir y llorar al mismo tiempo, una mezcla amarga de incredulidad y oportunidad. se giro de lado, abrazando la almohada..

[si acepto… tendre proteccion, tiempo y ventaja… si rechazo… tendre libertad… pero podria perderlo todo…]

cerró los ojos, intentando ordenar los pensamientos, pero no podia. la decision parecia mas grande de lo que imaginaba.

Leia continuo recostada de lado en la cama, abrazando la almohada, y comenzó a trazar en su mente una lista de preguntas, como si estuviera preparando un interrogatorio silencioso para cuando el duque regresara. cada pregunta era un hilo que necesitaba tirar para entender si podía confiar, o si todo era un elaborado juego.

[¿qué pasaría si me enamoro de él? ¿me permitiría sentir algo sin aprovecharse?

¿y si quedo embarazada? ¿es solo con su plan para proteger mi herencia?

¿qué garantía tengo de que me dará la libertad cuando cumpla los veinte años? ¿si firmo el contrato y después decide ignorarlo, o realmente respetara mi voluntad? ¿y si me cansa de él antes de los veinte años? ¿podré alejarme o me volverá imposible? ¿y si él se enamora de mí? ¿Cómo reaccionara mi familia si me caso con él? ¿habra alguna ex novia con la que tenga que lidiar despues]

cada pregunta que surgía abría otra posibilidad, y Leia comenzó a sonreír de manera torcida, divertida y nerviosa a la vez. sabia que no podia confiar plenamente en nadie, pero también sabía que debía evaluar los riesgos con cabeza fría.

[bien cuando vuelva… voy a hacerle todas estas preguntas, y si me responde como espero… entonces tal vez… tal vez acepte.]

sus ojos verdes brillaban con determinación, mezcla de sarcasmo y calculo. Leia ya estaba jugando mentalmente con cada escenario, preparando su “sí” o su “no” como si fuera una batalla..