EXTRAÑANDO-TE

(Pov Mia.)

Mia: Nazly gracias, y puedes hacer lo que quieras en casa, piensa que estás viviendo aquí, no te preocupes por nada, estoy agradecida por cuidar de mi bebé. En la mesa de la cocina deje dinero, puedes comprar lo que necesites, yo ya me voy.

—Le dije. Mi niña aun estaba durmiendo, la niñera la llevaría hoy ya que Joyce no apareció ni ayer ni hoy, no se que tanto hace que no responde el teléfono. Fui a la habitación de mi bebé y me despedí, la niñera era muy buena, podía confiar en ella. Salí del apartamento, tome un taxi directo a mi trabajo. al llegar a saludé a todos, la oficina de Saroth estaba abierta, así que no fue necesario tocar, ella estaba de espalda, así que pensé que estaba pensando y no la quise molestar, al entrar a mi oficina... vea café en mi escritorio, me acerco y veo que tiene una nota, la tomo en mi mano y la leo..—

"No se que te gusta, así que te compre un café helado"

—Sonreí para mí, tome el café en mi mano y la volteé a mirar, ella no se había movido.—

Mia: Bien, creo que no fui solo algo de una noche.

—Dije para mí. Me senté y comencé a tomarme el café helado, que por cierto... era sabor a vainilla, me encanta. Comencé a revisar el calendario de hoy, pero hoy todo estaría tranquilo, eso creo. No se en que momento paso todo, pero de pronto escuche gritar a Saroth, volteé a mirar y le estaba gritando a tres chicos.—

Saroth: ¡Que es esto.?!, ¡Eso es lo que han aprendido.?!, ¡tomen todo eso y háganlo de nuevo, eso no sirve ni para jugar con ellos.!

—Que estaba pasando.?, jamás la había escuchado gritarles, y ahora lo estaba haciendo. Los muchos tomaron las hojas del escritorio de Saroth y salieron sin decir nada, después de que ellos salieran salí y fui donde ella.—

Mia: Esta todo bien.?

—Le pregunté, ella solo se dio la vuelta dándome la espalda, se hizo el pelo hacia atrás mientras respiraba profundo, creo que esta molesta.—

Saroth: No te preocupes, todo está bien.

—Me dijo con un tono duro aún de espalda. Por que no me miraba.?—

Mia: Ok.

—Dije para luego volver a mi lugar de trabajo. Quería saber que había ocurrido, quería saber que significaba el café que me dejó en mi escritorio y lo que pasó el sábado en la noche, sé  que ella es mi jefa, es de familia rica, tiene una educación diferente a la mía, que esta comprometida, pero quería preguntarle y que ella me respondiera a todas las preguntas que tenia para ella, pero en lo que iba de la mañana apenas había hablado con ella y solo fueron algunas palabras. Solo no quería ilusionarme demasiado. Ya que no tenía mucho trabajo hoy, decidí salir para hablar con los chicos.—

(Pov Saroth.)

—Ahora rato le respondí algo feo a Mia cuando ella solo quería saber si estaba bien, sé que ella no tiene la culpa de los malos trabajos de mis empleados, pero tenía mucho coraje, más de 15 días ellos haciendo ese diseño para que salieran con algo tan poco original. El sabado en la noche la pasé genial con ella, su piel era tan suave como un bebé, sus labios eran tan dulces, tan suaves, tan... tan... dios, quisiera estar pegados a ellos todo el tiempo. El domingo casi la voy a buscar, pero no lo hice, me pareció que no sería apropiado, pero ganas no me faltaron. Después de calmarme un poco, salí de la oficina para buscarla y hablar con ella, quería decirle de lo que pasó el sábado no fue solo de una noche, (porque me imagino que asi lo ve ella) pero no con ella, quería disculparme por hablarle feo hoy.—

Saroth: Donde esta Mia.?

—Le pregunté a Sue.—

Sue: Ella fue a la cocina señorita Russell.

Saroth: Gracias.

—Me dirigí hacia la cocina, espero esté sola para poder tener algo de privacidad. Iba a entrar a la cocina cuando escuché dos voces adentro.—

-Como te va en la empresa.? no tienes quejas.?

—Preguntó alguien, que por su voz creo que era Richard.—

Mia: Todo bien, gracias por preguntar. Gracias por el té.

Richard: Si sientes que no puedes más... puedes venir a mí y desahogarte. Y no es por presumir, pero soy muy bueno escuchando y consolando a las personas.

—Consolando a las personas.?, y por qué ella sentiría que no puede más.?, no soy mala con ella, y él que.?, que cree que hace.?—

Mia: Eres muy lindo, pero no creo que te necesite para eso, en casa ya tengo quien se ocupe de eso.

—Muy lindo eeh.?. Apreté mis puños y decidí entrar, apenas Richard me vio se paró de su silla e hizo una reverencia salundandome.—

Richard: Buenos días, señorita Russell.

—Dijo él, pero yo solo tenia mi mirada en Mia, la cual apenas me vio de reojo y volvió a tomar de su té. Me acerque y le pedí a Richard que nos dejara solas.—

Saroth: Me permites hablar con Mia, y que nadie moleste.

—Le comunique mirándolo ahora.—

Richard: Sí señorita Russell.

Saroth: Y diles a los demás que solo tienen tres días para terminar esos diseños.

—Demande cuando el estaba por cruzar la puerta. Me senté frente a ella.—

Saroth: Me regalas un café.?

—Ella sin decir nada y sin mirarme se paró y fue a prepararlo. Estaba molesta conmigo.? por que.?—

Mia: Con azúcar o solo.?

—me preguntó, yo volteé a mirarla pero ella estaba de espalda a mí. Ella estaba vestida hoy con un vestido, pero se veía su figura y realmente se veía hermosa, me pare y fui con ella, me acerque a ella por detrás, apoye mis manos a cada lado de ella, y le respondí al oído.—

Saroth: Con dos cubos esta bien.

—Me sorprendió que ella no se asustara. Ella se dio media vuelta quedando frente a mí.—

Mia: Que hace.?

—Dijo sin emoción, acaso era la única que disfrutó  del sábado.?, por que se veía aún más fría que antes.?—

Saroth: De que hablabas con Richard.?

Mia: Cosas de amigos.

Saroth: Eres muy ingenua, él  no lo ve así.

Mia: De que hablas.?, acaso me has estado vigilando o algo por el estilo.?

Saroth: Obvio no, pero conozco a los charlatanes como él.

—Ella me observó por un rato, luego dijo.—

Mia: Sabías que es de mala educación escuchar conversaciones a escondidas.?

Saroth: No estaba escondida, solo... ustedes no me vieron.

—Dije acercándome más a ella, ella sonrió y se dio medio vuelta.—

Mia: No se porque estas celosa si no somos nada.

—Celosa quien.?, yo.? jamas, no puedes tener celos de alguien que no tienes como competencia.—

Saroth: De que hablas.?, celosa de quien.?

Mia: Aquí tienes.

—Dijo entregando me el café.—

Saroth: No me gusta el café, pero gracias.

—Ella me miró con ganas de matarme.—

Mia: Señorita Russell, me puede dejar pasar.?

—Señorita Russell.?. Vine a disculparme pero creo que le regué más, no me gusta que ella me llame así.—

Saroth: No puedo, quiero hablar contigo.

Mia: Pues yo no, parece que se está burlando de mí.

Saroth: Claro que no, solo por un momento se me olvido que no me gusta el café.

—Ella solo me apartó de su lado y salió de la cocina, yo la seguí hasta mi oficina, al entrar  cerré la puerta detrás de mí.—

Saroth: Ven, quiero disculparme.

—Le dije tomándola de la mano.—

Mia: Disculparse, porqué.?

Saroth: Solo hablemos.

Mia: La escucho.

—Me parece extraño como ella habla conmigo, es como si yo no fuese su jefa, y seré sincera, me gusta. Paradas a la mitad de mi oficina, decidimos hablar.—

Saroth: Primero que todo, no quiero que pienses que lo que pasó el sábado fue solo por las copas, también quiero disculparme por hablarle feo hoy y por lo del café...

Mia: Que.?

Saroth: Aah.?

—Ella suspiró.—

Mia: Que es eso de lo del sábado.?

Saroth: Eso mismo, no fue solo de una noche, no contigo.

—Tomé  sus dos manos.—

Saroth: Quisiera volver a besarte, besas realmente bien.

Mia: Solo eso.?

—Sabía lo que estaba diciendo, las palabras no eran las correctas, pero no quería decirle más, primero le diría que saliera conmigo, por eso no podía decirle las palabras que quiero decirle.—

Saroth: Solo quiero que no andes con nadie, yo tampoco lo haré.

Mia: Me confundes.

Saroth: En un mes, a partir de hoy, tendremos una cita, allí podremos preguntar y resolver todas la preguntas que tenemos.

Mia: Porque en un mes y no ahora.?

Saroth: Porque... no puedo decirte, se arruinaría todo.

—Ella me miraba confundida, igual no le diría más.—

Saroth: No he dejado de pensar en lo que ocurrió el sábado.

—Le dije pegándola a mí, sintiendo su calor y su timidez en sus ojos.—

Saroth: Podemos repetirlo.?

—Dije en un susurro cerca de sus labios. Pasé mi dedo pulgar por sus labios, ella cerró sus ojos mientras suspiraba. Al ver aquello, no dudo y pegue mis labios con los de ellas. Mis manos estaban en sus mejillas, las manos de ellas se posaron sobre mi cintura. Sin dejar de besarnos la fui llevando hasta chocar contra la pared, mis manos fueron una a su cuello y la otra a su cintura. El beso era tierno, suave, cariñoso y me atrevería a decir que también era con deseo, y ahora que lo pienso... ella me había dicho que no le gustaban las mujeres, acaso me mintió.? o cambio de parecer conmigo.?. Las manos de ella traspasaron mi blusa para tener contacto con mi piel, sus manos eran suaves, se sentía bien sentir su tacto. Cuando me di cuenta, mi lengua estaba siendo devorada por ella, y la de ella por mí. Uno que otro gemido salían de nuestras bocas, ella me acercó más a ella con fuerza, entonces supe que el beso iba a cambiar de tono si no para aquí, mentiría si dijera que no estoy ganosa de ella, pero a ella no la quiero solo para un rato, si ella me lo permite... la quiero para siempre. Rompí el beso, pegue mi frente con la de ella, su respiración estaba agitada al igual que la mía, ella estaba con los ojos cerrados, y su labial corrido, sonreí, sabía que ella ahora era mía. Aclaré mi garganta y hable.—

Saroth: Espero... con esto ya no estés molesta.

—Dije y ella abrió los ojos, su mirada era intensa y sexy, me dieron ganas de besarla de nuevo, pero sabía que si lo hacia... terminaríamos haciendo algo que de pronto nos arrepentimos después.—

Saroth: O sí.?

Mia: No estaba molesta contigo, no sería capaz de molestarme con mi jefa.

Saroth: Y que fue eso de la cocina entonces.?

—Ella se separó, fue a su lugar de trabajo, frunci el ceño, luego regreso con algo en su mano, son pañitos húmedos.? sacó uno y se acercó a mí, que seguía en el mismo lugar.—

Mia: Cuando me enoje...

—decía mientras llevaba el pañito a mi boca, para limpiarla. Que hacía.?—

Mia: Cuando eso pase, lo sabrás desde lejos.

—Finalizó terminando de limpiarme, sonreí, creo que me limpió el labial regado.—

Saroth: Pareces mi novia.

—Le dije mirándola a los ojos, y parece que ella se sonrojó ya que bajó su mirada, tomé su barbilla y la obligué a mirarme.—

Saroth: Ahora te sonrojas por eso.?, recuerdo que casi terminamos haciendo el... teniendo sexo.

—le dije tomando los pañitos para limpiarla a ella.—

Saroth: Acaso esto no te parece algo que haría una pareja de enamorados.?

—Dije, más que pregunta era una afirmación. Terminé de limpiar sus labios, los cuales ahora los noto más provocativos.—

Saroth: Bien, debemos volver a nuestra labor.

—Le dije entregándole el pañito en sus manos para luego volver a mi trabajo.—

—Estaba concentrada haciendo un diseño cuando Mia me hablo, no quería parar ahora, así que no la volteé a mirar, solo la escuchaba.—

Mia: Señorita Russell..

—Señorita Russell.?, era enserió.?—

Mia: Me dijo Sue que acaba de llamar la secretaria de su madre y le manda a decir que necesita que valla a cenar hoy, y que no espera un no como respuesta. También, quería saber si saldrá a almorzar o pido comida.?

Saroth: Podrías no decirme "Señorita Russell" al menos cuando estemos solas.?, tú no puedes decirme así después de...

—Al mirarla y ver como me estaba mirando, no me atreví a terminar la oración, ella tenía sus cejas levantada y se había cruzado de brazos.—

Mia:Después de que, señorita Russell.?

—Creo que se burlara de mí de ahora en más.—

Saroth: Después de... de.. después que compartir unas copas.

—Por qué con ella me sentía realmente pequeña.?, era como si ella fuese la jefa aquí.—

Saroth: Puedes ir a almorzar, Oliver me traerá almuerzo, mientras tanto... seguiré trabajando aquí.

Mia: Bueno, señorita Russell.

—Apreté la pluma gráfica que tenía en mi mano, seguirá diciendo así.?. Después de unos minutos ella salió, miré la hora y eran la 1, eso quiere decir que volvería a las 2 o menos, suspiré y seguí dibujando.—

(Pov Mia.)

Joyce: Pensé que ibas a almorzar con tu jefa.?

Mia: Eso pensé, pero ya ves que no.

—Joyce me había invitado a almorzar, pero le había cancelado porque pensé que iba a almorzar con ella, pero ya ven que no fue así.—

(Pov Saroth.)

—Después de 15 minutos de haber salido Mia, llegó Oliver muy emocionado.—

Oliver: Aquí esta la mejor amiga que alguien pueda tener.

—Dijo entrando con dos bolsas de comida en cada mano. Yo lo ignoré por completo, tal como él  lo hizo el domingo.—

Oliver: Bien, para lo que estas haciendo y almorcemos.

—Guarde lo que había avanzado del trabajo y cerré la laptop.—

Oliver: Te compre algo nuevo... pero se que te gustará.

—Dijo sacando la comida de las bolsas, me pasó una bandeja y la abrí de una.—

Saroth: Que es.?, sabes que no me gusta comer algo que desconozco.

—Le dije seria, él  sabe muy buen que no toda comida llevo a mi boca.—

Oliver: Tranquila, te gustará, solo prueba la.

Saroth: Que tiene.?, que lleva está comida.?

Oliver: Sigues siendo quisquillosa con la comida, pensé que habías cambiado.

—Me recosté contra mi silla y respiré profundo. Este chico me va a hacer salir canas antes de tiempo.—

Saroth: Dime.?, hace cuanto eres mi amigo.?

—Le pregunté enojada y con mis brazos cruzados.—

Oliver: Lo sé, pero quiero que pruebes cosas diferentes, siempre lo mismo, al menos una vez en tu vida come algo que no sepas que lleva ni como está preparado.

Saroth: No quiero. Si me enfermo te harás responsable de las pérdidas que tendremos en la empresa.?

Oliver: Esta bien, no comas, le diré a Mia que no salga contigo ya que la pasará muy mal.

—Dijo él agarrando mi bandeja de comida. Que tenía que ver Mia en esto.?, ni porque ella fuese boba para hacerle caso...—

Saroth: Sí que eres metido. Déjalo... lo comeré.

—Dije después de un rato de pensar, si ella se enteraba que era así... de pronto lo reconsideraria  salir conmigo, entonces mejor comeré.—

Oliver: Como terminó tu noche el sábado.?, las vi muy cariñositas a las dos.

—Ni de bromas le diré.—

Saroth: Mira quien habla, él que se desapareció toda la noche y todo el domingo con la amiga De Mia.

—Le dije comenzando a comer, y la verdad... estaba realmente bueno, wow.—

Saroth: Oye! esto esta delicioso.

Oliver: Te lo dije. Esa noche nos fuimos para no interrumpirlas, pero Joyce no quería conducir así como estaba, y yo porque tengo esperiencia la llevé, pero durante el camino no se que paso que terminamos en mi casa y no jugando a las muñecas precisamente.

Saroth: A mi no me engañas, sabía que era tu plan desde el principio.

Oliver: Sí, pero no para terminar teniendo sexo con ella casi toda la noche y casi todo el domingo, esa chica es fuego puro, ¡uuf!

—Al menos uno la pasó bien, aunque no me quejo, lo que he avanzado con Mia es más que suficiente para mí.—

Saroth: No me digas que te enculaste.?, jamás habías pasado más de una noche con una chica, y muchos menos me habías hablado con tanta emoción como hoy.

Oliver: No diría eso, pero si me encantó lo que hicimos, y no me negaría si volviera a ocurrir.

—Dijo cuando terminábamos de almorzar, de pronto alguien toca la puerta de mi oficina.—

Saroth: ¡Adelante!

—Sue abre la puerta, y se veía un poco nerviosa.—

Saroth: Que pasa, Sue.?

—Ella se acercó y dijo.—

Sue: Una señorita la esta buscando, y dice que no se irá hasta que la vea a usted.

—si solo es alguien, por que esta tan nerviosa.?—

Sue: Pero lo que pasa es que...

—ella hizo una pausa. Ahora yo también me estaba poniendo nerviosa.—

Oliver: ¡Pero habla mija!

Sue: Lo que pasa es que ella se identifica como Alice Chen, y el señor Miller me había dicho que ese nombre no está permitido aquí, señorita.

—Apenas escuché ese nombre.. sentí que la sangre me bajó a los pies, miré a Oliver y el me miró a mí, que hacia ella aquí y más haciendo un escándalo.?—

Oliver: Dile a los guardas que no la dejen pasar.

— Le comunicó Oliver, pero creo que ya era tarde, una voz se escucho entrando por la puerta.—

Alice: Así que no quieres verme.?

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