Triste Realidad

Hoy, recibí la visita del capitán Rojas, vino a traerme una carta, era de mi niña de Mi Sol, supe por el capitán que Virginia se casó y está en su luna de miel y se casó con un empresario, perdí toda esperanza de recuperarla, fui el hombre más estúpido, ella me quería y siempre fue sincera y yo la eche como una perra de mi vida y de nuestro hogar, me cegué por la belleza y juventud de una mujer que nunca me quiso y no me valoro.

Yo siempre culpé a Virginia de no darme hijos y el que no puede dar hijos soy yo, cuántas veces no le dije que era una mujer seca y vacía que no servía para nada y que yo necesitaba una mujer que me pudiera dar hijos y que por eso la dejaba, ya que estaba cansado de criar hijos de otros pudiendo criar los míos.

Ahora estoy sin el chivo y sin el mecate, que hacer aquí, yo bote y mi hija también la perdí, la ofendí sin darme cuenta, pero lo hice, ella encontró a su verdadera familia y yo lo perdí todo.

Ella siempre me quiso como su padre, me respetaba y estaba orgullosa de mí y vine a destruir ese amor de la forma más estúpida, aquí en su carta me cuenta como le partí el corazón, con lo que le dije a esa Julia, la culpable de mi desgracia, ya no tengo más nada que hacer en esta ciudad, yo me regreso al pueblo, al menos en ese sitio, tengo amigos y personas que todavía me aprecian y me necesitan, yo me vine por Mil Sol, para qué estudiará y sacará una carrera, pero si ella no está conmigo ya no tengo que buscar aquí.

Voy a tratar de buscar mi traslado de nuevo allá en el pueblo.

Hablé con el capitán y le pregunté cómo fue la boda y si ella le pregunto por mí, fue por todo lo alto y por civil y eclesiástico, nunca me quise amarrar por la iglesia, para no estar atado a nadie, la menos precie de todas las formas y ella supo superarse y echar hacia delante, mientras aquí me encuentro lamentando como destruía mi hogar y a mi mujer.

El capitán, me contó que mi hija, es dueña de una gran fortuna y que trabaja en un gran hospital de Londres, que pertenece a su familia y que un hermano de su verdadera madre, es ahora el esposo de Virginia.

Las vueltas que da la vida, yo trate de humillarla de todas las formas posibles y el humillado fue otro ja, ja,ja, que ironía tiene la vida, pronto sabré que Virginia tendrá sus propios hijos y que será muy feliz con el hombre que la supo conquistar y el que la ara muy feliz.

Yo sigo amando a esa mujer, pero ahora se que la perdí definitivamente, espero de todo corazón que mis dos mujeres sean felices, mañana comienzo a moverme para pedir mi traslado nuevamente para el pueblo, en ese lugar donde una vez fuí feliz tengo gente amiga que me necesita como médico. Aquí de verdad, ya no tengo nada que hacer.