La Loba Y El Dragón

Neo.

Sabía que algo escondía esa joven, mis hombres tienen un entrenamiento especial, no cualquiera puede ser guardia en mi casa, aparte Shaoran había intentado saber con quién vivía y solamente había podido mencionar a una pequeña igual a ella que supuse qué era su hermana, pero yo no era idiota, alguien más estaba en la casa con ellas.

Al principio quise raptar a su pequeña hermana, pero siendo sinceros nada bueno saldría de eso, aparte según Shaoran no tenía más de 10 años recién cumplidos y Natacha tenía 19. No pudieron haber venido solas de donde mierda sea que hayan venido. ¿quiénes eran sus padres? ¿Acaso realmente estaban solas? La última investigación había arrojado que la casa era de su empleador ¿por qué les había permitido vivir allí? Podía ser que la joven sea una amante de ese hombre, pero era bien sabido que era homosexual, así que lo mande a seguir a él. Imagínense la sorpresa que se llevó Shaoran cuando vio que junto a Rumi vivía un joven casi idéntico a él. No fue muy difícil saber que era su hermano y ahí empezaron a encajar las piezas.

Si mis teorías eran ciertas, la que se encargaba de esas niñas, era ni más ni menos que Ming, la madre de Shaoran que había escapado hace más de 30 años y que se sabía que estaba en Rusia bajo el ala de la familia Ivanov. Entonces lo supe, esa muchacha era la hija desaparecida de Ivana. Por primera vez reí, el destino ponía frente a mí un regalo tan perfecto. Los rusos y más que nada la familia Ivanov habían matado a mi madre hace años atrás y ahora podía vengarme. Igual antes de hacer cualquier movimiento decidí llamar a mi conocido en Rusia y viajar a ver que podía averiguar allí. Quizás en vez de matarla aquí podía recibir una buena suma de dinero si se la entregaba a la misma familia que había matado a sus padres.

Si todo salía bien era ida y vuelta, mi contacto ya sabía de mi llegada y nadie en casa sabía mis motivos para hacer tal viaje. Llegue más rápido de lo que recordaba que duraba, afuera un chófer me estaba esperando, Shaoran como siempre a mi lado, no confiaba en nadie más que en él.

Bienvenido a mi nuevo club, dime que quieres tomar, las chicas estarán listas en breve- me dijo Vladímir Romanof en cuanto pase la puerta del Vip.

Un poco de Whisky y por lo segundo no es necesario- dije estrechando su mano.

La amistad entre nosotros había comenzado de jóvenes cuando le salve el culo de una emboscada en un momento que viaje a Rusia a cerrar unos tratos con mi padre que se empecinaba en mostrarme como era el negocio. De ahí manteníamos el contacto todos los meses, si no viajaba yo lo hacía él y teníamos muchos negocios en común.

¿qué te trae por estos lados?- me miró con intriga.

Hace tiempo escuché lo sucedido con la familia Ivanov y créeme que tenía curiosidad por como se habían dado las cosas- le dije bebiendo un sorbo del Whisky.

Oh eso, nada como bien sabes el poder le nubla la vista a todos, el hijo mayor de Ivana no fue muy diferente y decidió traicionarlos, aunque debo admitir que fue espectacular, excepto por el escape de las dos hermanas menores- dijo riendo.

¿No era una de ellas tu prometida?- le pregunté con curiosidad.

Ja, ja, ja ni que lo digas, ¿te imaginas atarme a alguien que tiene más poder que yo? En su familia el honor recaía en sus mujeres, por eso me molesto el saber del compromiso, era odioso pensar que ella manejaría todas mis decisiones solamente por ser la asesina perfecta. Aunque debo reconocer que tener una mujer que solo busque complacerme a ti- se quedó pensando en algo demasiado perverso lo supe por su mirada.

¿Qué? ¿A qué te refieres?- pregunte muy intrigado.

Pues tengo entendido que las mujeres son entrenadas en muchas artes, pero aquel con el que deciden estar, es su primer y último hombre, matan a quienes creen que deben y hacen todo por complacerlos, es como una puta a la que no le pagas- dijo sonriendo aún más y algo dentro de mí se asqueó con aquella comparación.

Y ¿sabes algo de esas niñas? No recuerdo haber leído nada de ella y ni siquiera sé cómo son, en los diarios no salió una sola foto- le dije haciendo que cayera en mi trampa.

Tengo entendido que están escondidas en América, la que era su Niñera las llevo allí con otros conocidos, pero si llegasen a volver, lo que paso su madre es mínimo a lo que ellas pasaran. Diego se unió a nuestra familia y por ende ambas son nuestras- dijo mientras sacaba una foto de un sobre y me mostraba como eran ambas.

Doy gracias por llevar siempre una máscara de frialdad en mi cara, porque al ver la foto se me paralizó el corazón, tan cerca la tuve siempre y jamás me di cuenta. Era la ayudante de mi cocinero, mierda ellas estaban en mi región, esa foto terminaba de cerrar y armar el rompecabezas completo.

Cuando la encuentre la haré mía a pesar de no ser el estilo de mujer que me gusta, pero con eso podré hacer mierda a su hermano por hacer llorar a mi pequeña hermana en su momento cuando la rechazo estando embarazada- dijo terminando su bebida.

Y ¿solo debes acostarte con ella?- lo miré riendo.

Según sus tradiciones, sí. No es necesario una estúpida boda, únicamente el sexo y siendo ella pura no hay necesidad de ser gentil. Si llego a encontrarla le demostraré que la humildad y la gentileza no son adjetivos míos- podía sentir que algo dentro mío se encendió ¿enojo? Quizás porque no era de esos hombres que les gustaba saber que una mujer sufría. -¿a qué se debe tanto interés?- su pregunta se había tardado en llegar.

Sabes que ella mató a mi madre- respondí tajante, aunque algo dentro mío me decía que esa no era toda la verdad.

Oh era eso, en realidad descubrí algo interesante, los Patrowski fueron los encargados de eso con ayuda de Diego, al parecer engañaron a Víctor Ivanov para que mandara a su hija a matar a todos los japoneses, pero la idea era que los hombres de Patrowski mataran a la joven, solo que nunca pudieron hacerlo porque ella prendió fuego a todo el lugar. Cosa que si me permites decirlo fue raro, ella siempre deja los cuerpos a la vista y en esa ocasión decidió quemar todo- dijo acariciando su barbilla como si estuviese meditando.

No me importa, ella la mato- le dije con seriedad.

Bueno, bueno, no la justifico, pero sé que tu madre fue un medio para un fin que al final no salió como debía- dijo levantando sus manos en rendición.

Nos quedamos un rato más hablando y volví donde el avión me esperaba para regresar, ahora que sabía lo que necesitaba, tenía que idear un plan para tenerla bajo mi merced.