Isabella, tras ser traicionada y asesinada, reencarna en un universo que creyó solo existir en las páginas de un libro. Ahora, en un cuerpo ajeno, sus poderes mágicos comienzan a despertar mientras enfrenta pruebas arcanas y oscuros secretos que amenazan con destruirla.
Rodeada de criaturas míticas y antiguos grimorios, deberá descubrir la verdad de su nuevo mundo. En esta segunda vida, la batalla por su destino apenas comienza.
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Capítulo 14: La Academia Istol
El viaje había sido largo, tardaron cinco días en llegar a la Academia Istol; Isabella entendía ahora el porqué Luna le mostró el camino desde el valle a la institución. Iban por un sendero tranquilo, y a lo lejos se comienzan a divisar las torres del lugar.
- Ya llegamos- dice Liam tranquilamente.
- ¡Qué emoción!- dice Christal, mientras que Isabella solo mira con curiosidad.
La Academia Istol, institución encargada de instruir a los jóvenes nobles, aunque también existían becas para aquellos menos favorecidos en la sociedad. Sus profesores eran los mejores, expertos en cada materia que impartían; desde los mejores magos, hasta maestros historiadores.
Las asignaturas eran variadas, formaba a las futuras generaciones y los preparaba para avanzar y prosperar en la vida; creaban habilidades, desarrollaban aptitudes y actitudes en los estudiantes. No era de extrañar que el joven emperador y otros nobles aún en edad de estudio, asistieran a Istol; ninguna otra academia se comparaba a ella.
Isabella observa por la ventanilla del carruaje, el lugar era inmenso; grandes torres y edificios componían el espacio, en los alrededores había un espeso bosque, a sus espaldas había una montaña (que Isabella ya conocía) y en la entrada un gran río con un puente para permitir el paso los recibía. Como aún no amanecía, las luces mágicas alumbraban el camino y toda la institución, dándole un toque misterioso.
Los carruajes iban llegando poco a poco, dejaban a sus ocupantes y sus pertenencias para después marcharse. En la entrada los esperaban dos mujeres y un hombre. Isabella suponía que eran profesores y quizás la directora, pues a diferencia de otros colegios, éste era guiado por la mano de una fémina.
- La vestida de negro completo y espejuelos redondos, es la directora, Lady Hortensia.
Las chicas mira a la que Liam señalaba; era una mujer mayor, pero se veía elegante, aún conservaba rastros de su belleza, ojos marrones y su cabello tenía un tono gris, como una marca del paso del tiempo por su cuerpo. A su lado estaba una peliverde de ojos del mismo color, no tenía alas, pero por su belleza, Isabella pensaba que podía ser un hada, aunque estaban lejos del continente en donde vivían las hadas, pero no era imposible; debía tener ya más de cuarenta. A su otro lado, un alto y fornido hombre de cabello negro y ojos amarillos las acompañaba; miraba a todos los estudiantes, como si los estuviera analizando.
- Los que están a su lado son la señorita Lidia y Lord Bard, son profesores. Ella es mitad hada y mitad humana, mientras que Lord Bard es un vampiro.
Isabella había estado cerca del origen de la peliverde, pero lo que llamaba su atención era el vampiro, esos ojos dorados le recordaban a alguien. Liam ve a unos amigos a lo lejos y decide ir a saludar dejando a las chicas solas.
- Isa, ¿no estás emocionada?- le dice Christal.
- No Christal, solo espero terminar pronto y que el tiempo pase rápido.
Christal mira con tristeza, la chica si quería estar ahí y hacer amigos. Isabella a diferencia de la albina, solo usaría el instituto como una vía para mejorar sus destrezas, hacerse de un nombre y después, cuando el famoso dragón apareciese, poder eliminarlo sin problemas.
Sophia llega y les hace una reverencia a modo de saludo, Christal le devuelve recelosa el gesto e Isabella le sonríe. La recién llegada llevaba una bolsita en la mano, la abre y saca varios caramelos que se los entrega a las chicas.
- Toma, Isa, los traje para endulzar nuestro paladar, mi abuela dice que siempre es bueno empezar el día con algo dulce para que lo que resta de tiempo sea con una sonrisa.
- Gracias Sophy- Isabella acepta uno que era de fresa. Christal no quería aceptar ninguno, pero su lado más glotón se lo impedía, por lo que de mala gana toma uno de limón.
- No están mal, pero mi padre trajo unos que tienen menta, esos a Isa le gustaron mucho, ¿no es así, Isa?- dice Christal de forma seca, pero Sophia la ignora y se gira hacia Isabella.
La pelirroja podía sentir los celos de su hermanastra, pero no sabía a qué se debía; ella suponía que era una cuestión de costumbre. La Isabella de antes siempre cumplía los caprichos de su malcriada hermanastra, pero ahora, pasaba de ella y la ignoraba.
Christal se va molesta y se une a un grupo de chicas con las que había hecho amistad de antes. Por otra parte, Isabella y Sophia seguían conversando tranquilas, hasta que Drake llega con una sonrisa ladina en sus labios y saluda dándole un beso en la mano a Isabella para ella después limpiarla en su vestido escondida.
- Lady Isabella, está usted muy bella hoy, me recuerda a una ninfa, o será que sin notarlo, embrujó mi corazón- al escuchar las últimas líneas Isabella se paraliza, era imposible que supiera que ella era una bruja, nadie lo sabía aún, algo sospechoso estaba pasando, y no iba a confiar en ese chico, no pensaba que fuese casualidad.
- Gracias, joven Drake, pero espero que su corazón sepa como salvarse, hay dolores que nunca sanan- dice la chica y el aire se había puesto más frío de lo normal.
La directora llama la atención de todos, interrumpiendo el momento tenso que se había creado, Sophia no sabía qué pasaba, pero se había alegrado por tener que hacer otra actividad. Isabella gira su vista hacia donde la mujer estaba parada e ignora por completo a Drake.
- Alumnos, bienvenidos a la Academia Istol, para los nuevos estudiantes que no me conocen, soy la directora del lugar, me pueden llamar Lady Hortensia- hace una pausa- En nombre de todos los profesores, quisiera darles un agradable recibimiento. A continuación, el señor Bard, nuestro jefe de profesores, les explicará las prohibiciones, después los de primer año irán con Lady Lidia, ella los llevará a sus dormitorios. Que tengan una linda mañana, nos vemos luego.
La directora se marcha y el señor Bard comienza a decir las prohibiciones, que básicamente eran que no se podía salir de la academia de noche, tampoco se podía entrar al bosque sin autorización, entre otras reglas más. Cuando termina de hablar, se retira y los estudiantes de segundo a quinto lo siguen, mientras que los de primer año se mantienen esperando por su guía.
- Bienvenidos nuevamente, yo seré su profesora guía, así que pueden pedir mi ayuda cuando lo necesiten- les sonríe amablemente- acompáñenme, los llevaré a sus dormitorios, pueden dejar sus maletas, enseguida se moverán a sus respectivos lugares.
Lidia chasquea y el equipaje que traían había desaparecido; algunos se impresionan, otros lo ven como algo natural. La mujer comienza a caminar y los chicos la siguen, ella iba mostrando cada lugar y explicaba qué se hacía en cada espacio. Avanzan hasta el ala sur, ahí había una bifurcación, dos escaleras, la maestra explica que una era para los dormitorios de las chicas y el otro para los chicos. Cada piso estaba destinado a un año en particular, el primero era para ellos, y a medida que subieran de grado, aumentaría el piso.
Lady Lidia les da una hoja con datos a cada uno, el documento tenía el número de la habitación y el bloque en el que se encuentra, pues también estarían divididos en secciones, todo acorde a las notas con las que habían llegado hasta ese punto. La directora Hortensia había creado un sistema para incentivar a los estudiantes, le daba las mejores habitaciones a los mejores estudiantes, a lo que se esforzaban y siempre buscaban mejorar, no importaba si tenían un estatus superior o inferior, siempre buscando la forma de ser justa.
Isabella mira su papel y espera a que la mujer terminara de hablar para continuar y poder acomodarse. Finalmente deja pasar a los estudiantes y suben la escalera para llegar a sus habitaciones. La de Isabella era de las primeras, o sea, que ella tenía un buen resultado académico, por lo que su habitación era un lugar bonito y acogedor.
El cuarto no era muy grande, la cama personal de madera fina estaba pegada a una esquina, un escritorio con su silla colocados en el lado contrario a la cama y un pequeño balcón. Estaba adornado de forma cómoda y elegante, los colores que resaltaban era el negro, blanco y el rojo.
- Parece que conocen mis gustos- dice pensando en voz alta Isabella.
La chica explora de cerca el lugar y se percata de que había una puerta justo al lado del escritorio, la abre y era un armario con todas sus pertenencias ya acomodadas. Las maletas estaban guardadas unas dentro de otras en un rincón del armario. Sigue su reconocimiento por la habitación y llega al balcón; al abrir las puertas, se veía el bosque y la montaña, a su derecha estaba el río, pero a su izquierda había una continuación del edificio, como si tuviera forma de L, por lo que se veían los balcones de las habitaciones del otro lado.
Isabella se estira, sintiendo el aire limpio del lugar, le gustaba ese balcón, seguro en el futuro lo utilizaría para sentarse y leer o estudiar, era muy tranquilo. La joven respira hinchando su pecho, pero algo atrae su atención y cuando mira a la izquierda, alguien la observaba con detenimiento y curiosidad.
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Hola 👋 chic@s:
¿Quién será la persona que la está mirando? 😁 a ver si adivinan, así que ya saben, leo sus teorías en los comentarios. Díganme de Christal, ¿qué les parece, creen que tenga celos de verdad, o creen que sea otra cosa?
Mua Mua 😚❤️
a Liam solo le falta que le deje seco XD
(Autora no se cuando será cuanto estos hagan el delicioso espero verlo digo
leerlo) XD😈