La Casa De Las Mil Puertas

ya estoy cansada - Maria se dejó caer detrás del edificio y espero a que leo se sentara junto a ella, para lanzarse a por la carne de su bolsillo.

- si, pero, no podemos seguir así, debemos encontrar la manera de salir de aquí - comento leo, alejándose un poco de ella.

Usando sus manos como una especie de gorra, trato de mirar a la lejanía, pero a pesar de que se esforzaba por enfocar su visión, todo lo que veía, eran grises edificios que no dejaban de multiplicarse a cada paso que daban.

Una idea, le cruzo por la cabeza - que tal sí, probamos en las paredes, quizás los chicos consiguieron llegar a algún otro lugar y no solo se convirtieron en comida - cuando pronunció estás palabras, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

- ni loca, me meteré en una de esas cosas - grito María, que también sentía miedo de tocar las paredes grises de los edificios.

- ¿entonces como esperas??. Que salgamos de aquí? - pregunto leo un tanto cansado por la situación - esa parece ser una mejor opción - el chico suspiro frustrado - no quiero pasar el resto de mi vida, caminando por este tétrico paraje.

- pero es que... - María que tampoco deseaba eso, acepto su propuesta - bien, hagámoslo

Camino hacia el edificio que tenían detrás y con un poco de temor, estiró su brazo para tocar la pared.

- espera - leo la detuvo justo en el momento en que sus dedos rozaron la superficie de piedra. La tomo de la mano y tiró de ella para alejarla del edificio. Pero algo más poderoso, la sujeto, por la otra mano.

- Aaaaah - María comenzó a retroceder con todas sus fuerzas, tiro de su brazo, pero le fue imposible soltarse del agarre, que pareció que iba a desgarrar su brazo.

Leo al ver la expresión de dolor en su rostro, tomo una dura decisión - lo siento María - soltó su mano

- ¡leo no! - María fue tragada por el edificio y leo, solo pudo mirar horrorizado, como desaparecía su amiga.

- lo siento mucho María - repitió, mientras las lágrimas caían por su rostro.

Callo al suelo de rodillas abrazando su propio cuerpo, mientras pedía perdón una y otra vez a su amiga.

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- que escena tan triste - comento Milena mientras, ella y sus hermanas miraban llorar a leo.

- sí que triste - estuvo de acuerdo audry, que no había mirado la pantalla, pero sabía lo que estaba pasando - ahora todos están por su cuenta, ¿misíón cumplida no?

- si, Katy se pondrá feliz cuando lo sepa - Milena miró a su hermana con una pequeña sonrisa - ahora solo toca esperar a que vuelva para contarle.

- si, mientras, por no vemos otro canal - audry tomo el control de la TV y encendió un nuevo monitor - parece que tenemos nuevos invitados.

En esta nueva pantalla se veía a dos chicos entrando a la casa

- fabuloso, más diversión - comento Milena con una sonrisa un tanto aterradora.

- deberíamos guiarlos por otro camino. ¿tú que opinas? - preguntó mientras tocaba alguno teclas de una pequeña computadora.

Inmediatamente después de esta acción, una pequeña puerta se materializó en el salón donde se encontraban los nuevos visitantes.

- está me gusta - miraron como los nuevos chicos cruzaban aquella puerta, llegando a un cementerio oscuro - puerta 944.

- ¿qué están haciendo? - Katy llegó justo en ese momento, sorprendiendo a sus hermanas, que rápidamente apagaron el monitor.

- nada - dijo Milena, poniendo una expresión de pura inocencia en su rostro. Audry la imitó.

- si, no hacemos nada fuera de lo común - dijo, está tomando el control para poner en pantalla a leo, quien continuaba en la mismaposiciónn, sin dejar de llorar.

Katy apenas reacciono ante este hecho, ya estaba aburrida de ver las mismas cosas una y otra vez

- quiero ver a Sara - se sentó en su silla habitúal, y espero a que en la pantalla pareciera la imagen de Sara, que por alguna razón que se le escapaba, ya no estaba encerrada en el baño.

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- Thiago - Sara se acercó al chico inconsciente y trato de despertarlo sin tocarlo.

Aún estaba un tanto asustada por lo que había sucedido minutos antes.

- despierta - tomo un libro de la mesa y con poca fuerza, para no lastimarlo, se lo aventó sobre el estómago.

El chico no se movió, así que Sara tomó otro libro y con un poco más de fuerza se lo aventó también. Con la mala suerte de que, en lugar de caer en su abdomen, el libro le dio de lleno en la cabeza.

- ¿qué paso? - Thiago despertó sobresaltado por el impacto del libro en su cabeza

Miró a Sara, que se mantenía cerca de la puerta, esperando ver, la reacción del chico.

él solo se levantó en silencio y se sentó en la mesa y comenzó a leer el libro que lo había golpeado.

- la verdad, es un libro interesante - comento, unos minutos más tarde, rompiendo el incómodo silencio que los envolvía, Sara suspiro aliviada y con una pequeña sonrisa camino hasta la mesa y se sentó frente a él, para también comenzar a leer.

Katy miraba la escena sin ánimo - sácalos de allí - dijo mirando a audry.

Que solo obedeció sin preguntar. Accionó una palanca y uno de los libreros se movió, para revelar la salida de aquel lugar.

Tanto Thiago, como Sara saltaron sorprendidos de sus sillas al ver lo que pasaba.

- es la salida - exclamó Sara, con una gran sonrisa moviéndose hacia allí - por fin, podremos irnos - miró a Thiago, pero este no se veía feliz. Muy por el contrario parecía, que en cualquier momento le iba a dar un ataque al corazón.

-¿estás bien Thiago? - pregunto un tanto preocupada - parece que viste un fantasma

- no es eso - exclamó el chico, volviendo a sentarse - es solo que yo... no debería salir de aquí, no hasta que allá cumplido con mi castigo.

Sara recordando lo sucedido, horas atrás, se acercó a el y colocando una mano en su hombro trato de darle ánimos - no tengas miedo, yo te sacaré de aquí, y en caso de que algo como eso vuelva. A suceder otra vez, también me asegurare de que no te lastimes ni a ti mismo, no a otros.

- ¿estás segura de eso? - el chico no parecía muy convencido. Pero aun así, se levantó.

- solo sígueme - Sara tomó su mano y lo guío hacia la salida, por alguna razón que no entendió, ella sentía la necesidad de protegerlo - somos compañeros de libros, recuerdas, y debemos cuidarnos.

- está bien - acepto el chico y también sonrió - vamos entonces.

Juntos cruzaron aquella puerta, listo para enfrentar lo que fuera.

Katy miraba la escena, y una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro - ahora el tigre esta suelto por la casa - dijo tomando otro mando a distancia, para ver a Emma y nathan, que ya estaban un poco mas cerca de su meta final.