es una historia conmovedora y apasionada que explora temas como el amor, la identidad y la aceptación. La novela sigue la vida de Orange y Geovanni, dos amigos de la infancia que se reencuentran años después y reavivan una conexión profunda que evoluciona hacia un romance intenso.
La trama gira en torno al descubrimiento de la sexualidad y la lucha por la aceptación en una sociedad conservadora. Orange, un joven introvertido, se siente atraído por Geovanni, un hombre seguro de sí mismo y físicamente atractivo.
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CORAZÓN PERDIDO
El pitido monótono del monitor cardiaco era un metrónomo marcando el tiempo que quedaba. Orange, con los ojos fijos en la pantalla, sentía cómo su corazón palpitaba al unísono. El olor a desinfectante y medicamentos impregnaba el aire, creando una atmósfera opresiva que contrastaba con la esperanza que aún albergaba.
Habían pasado días desde que encontró a Geovanni. Los médicos habían realizado la cirugía y ahora esperaban. Cada hora era una eternidad. Orange se sentía atrapado en una montaña rusa emocional, pasando de la euforia al desespero en cuestión de segundos.
De pronto, el monitor comenzó a emitir una serie de pitidos rápidos y agudos. Los ojos de Orange se abrieron como platos. Los médicos, que hasta ese momento habían estado hablando en voz baja, se acercaron a la cama de Geovanni con movimientos rápidos y precisos. Orange se levantó de la silla de un salto y se acercó a ellos, su corazón latiendo con fuerza en el pecho.
Uno de los médicos le dirigió una mirada compasiva. "Su corazón está respondiendo bien a la cirugía. Pero aún es demasiado pronto para celebrar".
Orange asintió con la cabeza, sin poder articular palabra. Se sentó nuevamente en la silla y tomó la mano de Geovanni, que aún estaba fría y pálida.
Pasaron lo que parecieron horas interminables. Orange no se separó ni un instante de la cama de Geovanni. Finalmente, los párpados de Geovanni comenzaron a temblar y lentamente se abrieron. Sus ojos, aún llenos de confusión, se encontraron con los de Orange.
"Orange..." murmuró Geovanni, su voz débil y ronca.
Una ola de alivio inundó a Orange. "Geovanni, estás vivo."
Geovanni sonrió débilmente. "No podía dejarte solo."
Orange apretó su mano. "Nunca lo harás."
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y Ángela entró, acompañada de Nani. Al ver a Geovanni despierto, los ojos de Ángela se llenaron de lágrimas de alegría. Nani, sin entender del todo lo que estaba sucediendo, corrió hacia la cama y abrazó la pierna de Geovanni.
Los días que siguieron fueron un torbellino de emociones. Geovanni se recuperaba lentamente, pero de manera constante. Orange y Ángela pasaban largas horas en el hospital, cuidando de él y disfrutando de cada pequeño avance.
Una noche, mientras estaban solos en la habitación, Geovanni tomó la mano de Orange. "Gracias por salvarme", dijo con voz suave. "No sé qué habría sido de mí sin ti."
Orange sonrió. "Lo hice por nosotros."
Geovanni lo miró a los ojos. "Te amo, Orange."
Orange se quedó sin aliento. "Yo también te amo, Geovanni."
Se inclinaron y se besaron, un beso lleno de pasión y alivio. En ese momento, se dieron cuenta de que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo.
Ángela, que había estado observando la escena desde la puerta, frunció el ceño. Había sabido desde el principio que el matrimonio entre ella y Orange había sido un acuerdo. Nunca había sentido una conexión profunda con él. Sin embargo, nunca había imaginado que el amor de Orange fuera tan intenso y tan prohibido.
"Felicidades", dijo con una sonrisa forzada, pero en sus ojos se podía leer la confusión y el dolor. "Me alegra que hayan encontrado la felicidad".
Orange y Geovanni se separaron, sorprendidos por la repentina aparición de Ángela.
"Ángela, no es lo que parece", comenzó a explicar Orange, pero Ángela levantó una mano para callarlo.
"No necesito explicaciones, Orange. Solo quiero que sepas que siempre te apoyaré, incluso si eso significa dejarte ir".
Con esas palabras, Ángela salió de la habitación, dejando a Orange y Geovanni solos con sus sentimientos.
El sol bañaba las calles de la ciudad en un cálido resplandor mientras el auto de Orange se deslizaba suavemente por la carretera. A su lado, Geovanni miraba por la ventana, sus ojos recorriendo el paisaje familiar. Habían pasado seis meses desde la cirugía, seis meses de incertidumbre, de esperanzas y de miedos. Hoy, por fin, Geovanni abandonaba el hospital.
La radio emitía una melodía suave, creando una atmósfera relajante en el interior del vehículo. El canto de los pájaros y el rumor de las hojas de los árboles se filtraban por las ventanas, mezclándose con la música. Geovanni respiró profundamente, sintiendo el aire fresco en sus pulmones.
"No puedo creer que estemos saliendo del hospital", dijo Geovanni con una sonrisa.
Orange le apretó la mano. "Ha sido un largo camino, pero lo hemos logrado juntos."
Geovanni asintió, sus ojos brillando de emoción. "Gracias a ti."
Al pasar por el lugar del accidente, Geovanni se tensó. Cerró los ojos por un momento, tratando de bloquear los recuerdos dolorosos. Orange notó su inquietud y colocó su mano sobre la suya. "Estoy aquí contigo", susurró.
Al llegar a la casa de Geovanni, Orange ayudó a su amado a bajar del coche. La casa, que había estado vacía durante meses, ahora se sentía llena de vida. Orange había pasado los últimos días preparándola para la llegada de Geovanni.
"Te he preparado un baño caliente", dijo Orange. "Necesitas relajarte después de todo este tiempo en el hospital."
Geovanni sonrió. "Suena perfecto."
Mientras Orange preparaba el baño, Geovanni se sentó en el sofá y observó su hogar. Todo estaba tal y como lo había dejado, pero ahora se sentía diferente. Se sentía como un nuevo comienzo.
Cuando el baño estuvo listo, Orange ayudó a Geovanni a entrar en la bañera. El agua caliente relajó sus músculos tensos y alivió el dolor. Orange se sentó en el borde de la bañera, lavando suavemente el cabello de Geovanni.
"Los papeles del divorcio están listos", dijo Orange de repente, rompiendo el silencio. "Pronto podremos estar juntos oficialmente."
Geovanni se quedó mirando a Orange, sorprendido. "En serio?"
Orange asintió con la cabeza. "Quiero que el mundo sepa que somos una pareja. Que estamos comprometidos el uno con el otro."
Geovanni sonrió. "Yo también quiero eso."
Después del baño, Orange ayudó a Geovanni a ponerse una bata de baño suave y lo llevó a la cama. Se acurrucaron juntos bajo las sábanas, sintiendo el calor de sus cuerpos entrelazados.
"Gracias por todo, Orange", dijo Geovanni. "Por salvarme, por cuidarme, por amarme."
Orange sonrió. "Todo lo que he hecho ha sido por ti."
Se besaron apasionadamente, sus labios moviéndose al unísono. En ese momento, el mundo exterior desapareció. Solo existían ellos dos.
En los días y semanas siguientes, Orange y Geovanni disfrutaron de su nueva vida juntos. Paseaban por el parque, cocinaban juntos, veían películas y simplemente disfrutaban de la compañía del otro.
Sin embargo, la felicidad de Orange se veía empañada por la culpa. Sabía que había herido a Ángela, y aunque ella había aceptado la situación con sorprendente madurez, él no podía dejar de sentirse culpable.
Una noche, mientras estaban acostados en la cama, Orange tomó la mano de Geovanni. "Ángela ha sido muy comprensiva", dijo con voz baja. "Pero sé que la he lastimado."
Geovanni lo miró con ternura. "No te culpes. Tú no le hiciste nada malo. Ella tomó sus propias decisiones."
"Lo sé, pero..."
Geovanni lo interrumpió. "Orange, no podemos cambiar el pasado. Lo único que podemos hacer es mirar hacia el futuro y construir una vida juntos."
Orange asintió, sintiendo un peso levantarse de sus hombros. Se acercó a Geovanni y lo besó suavemente.
En ese momento, se dieron cuenta de que su amor era más fuerte que cualquier obstáculo. Y aunque el camino no siempre sería fácil, estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.
excelente historia diférente enamorada de tu trama 💯♥️♥️♥️🌹🇨🇴🤩🇨🇴🇨🇴🇨🇴🌹🌹