Desde niña, Zara soñaba con el día de su boda, creyendo que sería el comienzo de una vida feliz y plena. Pero en el mismo momento en que da el "sí, quiero" en el registro civil, sus sueños se hacen añicos cuando aparece la amante de su marido, embarazada y reclamando su lugar. Devastada, Zara anula el matrimonio y huye a un país lejano, donde comienza de nuevo su vida como esposa de alquiler, manteniendo una fachada de frialdad para proteger su corazón. Pero todo cambia cuando un nuevo cliente entra en su vida, desafiando sus reglas y despertando sentimientos que creía haber perdido para siempre. Ahora Zara debe decidir entre seguir su contrato o arriesgarlo todo por un amor inesperado.
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Capitulo 13
Zara Miller
Cenando con Alexander y sus padres, sentí una mezcla de emociones invadiéndome. La cálida presencia de Emma y Jack Collins trajo una sensación familiar y acogedora, como si formara parte de algo más grande. Desde el momento en que Alexander me pidió que fingiera ser su esposa, las cosas se habían vuelto... diferentes. Sin embargo, sentada allí, con una comida casera y rodeada de historias, casi me olvidé de que todo era una fachada.
—Entonces, Zara —dijo Emma, con una sonrisa amable—. Cuéntanos más sobre ti.
Sonreí, tratando de ocultar los nervios.
—En realidad, soy una lectora voraz. Y, por coincidencia, soy una gran admiradora de sus libros, señor Collins; estoy hasta nerviosa frente a uno de mis autores favoritos —dije, mirando a Jack—. Tengo toda la colección y la guardo con mucho cariño. Me fascina cómo logra captar las emociones humanas de una manera tan única.
Jack sonrió con el elogio, sus ojos brillando con un toque de orgullo.
—Ah, me alegra escuchar eso, Zara. Es siempre bueno saber que mi trabajo encuentra corazones dispuestos a escuchar —respondió él, inclinando la cabeza en un gesto humilde.
Decidí continuar, sintiéndome más cómoda.
—Y tengo la esperanza de que su otro hijo, João Collins, pueda continuar el legado. Llevo mucho tiempo esperando su tercer libro —añadí, casi riendo, tratando de mantener un tono ligero.
Jack también rió, pero luego dijo algo que hizo que mi estómago se revolviera.
—Bueno, quién sabe si lo convences, ya que te casaste con el autor de los libros.
De repente, el aire pareció volverse denso a mi alrededor. Miré de Jack a Alexander, confundida.
—Yo... ¿casada con... el autor? —tartamudeé, la incredulidad apoderándose de mí. Mi mirada buscó respuestas en Alexander.
Alexander sonrió, pero había un toque de incomodidad en su expresión.
—Cambié mi nombre, Zara. Pero sí, soy João Collins.
La copa que sostenía resbaló de mis dedos y cayó al suelo, rompiéndose en mil pedazos. El sonido resonó en el comedor, cortando el aire. Mi corazón latía acelerado y el shock me dominaba. João Collins. El autor que tanto admiraba. El amigo que conocí hace años, que me hizo sentir algo especial, algo que no podía explicar. Y ahora... había estado frente a mí todo el tiempo.
Alexander —o mejor dicho, João— se levantó rápidamente y vino hacia mí, con los ojos llenos de preocupación.
—¿Estás bien, Zara? —preguntó, su voz cargada de preocupación—. ¿Te lastimaste?
Lo miré, todavía aturdida, tratando de digerir la revelación. La verdad había estado allí todo el tiempo, y nunca me había dado cuenta. Ahora todo tenía sentido: la conexión inexplicable, la atracción que sentía por él. Había conocido a João Collins hace años, antes de mudarme y antes de que su vida cambiara tanto como la mía.
—Entonces... eres él —murmuré, más para mí misma que para él—. João Collins, el hombre que conocí en la universidad.
Alexander —João— asintió, una ligera sonrisa en sus labios.
—Sí, soy yo. Y recuerdo muy bien a ti, Zara. Nunca te olvidé.
Mi corazón dio un vuelco al escuchar eso. Allí estaba él, el hombre detrás de las palabras que me encantaron y me hicieron soñar. Y ahora, ¿qué haría con esta información? No lo sabía. Pero una cosa era segura: la cena que había comenzado con una simple comida familiar se había convertido en algo mucho mayor, algo que jamás hubiera podido imaginar.