La Mafia Italiana se ha expandido por muchos territorios, grandes grupos se han querido poner al nivel de una de las mafias más temidas, donde nuestro Mafiosos, asesinos por naturaleza han ido evolucionado con el paso del tiempo…
La Mafia 'Ndrangheta reaparece con gran fuerza, la conservación de territorios para la distribución de la nueva droga tan esperada, con un aditamento muy especial, que no puede ser detectado, ya que estarían cayendo en la ilegalidad de su consistencia.
Los enemigos desean tanto ser poseedores de la droga “Demon´s Damus” donde se necesita documentación legal pasando como medicamentos para un hospital “Vita Nostra Hope”…
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Capitulo 13
Elena:
Miraba el móvil de Guido, pasé mi dedito sobre la pantalla, tenía una hermosa imagen de pantalla, un amanecer tan espectacular, levanté la mirada viendo que no era precisamente este lugar, quien sabe donde tuvo que ser, pero era un foto tan hermosa, nada que ver con el genio de mierda que se mandaba. Respiré profundamente, en mi mente solo estaba la forma tan peculiar que ha empezado mis días junto a los italianos, reí un poco recordando como le di tremenda zarandeada a la vacaly, negué con la cabeza, sinceramente he descubierta una yo que no conocía, eran pocas las veces que podía agarrarme a golpes, no sé si era el ambiente por que con Bastian si me daba coraje y todo lo que sea pero llegar a ese extremo…
Elena: Lo siento… ella también se lo busco.
Meterse con el tema de mis hijos no es algo que dejaría pasar, sé que una infancia sin un padre y una madre es lo peor, me tocó esa etapa donde las cosas tenían que ser a la manera de otros, no podía opinar, no podía tomar las cosas cuando quiera, siempre eran golpes y golpes, no conocía la voz de la autoridad, y yo… no, la verdad no quería eso con mis hijos, aunque me digan que soy muy permisiva prefiero serlo antes de ponerles una mano encima, no me importa si me tengo que sacrificar, siempre, siempre les daré lo que ellos quieran y no tengan la necesidad de robarse nada como tuve que hacerlo muchas veces.
Marqué los números del móvil de Gino, enseguida se enlazó dándome cuenta que Guido lo tenía registrado, con su nombre y Apellido, creo que por eso me dio su móvil, tarado pensó que no me lo sabía de memoria.
Llamada:
- Señor Guido.
- Hola.
- Mmm, ¿Quién llama?
- Elena.
- ¿Elena?
- Si.
- Pero… pero… ¿Qué haces con el móvil del Doctor Guido?
Sonreí al escuchar el respeto que le tenía Gino, Señor, Doctor, Gino siempre ha sido un hombre demasiado cortes y educado, tenía que serlo al venir de una familia acomodada y de mucho dinero, el respeto que siempre ha demostrado por sus superiores se nota.
- Amm, digamos que… ¿te acuerdas cuando te dije que tenía que tomar un caso importante?
- Si, por supuesto. ¿Era con los doctores?
- Si, con ellos, tengo que llevar todo lo legal del hospital.
- Eso quiere decir, que ya no te veré más.
- Eso quiere decir que nos seguiremos viendo, un poco más, el hospital es grande y pues nos podemos topar tantas veces que sean necesario.
- Me alegra saberlo, no me gustaría dejar pasar la oportunidad de conocerte más Elena.
Tragué saliva acomodándome en el camastro, no eran palabras que estaba acostumbrada, con Alexander siempre se dieron las cosas de una manera tan natural, no esperaba nada de él, solo eran sorpresas tras sorpresas ganándose mi voto de confianza, hasta que una mañana en un castigo que me dieron, entró con la cena, se quedó todo el tiempo posible jugando y hablando de nosotros dos, las personas como Alexander no necesitaban de hacer maravillas para robarse el corazón de nadie, cuando se levantó me puse de pie tomando su rostro y besándolo de una manera que nunca había disfrutado, sus manos me tomaron de la cintura dejándonos llevar por esa gran noche, donde hubiera querido que fuera el primero en mi vida, pero no le importó nada de mi pasado, me aceptó tal y como era.
- ¿Elena?
- ¿si?
Aparté las pequeñas lagrimas que se iban deslizando por mi mejilla, los recuerdos me dolían tanto y más que ya no estaba a mi lado.
- ¿Cuándo empezaras en el hospital?
- No tengo idea, pero esta noche me gustaría verte. Las chicas y yo saldremos a un centro o antro algo así.
- Que más me gustaría pero tengo guardia, además no puedo meter pase ya que no ha venido el señor Dimitri ni el señor Guido.
- ¿Guido por que?
- Elena es mi jefe, en mi área, es uno de los más estrictos en nuestra área. Pero de verdad te digo que lo admiro demasiado, hace las cosas siendo un médico tan perfecto, no se le va una sola cosa.
- Dimitri es mejor.
- Si, solo que el Doctor Dimitri tiene muchas especialidades pero su fuerte es la forense, en cambio el Doctor Guido, está en el área quirúrgica. Un día te invitaré a que veas en la galería de los quirófanos una operación, es.. asombroso.
- ¿entonces no podrás hoy?
- No, pero mañana puedo pasarte a ver a tu departamento.
- En mi departamento no estoy, te aviso donde nos vemos.
- Estaré esperando tu llamada. Elena.
- ¿Si?
- Me encantas, me vuelves loco, nunca me habían hecho sentir como lo haces con una mirada.
Natalie: Eeeey…
Rodé los ojos al escuchar esa horrorosa voz, traté de ignorarla cuando vi que se puso frente a mi.
Natalie: El señor Dimitri te quiere ver en su despacho.
Le hice seña con la mano que no me molestara, no veía que estaba en una llamada, sujetó mi mano apretando con fuerza. Se la arrebaté mirándola con advertencia.
- ¿todo bien?
- Si cariño todo bien… solo que algunas no entienden que no deben dirigirme la palabra. Te llamo despues Gino.
- De acuerdo.
Terminé la llamada levantándome, di varios pasos hacia ella, parecía que esta vez me daría pelea, no le quedaba claro que conmigo no debía meterse.
(Escuchen: Alibi, Sevadaliza)
Negué con la cabeza levantando la mano con el móvil de Guido.
Elena: NO VUELVAS A TOCARME.
Natalie: No hacías caso.
Elena: No eres nadie… ABSOLUTAMENTE NADIE PARA DARME ORDENES. ¿Estas ciega? Estaba en una llamada muy importante.
Natalie: Eso es algo que no me interesa… Me mandaron para que fueras con Dimitri.
Asentí con la cabeza sonriendo en son de burla, quedamos a una muy corta distancia, le traía unas ganas de arrancarle cada uno de esos pelos de maldita que tenía.
Elena: Exacto solo eres una perra que recibe ordenes de sus amos y aquí estas, parada frente a mi trayendo el mensaje. ENTIENDELO… SOLO ERES UNA MÁS DE ESTE LUGAR.
Natalie: Seré lo que quieras pero pertenezco aquí tú no. Solo estas aquí para una misión. NADA MÁS.
Elena: te preguntaré algo... dime... Si apagaras tu teléfono y no contestaras a nadie por una semana ¿Quién te estaría buscando?
Me miró con tanto odio, no era mi culpa que no pudiera darse cuenta que aquí ella no tenía voz ni voto. Seré quien se lo recuerde todos los días de ser posible, le sonreí dándome cuenta que no tenía manera de responderme. Crucé los brazos levantando una ceja.
Elena: Exacto, como lo supuse
Natalie: Guido. Dimitri, Daemon, Valentina, Willow.
Elena: ¿En verdad? nunca pongas en primer lugar a quien te pone en el ultimo porque si las prioridades son personales, la dignidad debe ser única y absoluta. Lastima que no sabes que es eso.
Me di la media vuelta riendo viendo como se desencajó en mis palabras, me di la media vuelta haciendo movimiento con mis manos moviendo la cabeza, ella dio un paso queriendo atacarme, pero terminé chocando con algo, al ver que ella se detuvo, me di la media vuelta viendo a Guido que me miraba negando con la cabeza, le sonreí dando un golpe en su pecho con su móvil. Él lo sostuvo sin apartar la mirada de mi.
Elena: Gracias cariño, me hiciste un gran favor con el móvil.
Natalie: Llamó a su noviecito,.
Giré viendo a Natalie, cree que Guido no lo sabe, pero que tonta me resultaba esta tipa ladina.
Natalie: Ojala que te largues de este lugar pronto.
Guido: Natalie.
Elena: Yo nunca te voy a desear nada malo... ya tienes suficiente con ser como eres. Esa es la gran diferencia entre tú y yo. SÉ CUAL ES MI LUGAR.
Era mi momento de ataque a esta, quería verla como se enojaba más de lo que ya estaba. Pasé mi mirada hacia Guido, estaba con esa mirada de pocos amigos, siempre lo mismo por parte de él.
Elena: ¿Por que estas tan precioso?
Reposé mi mano en su abdomen sintiendo sus perfectas abdominales, que una buena noche pude observar, miré de reojo a ella cuando sentí que apretó mi mano sin lastimarme, lo miré con toda la intención de que tuvieran un pequeño problemita, claro que ahora Guido me la devolvería con alguna grosería como siempre.
Guido: Elena, lo que ves en mi es lo que eres sino no lo puedes ver en nadie mas la gente que esta llena de solo mierda y que solo ve cosas malas en los demás solo ve cosas feas. Tú que estas preciosa solo ves cosas preciosas.
Entreabrí mis labios pero esa sonrisa malvada decía que solo era broma lo que estaba diciendo, claro que a la Natalie no le interesaba eso, más que las palabras de Guido.
Natalie: Maldita vieja miserable.
Venía corriendo hacia mi, Guido me jaló de la mano quedando entre ella y yo.
Elena: Mi amor, no soy vieja, soy un clásico, y túuu… falta mucho para ver si llegas a ser como yo.
La jaló de la cintura evitando que se acerque a mi, aplaudí tan fuerte de la risa que me daba ver como perdía los estribos, Guido se iba alejando con ella evitando que le de una santa arrastrada que falta no me quedaba.
Natalie: Eres una resbalosa, Guido es mío, no te le acerques. ¿me oyes?
Elena: Ay perdón ¿te dolió? pensé que como tú lo hacías lo aguantabas. No me gusta el dolor de otra mujer, pero... A TI TE LA TENGO JURADO , ASÍ COMO TE REÍSTE, VAS LLORAR Y TE VAS ACORDAR DE MI.
Caminé hacia la entrada, ahhh, pero se me olvidaba un detallito más, me di la media vuelta viendo como Natalie le iba reclamando algo que él parecía no importarle, me daba tanta risa esta tonta.
Elena: GUIDOOOOOO.
La sostuvo de la mano girando para verme.
Elena: LA RABIA TAMBIEN SE CONTAGIA ENTRE HUMANOS… CUIDATE.
Hasta él se dio la media vuelta, Natalie se soltó de él corriendo hacia mi, pegué tremenda carrera, no iba a dejar que se atreva a ponerme las manos encima. Empujé chocando con la puerta, hacía hasta lo imposible para abrirla, giré un poco viendo que venía hacia mi a toda velocidad, solté la perilla corriendo hacia la parte de adelante, no me iba atrapar, la puerta de un lado se abrió saliendo unos hombres eran Elliot y Sae…
Elena: No cierren, no cierren UNA PERRA ME QUIERE MORDER.
Ellos rieron en conjunto haciendose a un lado dando paso a que entrara, llegó a ellos y la sostuvieron evitando que entrara.
Natalie: Sueltenme, me va a conocer esta loca.
Elena: Loca pero cuerda. No vengas a meterte conmigo solo por que me ves que soy callada, por que asi callada te puedo mandar al mismo infierno y la gente que me conoce evita hacerme enojar.
Natalie: Ven aquí, dimelo a la cara.
Elena: Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es solo información, sino también juicio para manejarla.
Natalie: MALTIDA, VIEJA… MALDITA, VEN, HASTA MIEDO ME TIENES.
Levanté mi mano con mi dedo índice le hacía No, no quería seguir peleando con ella, solo me daba tanta risa, que así como ella conocía perfectamente mi punto débil que eran mis hijos, el de ella sin duda alguna era Guidito.
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manera jajaja 😂