En Sus Brazos

Abbi

No me pude negar a la petición de mi hijo y permití que Sebastián se quedará a dormir con él, pues no es la primera vez que se queda y yo estaba bastante cansada, pero muy feliz del agradable día que pasamos...

¡Me di una refrescante ducha y me coloqué mi pijama preferida pues es bastante fresca o debe ser por lo suave que es, mentira! La verdad es que está bastante usada y algo desgastada, pero a mí me encanta así... Me desperté muy tarde con mucha sed, pues en la noche se me olvidó llevar la jarra de agua a la habitación, así que tuve que ir a la cocina, pero primero pase por la habitación de mi hijo y allí estaba la escena más hermosa entre padre e hijo, no se puede negar que Sebastián se ve tan tierno con Miguel prácticamente encima y abrazado a él; seguí mi camino a la cocina por mi vaso de agua, el cual serví y luego me senté a mirar por la ventana, la abrí un poco para respirar el aire puro y fresco de la noche que hace muy bien al cuerpo y a la mente... Cerré la ventana y volví por un poco más de agua y me quedé parada observando la bella noche, suspiré... De pronto sentí su abrazo y claro que me asusté un poco, pero debo admitir que este acto lo extrañaba inmensamente y todo lo que más tarde pasó lo extrañaba mucho más, pero cuando desperté muy temprano me di cuenta de que todo fue real y no un sueño como lo pensaba...

Me asusté mucho al despertar abrazada al cuerpo desnudo de Sebastián que mi mente fue automática al pensar en lo que diría nuestro hijo y luego no pude evitar pensar en lo que diría la fastidiosa de Lisbeth... ¡Dios mío! Ahora sí es verdad que esa mujer no me dejara en paz, pero, por otra parte, sería bueno que se entere para que se quite la venda de los ojos y deje de creerce la mujer más importante en la vida de Sebastián...

- Tranquila mi amor! Respira --dice mientras me abraza y me da un tierno beso, el cual no pude resistir porque yo amo demasiado a este hombre y lo extrañaba de esta forma--

- Sebastián, tienes que irte... Miguel se va a despertar pronto y... ¡Ay! No, que va a pensar de nosotros, de esto... Esto no puede volver a pasar... --digo mientras me levanto y empiezo a vestirme, estoy tan nerviosa pareciera que hubiese cometido un robo--

- Abbi! Mi amor relájate... Ven respira, Miguel estará muy contento porque estamos juntos --me dice mientras se sienta en la cama tan tranquilo--

- No Sebastián! Tú y yo estamos divorciados y... Tú, tienes otra relación...

- Hasta cuando te voy a decir que entre Lisbeth y yo ya no hay nada...

- Eso no es lo que ella dice.

- Abbi...

- Sebastián es hora de que te vayas...

Salí de la habitación al cuarto de lavado que es mi escondite preferido, así me ocupaba en algo mientras Sebastián se iba; la verdad no estoy nada confundida porque mi amor hacia él no ha disminuido más bien creo que ahora lo amo mucho más, pero ahora como haré para mirarlo a la cara después de la noche tan romántica y especial que pasamos juntos...

Sebastián regresó en la tarde por nuestro hijo y yo traté de no mirarlo mucho, los dejé solos en la sala, fui a hacer tiempo en otras cosas y entonces al rato me di cuenta de que habían ido por el paseo y los helados que Miguel le estaba diciendo a su padre; regresaron unas horas más tarde para la cena...

- Papá quédate a comer!

- Miguel! Hijo tu papá tiene otras cosas que hacer... --digo tratando de sonar lo más tranquila posible--

- Papá! --Miguel lo tomo fuerte de la mano-- Verdad que eso lo puedes hacer luego y te quedas a comer con nosotros? --Sebastián me miró como disculpándose, pero como negarse a los tiernos ojos de nuestro hijo que prácticamente le estaba rogando para que compartiera la cena, algo que ya tenía un tiempo sin hacer--

- Está bien!

- Bravo! --mientras aplaudía emocionado-- Mi papá si me quiere...

- Miguel por qué dices eso? --le pregunto sorprendida--

- Mami es que en la escuela los niños dicen que cuando los padres se separan es porque ya no quieren a los hijos.

- Eso es mentira mi príncipe, esos niños no saben lo que dicen. Mira, ahora yo estoy con ustedes, te adoro a ti y a tu mamá.

- De verdad papá?

- Sí hijo, te amo --mientras lo abrazaba-- Ya vamos a comer que se te va a enfriar la comida.

Les serví la comida y Miguel se veía tan contento, me quedé sorprendida con ese comentario y la verdad que no se me había pasado por la mente, pero ciertamente hay familias que si pasan por ese duro proceso y lamentablemente si hay padres que se olvidan completamente de sus hijos, pero gracias a Dios este no es el caso de mi hijo, pero ahora... ¿Que sigue? No lo puedo engañar diciendo que todo será como antes, sabiendo que su padre y yo estamos separados y bien divorciados, pero nos seguimos amando...

- Alice ahora que voy a hacer?

- Que más vas a hacer amiga? Puedes repetir la noche, si quieres yo les cuido a Miguel --mientras dice de lo más divertida--

- No ayudes tanto Alice!

- Te estoy dando una buena solución, amiga tú y Sebastián se aman se les nota en la cara de estúpidos que tienen cada vez que se ven, ahora yo no entiendo por qué se divorciaron y por qué siguen separados? --iba a decir algo, pero ni siquiera me dejó abrir la boca-- Ah! ¿Ya sé por qué? Porque mi amiga aquí presente es una verdadera tonta que prefirió dejarle el camino libre a la ridícula de Lisbeth y hechar a la basura su matrimonio... Yo entiendo que te engaño, amiga no es el primer hombre que engaña, pero por lo menos no te lo negó en tu cara ni tampoco te culpó por el grave error que cometió...

- Alice, esto es un poco difícil --digo sentada en el mueble con las manos en mi cabeza-- Después de todo lo que vivimos esa noche como voy a hacer para tenerlo tan cerca?

- Fácil! Mi propuesta sigue en pie, yo cuido de Miguel y ustedes disfrutan su reconciliación.

- Alice?

- Qué? No sería mala idea, así por fin Lisbeth se da cuenta de que ella no significa nada en la vida de Sebastián...

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...🌻❤️🇻🇪🤔...