Tu indiferencia me hizo fuerte. Siempre te dije la verdad y no me creíste. Ahora que lo sabes es tarde, no vengas a pedir una oportunidad porque no la habrá. Los papeles se han invertido, ahora yo soy la indiferente, la poderosa. Ya no soy más LA HIJA DEL JARDINERO
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CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO
Finalmente llegó el día más esperado en mi vida. Hoy se celebra la ceremonia de graduación 🎓 de Médicos Cirujanos. Somos 80 estudiantes los que estamos en el Auditorio de la Facultad de Medicina de París.
El padrino de la generación felicitó a todos los graduandos, ya que a partir de este momento pasaríamos a sumarnos como grandes médicos, teniendo en nuestras manos un gran compromiso por mantener la salud.
Además, la Facultad de Medicina distinguió a los primeros cuatro lugares de la generación, otorgándonos un reconocimiento y un amuleto académico.
1o. Lugar: SABRINA MILLER. 1er lugar de la generación Auditorio Polivalente.
Luego del juramento hipocrático, dirigí unas palabras en nombre de todos los graduandos y entonces ya éramos licenciados. Finalizó postgrado, tesis, noches sin dormir. Objetivo logrado.
Padreeeeeeeeee...
Todo era felicidad aquel día. Todos los mios, a excepción de David, estaban allí. Nos reunimos en un Salón de Fiestas de la ciudad de París y allí bebimos, bailamos, cantamos y disfrutamos de mis triunfos, los triunfos de Kevin, Annie y Lukas.
Cada uno tomó la palabra y dijo lo que quería. Mi padre y yo reíamos, llorábamos, abrazados sentíamos qué éramos los dueños del mundo. Cuando fue mi turno de hablar, les conté que no solo acababa de terminar una carrera. Había terminado CUATRO.
Les expliqué que también hice cuatro años de canto, danza contemporánea y piano. En la clase de canto vi solfeo y composición por lo cual había noches que la pasaba creando canciones.
Más de ocho años de intenso estudio, sacrificios, pero finalmente, la época de estudiar había terminado para mi. Aunque es obvio que un médico siempre se debe actualizar, lo mismo que un pianista, ahora ya será con menos presión.
Ahora si a trabajar y a poner en práctica todo lo aprendido. Pero antes de empezar mi faceta laboral quería hacer un largo viaje con mi padre. Habíamos estado distanciados y yo quería mostrarle el mundo, verlo sonreír y que se sintiera muy orgulloso de su hija.
Los lugares escogidos por mi padre se centraron en Estados Unidos y los míos en la parte asiática : Corea del Sur. Allí la cirugía plástica y la música son reinas, así que no solo iría a Corea de turismo sino en plan de sondeo para futuros proyectos. El otro país escogido por mi, fue Japón.
Un mes, un mes hermoso al lado de mi amado padre. Lo llené de experiencias, regalos y amor, mucho amor. Entonces mi padre me preguntó : —Y ¿ahora qué hija? Y no supe responder. ¿Francia o Inglaterra?
...Cuando estábamos deliberando acerca de esto, llegó una llamada que le daría un gran giro inesperado a mi vida por los siguientes tres años. ...
...****************...
—¿Sabrina hija?
—Si padre Peter, ¿te sientes bien?
—Si hija, es solo que necesito hablar algo contigo, por eso quiero saber si vas a venir a Londres en los próximos días?
—¿Es urgente?
—Para mí, sí...
—¿Me puedes adelantar algo?
—No hija, prefiero hablar personalmente contigo. ¿Qué me dices?
—La verdad no pensaba ir todavía, pero si es urgente lo que me quieres decir, entonces iré. Te llamo en cuanto llegue padre, un beso.
No podía imaginar ni remotamente lo que me iba a proponer el Dr Peter. Aquel viernes llegué a la mansión luego de largos ocho años de haber partido de allí. Los recuerdos, las sensaciones iban y venían. Pero, aunque la inquietud me embargaba, una extraña paz me tranquilizaba.
Cuando toqué la puerta del despacho del Dr Peter, este me invitó a pasar y cuál no sería mi sorpresa al encontrar allí de frente al escritorio a David. Este se giró y al verme se levantó con cortesía para saludarme.
Igual le respondí con educación. Le extendí mi mano y le dije —Hola David, ¡qué sorpresa! Nos sentamos de frente al Dr Peter y esperamos que empezara a hablar.
—David, Sabrina, el propósito de reunirlos es para lograr llegar juntos a un acuerdo donde podamos detener la inminente ruina de la clínica. Sin entrar en detalles o culpas sé que uds dos juntos pueden hacer mucho.
—No entiendo, dije..
—Verás hija. Tú estás recién graduada de médico cirujano y tendrás que hacerte de pacientes lo cual llevará un largo tiempo. En cambio si tú te posicionas al frente de mi clínica, ya tienes allí una gran cantidad de personas que conocen y tienen confianza en nuestra institución.
—Tendrías que ir de la mano de David pues él sería la figura representativa de esa confianza. Todos lo conocen, saben que es mi hijo, conocen de la magnifica trayectoria de reconocimientos que hemos cosechado a través de los años. ¿Me vas entendiendo?
—Y ¿cómo es eso de que yo "iría de la mano de David? “
—Hija, me refiero a que uds deberían ser esposos por un tiempo para dar ese paso.
Los dos saltamos con incredulidad. David se enfureció porque le pareció una payasada. El Dr Peter le empezó a recriminar su falta de interés, su descuido, su falta de ética profesional pues no solo había fallado como administrador sino como médico. Su total abandono al patrimonio familiar. La brutalidad de morder la mano del que le da de comer.
Fue tanto el disgusto entre esos dos que al Dr Peter le dio un pre infarto. De inmediato le exigí a David que se callara mientras trataba de reanimar al pobre hombre. Luego de un tiempo él se empezó a sentir mejor, pero continuaba insistiendo en el mismo asunto.
Tuve que intervenir y poner a los dos en su sitio. Si me permiten, voy a dar mí humilde opinión.
—Habla hija..
—Veo la lógica en lo que dices padre.
—Eso era de imaginar..
—Escucha David, a mi no me mueve ningún interés en este asunto, salvo el de ayudar a TU PADRE y recuperar la clínica. . Escucha padre. Para ayudarte no necesito "ir de la mano de tu hijo". Vengo en otro momento y nos ponemos de acuerdo. Buenas noches.
—Sabrina, hija, no te vayas. Estoy absolutamente seguro que tú sola lo puedes lograr, no tengo la más mínima duda. Pero no es justo que solo tú te preocupes. DAVID, este asunto no le concierne a ella, esto es un asunto exclusivamente tuyo, pero no te ha dado la gana hacer NADA.
—Si continúo dejando todo en tus manos David, ya no habrá más nada que hacer. Por eso les ruego a los dos que unan sus esfuerzos por un tiempo. Tres años serán suficientes para que todo vuelva a la normalidad o mejor aún supere la época dorada de la clínica.
—Sabrina hija, sé que esto no lo esperabas porque tienes una vida por delante para seguir cosechando éxitos. Yo en cambio, estoy en una edad donde es poco lo que puedo esperar. La ruina de la clínica es un peso muy grande que no puedo soportar. Les ruego a los dos que lo piensen bien.
—Esto no sería un matrimonio de verdad hijos. Uds hasta podrían vivir en la misma casa y, sin embargo, tener vidas separadas.
—¿Qué locura es esta Dr Peter?
—Igual que la dra, yo también creo que esto es una locura padre, que tú no estás bien. La edad te está afectando seriamente.
—Sabrina hija, ahorita en la clínica todos se creen con derecho de ordenar, de cambiar y de opinar. Hay muchos generales y nadie obedece a nadie. Si tú te presentas para hacer algún cambio, nadie te va a obedecer, más aún cuando se enteren de que eres recién graduada.
—En cambio, si tú te presentas de la mano del hijo del mayor accionista y fundador de la clínica, serás respetada y escuchada. ¿Me entiendes?
—Entiendo.
—¡Qué cómodo! ¿Verdad padre?
—Cierra la boca David, ¿tú no entiendes que el mayor beneficiado serás tú?
—Y ¿qué le darás a cambio padre? Solo le darás pacientes para que juegue a la doctora?
—Escucha David, me cansé de tu imbecilidad. O tú aceptas con respeto este trato con Sabrina, o en este instante David te largas al lado de tu madre y de tu hermana. ¿Sabias que ellas son tan carentes de cerebro, que todo lo que se llevaron con el divorcio lo han gastado en lujos innecesarios y están a punto de pedir limosna?
—Tu madre David, quiere volver conmigo porque están pasando hambre, y allí vas tú sí no piensas bien en lo que harás los próximos tres años de tu vida...Así que te exijo respeto para mi y para Sabrina.
—No exageres padre, ni te alteres. Continúa hablando, la doctora y yo estamos impacientes..
—Sabrina hija, la última palabra la tienes tú. Escúchame bien y toma nota para que redactes el documento de matrimonio. Te cedo el 50% del valor de la clínica, con todos sus beneficios.
—Tengo una casa a diez minutos de aquí. Es una casa que pertenecía a la nobleza de este país pero que fue abandonada. Yo la compré para repararla y venderla, pero nunca lo hice. Hija, acá está la llave, la casa es para uds dos. La mitad para cada uno. Restáurala a tu gusto, es una preciosidad y muy cómoda.
—Los títulos de propiedad y las acciones las tiene mi abogado. Ponte de acuerdo con él y haz el contrato de matrimonio a tu gusto. Al llegar a los tres años, debes escribir que serán libres y cada cual puede ir por su lado.
—Los espero acá en este despacho dentro de 8 días y a la misma hora. Citen al abogado y al juez así se casan de una vez ese mismo día. Si lo desean, les regalaré un viaje a París así se van conociendo mejor y llevan la fiesta en paz.
—Caray Dr Peter, no es un favor lo que pides, es una orden. Para mi no es fácil regresar a Inglaterra y encontrarme con esto. Tenía otros proyectos para el resto de mi vida y esto es como un retroceso inesperado. Por favor, le pido más tiempo para pensar bien antes de tomar una decisión. ¿Le parece?
—Tómate tu tiempo hija, pero por favor acepta.
—Esta bien, buenas noches, permiso.
—Buenas noches esposita....
—Idiota...