Ella necesita un esposo para poder obtener la herencia que le dejó su abuelo, a él le quieren imponer un matrimonio. Un momento de confusión los hará conocerse y él aprovechará esa oportunidad para escapar del matrimonio que no desea, sin saber que gracias a ella también obtendrá la libertad que tanto ansiaba.
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Dudas y decisiones tomadas.
La luz de la mañana se filtraba suavemente por las cortinas del pequeño comedor, creando un ambiente acogedor mientras Annia y Kyle disfrutaban del desayuno juntos. Los últimos días habían sido tranquilos y llenos de pequeñas revelaciones, y Annia se sentía cada vez más cómoda en la compañía de Kyle.
Kyle, que estaba terminando su café, miró el reloj y se dio cuenta de que debía irse pronto. Se levantó y comenzó a recoger sus cosas, preparándose para salir.
-Tengo que irme, Annia. Tengo una sesión de fotos esta mañana- dijo, sonriendo mientras colocaba su taza en el fregadero.
Annia, que estaba untando mermelada en una tostada, levantó la vista con curiosidad.
-¿Una sesión de fotos? Eso suena interesante. Pero ahora que lo mencionas, me he dado cuenta de que nunca he visto ninguno de tus trabajos de publicidad. ¿Dónde suelen publicarse?- preguntó, tratando de sonar casual, aunque la curiosidad era evidente en su tono.
Kyle se detuvo por un momento, pensativo, antes de responder.
-Bueno, la mayoría de mis proyectos son para campañas internacionales. No suelen publicarse aquí. Trabajo mucho con clientes en Europa y Asia, por eso es probable que no hayas visto nada- dijo él, con una sonrisa tranquilizadora.
Annia asintió, aceptando su respuesta aunque una pequeña duda persistía en su mente.
-Ah, entiendo. Eso tiene sentido. Debe ser emocionante viajar tanto por trabajo- comentó, tratando de mantener la conversación ligera.
Kyle sonrió y se acercó a ella, dándole un suave beso en la frente.
-Sí, puede serlo. Pero también es agotador. De todas formas, debo irme. Nos vemos más tarde, Annia. Cuídate- dijo, tomando la llaves de un coche sencillo que James le había conseguido y dirigiéndose luego hacia la puerta.
Annia se levantó para despedirlo, sonriendo mientras lo veía salir.
-Nos vemos. Que tengas un buen día en la sesión de fotos- le dijo, cerrando la puerta detrás de él mientras se le escapaba un suspiro.
Cuando la puerta se cerró, Annia se quedó en silencio por un momento, reflexionando sobre la conversación que acababan de tener. No podía evitar sentir una pequeña chispa de inquietud en su corazón. Aunque la explicación de Kyle sonaba razonable, no podía evitar preguntarse si había algo más que él no le estaba contando.
Decidida a no dejar que la duda la consumiera, Annia decidió distraerse con sus propios proyectos. Se dirigió al estudio y se sumergió en sus bocetos, perdiéndose en su creatividad. Las horas pasaron rápidamente mientras dibujaba, sintiendo la familiar tranquilidad que siempre encontraba en su arte.
A medida que avanzaba el día, Annia recibió un mensaje de su amiga Cloe, invitándola a almorzar. Agradecida por la oportunidad de salir de la casa y despejar su mente, Annia aceptó la invitación. Se arregló rápidamente y se dirigió al pequeño café donde solían reunirse.
Al llegar, encontró a Cloe ya sentada en una mesa, esperándola con una sonrisa.
-¡Annia! Me alegra verte. ¿Cómo estás?- preguntó Cloe, abrazándola brevemente antes de sentarse de nuevo.
-Hola, nena. Estoy bien, solo necesitaba un cambio de escenario. ¿Y tú?- respondió Annia, sentándose frente a ella.
Cloe asintió, comprendiendo.
-Estoy bien. Me alegra que hayas venido. Cuéntame, ¿cómo va todo con Kyle?- preguntó, con sus ojos brillando de interés.
Annia sonrió, recordando las recientes interacciones con Kyle.
-Va bien, creo. Hemos estado pasando mucho tiempo juntos y me siento más cercana a él. Pero... -dudó, mordiéndose el labio.
Cloe levantó una ceja, notando la vacilación en su amiga.
-¿Pero qué? ¿Que es lo que te preocupa?-preguntó, alentándola a continuar.
Annia suspiró, decidiendo ser honesta.
-Es solo que a veces siento que hay algo que no me está diciendo. Hoy me dijo que tenía una sesión de fotos, pero me di cuenta de que nunca he visto ninguno de sus trabajos. Me dijo que son para campañas internacionales, pero no sé... algo no cuadra del todo- confesó, sintiéndose aliviada al compartir sus inquietudes.
Cloe la miró con comprensión.
-Entiendo lo que sientes. A veces, las cosas pueden parecer un poco extrañas. Pero también creo que Kyle está tratando de ser honesto contigo, de la manera que puede. Tal vez deberías hablar con él sobre tus dudas, directamente- le sugirió, su tono suave pero firme.
Annia asintió, sabiendo que Cloe tenía razón.
-Tienes razón, Cloe. Debería hablar con él. Gracias por escucharme, amiga- le dijo, sonriendo agradecida.
Pasaron el resto del almuerzo hablando de cosas más ligeras, riendo y disfrutando de la compañía mutua. Cuando llegó el momento de irse, Annia se sintió más clara y decidida sobre cómo manejar sus sentimientos.
Esa noche, cuando Kyle regresó a casa, encontró a Annia en la sala, trabajando en unos bocetos de moda. Al verlo, ella sonrió, dejando sus materiales a un lado.
-Hola. ¿Cómo te fue en la sesión de fotos? - preguntó, acercándose a él.
Kyle sonrió, sintiéndose aliviado de estar de vuelta.
-Fue bien, gracias. Un poco cansado, pero productivo- respondió, abrazándola suavemente.
Annia se relajó en sus brazos, sintiendo que tal vez, después de todo, sus dudas eran infundadas. Pero sabía que, en algún momento, tendría que abordar sus inquietudes de manera directa. Por ahora, decidió disfrutar del momento y la compañía de Kyle, confiando en que la verdad saldría a la luz a su debido tiempo.
La noche transcurrió tranquilamente, con Kyle y Annia compartiendo una cena sencilla y disfrutando de una película juntos. A medida que se acomodaban en el sofá, Annia se permitió relajarse, sintiendo que, aunque había desafíos por delante, estaba lista para enfrentarlos con Kyle a su lado.
Entonces, él dijo algo que ella había olvidado.
-¿Recuerdas que tenemos una charla pendiente? - indagó él, ella lo miro sin comprender y mordió su labio con nerviosismo- ¿No te acuerdas? - insistió él pasando saliva y conteniendo sus deseos de besarla y ser él quien mordiera ese labio- Sobre tu prima- le recordó.
-Ah, eso- dijo ella con pocas ganas- ¿Qué quieres saber?
-¿Por qué no me contaste que ella y tú ex prometido te querían muerta? - preguntó.
-¡Aahh! - suspiro ella- No me parece muy bien tema andar contando que la única familia que tengo no me quiere viva.
Él puso ver en su rostro un dejo de nostalgia e instintivamente le tomó la mano.
-Eso no es así- le dijo- ellos ni siquiera son tu familia, por lo que sé Elena no comparte tu sangre- agregó.
-¿Y tú como sabes eso? - preguntó ella dudando, Kyle se quedó mirándola mientras pensaba que responder al respecto.
-Pues... James- dijo- James me contó que le pareció conocerte cuando le dije tu nombre y obviamente como todo chismoso que se respete hizo algunas averiguaciones- le explicó tratando de sonar convincente, ella ladeó la cabeza.
-¿Tu agente me investigó? - preguntó Annia con su rostro lleno seriedad.
-¡No, no, no! - exclamó él poniéndose nervioso, ella arqueó una ceja- bueno, sí. Pero no fue con malas intenciones.
-Lo sé, entiendo- replicó ella.
-¿De verdad? - dijo él.
-Sí, es lógico que tu agente quiera saber con quién estás involucrado- respondió Annia.
-¿Y no estás enojada por eso? - preguntó Kyle, ella negó con un movimiento de su cabeza- ahora ¿vas a contarme sobre tu ex y tu prima?
Annia suspiro como si hubiera sido derrotada en algo y tras asentir le contó todo lo ocurrido desde su noviazgo con Marcos, sus esperanzas por casarse con él, la relación extraña que tenía con Elena, hasta el fatídico día en el cual casi pierde la vida gracias a esos dos. Kyle, asentía confirmando cada cosa que James había descubierto- ¿Ya lo sabías? - indagó ella.
-Algo- respondió él- Pero como ya te había dicho antes, no debes preocuparte. Yo voy a encargarme de protegerte y te voy a ayudar en todo lo que necesites.
Ella le regaló una sonrisa, mientras en su interior los sentimientos se arremolinaban y mezclaban sin darle treguas.
Por su parte, Kyle, se propuso ayudarla en todo, mantener alejados a Marcos y Elena, al menos hasta que Annia pudiera reclamar su herencia.