El Reinado De Juliette

Al terminar de desayunar Juliette  y Emir salieron afuera con la intención de volver al castillo para ver a Cyrus. Pero  una palomita blanca se asentó en el hombro del pelirrojo. Ambos se miraron extrañados cuando vieron que con su pico sostiene una carta destinada a uno de ellos. Emir la abrió para leer su contenido el cual era el siguiente:

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^^^Ino Deseon, 17 de Enero de 1582^^^

Para Emir:

Te escribo esta carta para pedirte un favor. Necesito que Juliette asista a un evento en cuenta mía, y como no confío en que pueda ella sola espero que puedas acompañarla. Es un evento importante al que me encantaría asistir pero lamentablemente mi salud no me lo permite. Aun así espero mejorar pronto pero de todas formas no le menciones lo último a Juliette. No quiero que se preocupe y vuelva a deprimirse  pues parece que se está recuperando lentamente de lo anterior. Espero tu respuesta.

Cyrus Knight.

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Al terminar de leer lo último trato de esconder la carta de los ojos de la albina. Esta lo miró con sospecha y se tardó en acercarse para interrogarlo.

— ¿Quien la mando? ¿Qué decía?

— Es de Cyrus. Nos pide que asistamos a un evento en cuenta suya — Dijo mientras escribía en la misma carta.

— ¿Por qué no asiste el?

— Tiene otros asuntos que atender.

— Tsk… ¿De qué trata este evento?

— Aún no lo sé — Emir acarició a la palomita y le entregó la carta. 

— ¿Qué le diste? — Pregunto confundida la joven mientras veía como el ave se alejaba

— Mi respuesta. Le dije que asistimos — Contestó el pelirrojo. La albina lo miró como si ganas a lo que él le respondió:

—  ¿No te gusta la idea? Tal vez te encuentres con el chico de la última vez — Rodeo los ojos expresando disgusto. La joven se sonrojo y se puso nerviosa.

— ¿Per…Pero qué dices? ¡¿Qué chico?! — Preguntó como si no supiese nada.

— Basta ya, no hace falta que lo ocultes. Si te gusta alguien no tienes porque esconderlo — El rostro de Emir se entristeció un poco y luego con una vaga sonrisa dijo: No es nada malo ¿Si?

Juliette al principio se sorprendió de aquella palabras pero logró percibir tristeza en Emir y se preocupó por el.

— ¿A ti también te gusta alguien? — Preguntó la joven, provocando que el pelirrojo se sorprendiera.

— S-si…pero… 

— ¿Y si no es nada malo porque lo ocultas? Parece que a ti realmente te hace mal que te guste ese

lguien. ¿Por que no se lo dices?— Cuestiono la albina a lo que Emir no supo si responder

— No es algo que yo pueda decidir.

— ¿Y eso por qué? — Insistió la joven.

— Es simplemente algo que no puede ser. Por eso no se lo dije.

— ¡¿Te rendiste antes de siquiera intentarlo?!  Eso no es propio de ti. Creo que es posible que le gustes. Eres muy buen amigo y tienes muchísimas buenas cualidades. No entiendo porque alguien no querría salir contigo. 

— “Amigo” — Se dijo a sí mismo — ¿Y tú saldrías conmigo? — Pregunto prediciendo la respuesta.

— ¡Claro! ¡Pero no soy yo! JAJAJA

Emir suspiró y cuando estaban por seguir con el tema la paloma volvió con otra carta. 

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— Hay mucha gente aquí~ — Expresó con asombro la albina mientra miraba a todos lados

— Lo hay, así que mantente cerca.

— ¿De qué se trata el evento? ¿Qué tenemos que hacer? — Preguntó curiosa la joven.

— Es un evento donde las personas muestran sus inventos o mejoras de productos ya elaborados con la intención de que alguien invierta en su producción o simplemente compren sus productos.

— Claroooo — Juliette trató de convencer a Emir de que había entendido lo que había dicho. Pero el joven se dio cuenta al instante.

— Olvidé que estaba hablando con la señorita cabeza de pan tostado. Venimos aquí para comprar cosas que le sirvan a nuestro reino.

— ¡Oh, tan simple! ¡Lo hubieses dicho antes! — Codeó la muchacha a su acompañante.

—  ¿Venimos a buscar algo en especifico?

— Pues…

Emir fue interrumpido por uno de los comerciantes allí presentes.

—  ¡Una joven pareja!

— No lo somos —  Sonrió con total sinceridad Juliette.

— Oh, Mis disculpas — Expreso el hombre.

— No se preocupe, puede pasar — Contestó la joven mientras el pelirrojo soltó un suspiro.

— De cualquier forma, Joven ¿No está interesado en proteger a esta jovencita? ¿Qué le parece si le ofrezco algo para poder lograrlo? ¡Es una de mis más recientes creaciones! ¡Es un arma extremadamente filosa! — Dijo el hombre mientras mostraba orgullosos una gran y brillante espada.

Los ojos de Juliette brillaron al ver aquello. Emir se apresuró a tapar sus ojos con sus manos.

— Muchas gracias pero no lo necesito. Ella puede protegerse sola — Sonrió cortésmente y se retiró del lugar con la joven quien no paraba de mirar atrás.

— ¡Yo si la quería!~ — Se quejo.

— No la necesitas. Estas de baja, no puedes usarla se oxidará en un rincón de tu habitación.

— Tks… Puedo limpiarla.

Esta conversación surgió mientras caminaban entre los puestos y personas allí presentes. A lo lejos Juliette pudo sentir la mirada de una persona.

— ¡Oh, Emir! ¡Cuánto tiempo! — Saludo a un hombre algo mayor.

— Sr. Steve ¿Cómo ha estado? — Sonrió con sinceridad el pelirrojo.

— Muy bien, muy bien —  ¿Quién es la jovencita que te acompaña? —  Le susurro curioso el hombre.

— Es solo una amiga.

— Es esa amiga — Miro aun con ganas de molestarlo.

— Se equivoca, es realmente una amiga.

— Yo decía lo mismo con Noelia y mira, ya estamos casados — Se encogió de hombros el mayor.

— Aunque quisiese que fuera algo más es imposible asi que solo somos amigos.

— La juventud de hoy es tan reservadaaa. En fin. Hay algo que quiero enseñarte es mi nuevo invento.

— ¡Wow! ¿Qué es? — Preguntó curiosa la joven asomando su cabeza cerca de ellos.

— Es simple. Mira — Señalo un pequeño objeto, redondo que cabía en su mano — Aprietas este pequeño botoncito del medio y ¡Wala! — Al presionar el botón una especie de pantalla apareció sobre el mismo. Como si fuese proyectado por este.

— ¡Wow! ¡Hace luz! — Se alegró confundida la joven.