Shopia estudiante de enfermería es engañada por su gran amor, sin querer conoce a un familiar de su ex, con quien conocerá la otra cara del amor.
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Caos
No se si yo era la que actuaba como una boba por mi edad, o a Derek le faltaba un poco de madurez. Lo que si sabía era que la vida me estaba poniendo algunos desafíos. Tenía algunas cicatrices que aún tenían que sanar. La mañana se veía hermosa para ser desperdiciada, llame a Selin para ir a dar una vuelta. Cuando estaba por abrir la puerta para irme alguien tocó el timbre. Una mujer con tacones y con un vestido muy encantador estaba parada frente a mí.
— Hola, ¡tu debes ser Shopia!— me dijo con su vos angelical.
—Sí, soy Shopia, y tu debes ser Zaíra— le hable cordialmente.
—Si, perdón por lo de ayer, enserió pensé que eras Mónica.
—No te preocupes, estoy de salida y quieres puedes pasar, Derek está aún durmiendo.
— Es la primera vez que vengo a su departamento, no quiero perderme, le podés decir que estoy aquí por favor.
— Ven pasa, esta es la sala— le mostré el lugar.
— Es muy bonito.
—También pensé lo mismo.
— Shopia, perdón por amar a Derek, no pienses que quiero interferir entre ustedes, Derek y yo nos conocemos hace mucho, estoy enamorada de él, no sabía lo de ustedes.
— No te preocupes, esto es solo temporario, pueden vivir su amor tranquilamente, Derek y yo solo nos casamos por el bebé, yo se lo pedí como un gran favor, una vez que estabilice mis cosas, haré mi camino, me haré a un lado.
— Shopia no quiero ser la mala de la historia, puedes verme como una amiga.
Zaíra era una mujer muy buena y encantadora, ahora entendía por qué Derek fue a verla en la noche.
Cuando estaba por decir algo Derek se levantó, nos vio hablando, se puso algo nervioso al vernos juntas, su corazón se aceleró de forma distinta.
Me despedí de Zaíra y me fui, Selin me esperaba en el parque Centenario para tomar unos mates y ponernos al día.
Dos noches de pasión no harían que me enamoré de él, solo me recordaban los errores atroces que había cometido. Odiaba la idea de compartirlo con otra mujer, porque sabía que su piel me entretenía, pero ahora me tenía que abstener a tener sexo con él.
Deje el auto en el estacionamiento, Selin vino a alcanzarme.
— ¿Por qué traes esa cara?— me preguntó después de saludarme.
— Derek tiene novia, ahora ya no podre tener más clases de sexo— le respondí algo bajoneada.
— Shopia, ¿te enamoraste de tu marido?
— No estoy enamorada, aun pienso en Ezequiel de vez en cuando, solo me gusta cuando Derek me toca.
— Derek es un hombre muy atractivo, ¿no crees que tengan una posibilidad?
—No puedo enamorarme de alguien que ya tiene otra persona.
— ¡Hay amiga!..., no me gustaría ni un segundo estar en tu lugar.
— Mi vida es un caos, que no se por donde empezar para que todo sea más llevadero.
— Vuélvete amiga del padre de tu hijo, así ambos se irán conociendo.
Selin tenía razón, tenía que acercarme a él para conocerlo y saber que tipo de padre tenía mi hijo. Me propuse ganarme su confianza.
Derek y Zaíra, fueron a desayunar cerca del departamento, cuando se despidieron Zaíra tomo un taxi y se marchó, yo estaba viendo todo por el parabrisas del auto, porque el semáforo me detuvo, Derek cruzaba la calle cuando un auto fue contra él y se lo llevó por delante, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, era una maldita pesadilla que me quedé en Shock, no podía reaccionar, los autos me bocinaban para avanzar, pero tarde un tiempo en volver en sí, estacione el auto, y corrí hacia Derek, mucha sangre derramada por el suelo hizo que mi corazón sintiera un miedo extraño por primera vez. Un policía llamó a emergencia y la ambulancia vino enseguida, no me permitieron tocarle, dije que era su esposa y me dejaron subir al auto, cuando estaba en la camilla tome su mano, y me puse a llorar. Tenía miedo que le pasara algo. Cuando llegamos al Hospital le metieron a una sala, no pude ir tras de él.
La madre de Ezequiel iba con su chófer a un control médico al hospital, cuando vio que Derek cruzaba la calle, le ordenó a su chófer que no parará.
— ¡Señora no puedo hacer eso!...— sorprendido le contestó el chófer.
— Si no lo haces, tus hijos no tendrán que comer, así que aumenta la velocidad, es una orden— grito la señora.
El chófer asustado con la amenaza piso el acelerador, hasta que sintió el cuerpo de Derek con el parachoques del auto, avanzó sin parar.
Mi angustia de no saber que pasaba en ese quirófano me mataba, llame a mi madre para contarle lo sucedido, ella vino enseguida.
— ¿Aún no te dijeron nada mi amor?— me preguntó y brazó al verme.
— Nadie me dice nada mamá, estoy muy angustiada.
—Todo saldrá bien mi amor, no te preocupes, trata de estar tranquila, que llevas a mi nieto.
— Eso espero mamá.
Se sentó a mi lado para hacerme compañía.
— ¿Cómo estuvieron estos días?, ¿te trata bien?
— Es difícil acostumbrarse a un desconocido, extraño mis cosas, extraño mi vida y te extraño a ti mamá.
—Mi vida, también te extraño, la casa sin tu risa se siente vacía, pero ahora tu lugar está con tu marido y tu hijo.
— Mi marido no me quiere.
— ¿Y vos quieres a tu marido?
— No se si lo quiero, pero ahora estoy aquí preocupada por él.
—Mi niña, el amor se da en miles de formas, con el tiempo lo sabrás.
— Siempre pensé que me casaría con Ezequiel, tantas cosas habíamos planeado, hasta ya teníamos los nombres de nuestros hijos, sabíamos donde viviríamos.
— La vida es una cajita de sorpresas, jamás sabemos cuando el destino decide por nosotros, Derek apareció en tu vida de la nada, ahora llevas un hijo de él en tu vientre, tal vez tu eras su destino. Pero eso lo vas a descubrir con el tiempo.
—Derek es alguien solitario, por lo que escuché no tiene a nadie más que su hermana.