Leonardo Mendoza se reencuentra después de muchos años bajo circustancias adversas, con la mujer que siempre deseo para él desde el momento que sus miradas se cruzaron, y que por situaciones que él aún desconoce ella lo rechazó...
Más ahora aprovechará tenerla nuevamente cerca para conquistarla, porque para él es evidente que ella aún se siente atraída por su presencia...
. - ¡Esta vez si serás para mí, mi negra hermosa...!
ESPERO DISFRUTEN DE ESTA NUEVA HISTORIA DE AMOR... SALUDOS Y BENDICIONES 😉 🙏 😘
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CAPÍTULO XIV LA VERDAD
No espere verme con Leonardo hoy nuevamente, menos en este momento en el que me siento tan vulnerable, y tan culpable, y Dios bendito, su manera de consolarme no ayuda mucho, porque a pesar de que su contacto y tacto me relajan también me inquietan, una contradicción absurda de explicar, pero así es…
Leonardo no solo me pone nerviosa por su presencia en general sino por lo que sé y no puedo decirle, bueno por favor Natalia, de poder puedes, debo admitir, que si quisiera ser sincera con él debería poder decirle, pero no puedo, y no solo por lo que vaya a pensar de mí, que me avergüenza totalmente, sino ahora también por David. Todavía me sigo cuestionando; Cómo fue que no analicé y me dejé influenciar en la locura de mover ese paquete de casa y no hacer lo correcto…
Ahora estamos más enredados que nunca con esta situación y por la manera tan firme y seria de literalmente obligarme a hablar con él, sé que ya se ha enterado de algo, y si es así, no tengo ojos para verlo a la cara…
No me quedo más que seguirle la cuerda y guiarlo al apartamento, y esta vez me tocará darle una taza de café bien grande, y no sé qué me vaya a decir, pero trataré de ser lo más sincera que puedo, tampoco él se merece este trato. Hace un momento su preocupación genuina me conmovió mucho, y debo dejar de ser una ingrata.
. – Adelante... – Cuando entra y va directo al sofa a sentarse, como si lo hubiese invitado a hacerlo, pienso en lo largo que esto va a ser - ¿Quieres un café?
. – El que va a dar no pregunta – Lo miro en serio con ganas de golpearlo, que le pasa, un momento esta serio, dominante y mandon, y otro tan odioso…
. – Leonardo…
. – Por supuesto que si Natalia, quiero un café… - Me iba a voltear para ir a la cocina cuando hablo nuevamente - Siempre que no sea en la tacita de la Barbie…
Lo miré y la sonrisa que tenía en sus labios me hizo olvidar lo que pensé decirle, ¡Dios, no puede ser! No quiero mirarlo, no de ese modo… Solo cuando estuve en la universidad me lo podía permitir…
. – Natalia… - Su voz ronca y tan cerca me hizo reaccionar, y no sé cómo pasó, pero ya lo tenía frente a mí, tan cerca que podía percibir su aroma y todo mi cuerpo vibró involuntariamente… Lo miré a los ojos y la condena, su intensa mirada azul profundo me atrapó, hipnotizándome completamente.
De un momento a otro, su mano estaba en mi mejilla, dándome una delicada caricia que me erizó, con solo ese toque, cuando su mirada se dirigió a mis labios, estos me comenzaron a picar de un modo incontrolable, de la misma forma que cuando estuvo temprano, entonces mi reaccion involuntaria fue morder el labio inferior para calmar la necesidad, lo escuché gruñir y volví a mirar sus ojos, equivocandome otra vez…
. – Leonardo… - Susurré su nombre, quería pedirle que no me mirara de ese modo, que no puedo desear que él me bese, y sobre todo que me voy a casar, pero no tengo ninguna voluntad, no controlo ni mi mente, ni mi cuerpo me quiere obedecer…
. – Natalia… - Ese nuevo susurro con esa bendita voz ronca y sensual, termina de bloquearme y cerré mis ojos cuando lo vi mirar insistentemente con tantas ganas mis labios y acercar su cara para buscarlos… Ya no pienso con raciocinio…
. – !Buenas noches!
Casi me infarto y creo que Leonardo igual, me separé del él rápidamente, y miré a quien había hablado, que de paso nos miraba fijamente tanto sorprendida como incrédula, y di inmensas gracias a Dios que sea ella quien entró y no David… ¿Qué es lo qué estoy haciendo por Dios?
Me separo muy nerviosa todo lo que pude de Leonardo, que noto trata de mantener la compostura, pero claramente se podía sentir su incomodidad…
. – Bien, espero no interrumpir... – La muy amiga mía y sus comentarios…
. – No por supuesto, estaba... voy a preparar café ¿Quieres? – Demonios, cómo fue que terminé en esto…
. – Si por supuesto – Se rie con picardía y dirige su mirada a Leonardo – Hola, no sé si me recuerdas pero yo a ti si… !Y muy bien! - La miré con los ojos de par en par porque sé que es muy capaz de decir algo inapropiado – Tu eres Leonardo Mendoza… – Él asintió sonriéndole y aparte la mirada porque esa sonrisa es muy perturbadora – Pensé que dirías que no, no era tan invisible…
. – Jajaja claro que te recuerdo a pesar de que nunca hablamos, siempre estabas con ella… - Me miró juntos cuando levanté la mirada al escuchar lo que había dicho, y vi a Carly levantarme las cejas varias veces… Me provoca lanzarle algo, Leonardo al notar mi rubor de incomodidad por su fija mirada, volvió a centrar su atención en ella - ¿Cómo estás, ummh…? – Hizo una pausa dejando en evidencia que no recordaba su nombre y Carly frunció el ceño decepcionada, lo que me hizo sonreír…
. – ¿Qué no ibas a hacer café? – Me dijo como regaño por burlarme de ella, Estúpida, me dirigí a la cocina y desde allí la vi presentarse formalmente – Soy Carly, Carly Mitchell la mejor amiga de Natalia…
. – Gusto saludarte Carli - Leonardo le sonrió nuevamente y ella de impertinente me vuelve a mirar, y sé lo que esta pensando, siempre le hice saber que su sonrisa me mataba...
. - Igualmente Leonardo, ¿Te puedo tutear verdad? - Al verlo asentir, ella continua con su chachara - Qué sorpresa verte por aqui después de tanto tiempo...
. - Pues sí, nos hemos reencontrado por casualidad, pero me alegra mucho haberlo hecho... - Dicho eso vuelve a mirarme intensamente, ambos y yo quisiera que el piso se hundiera y aparecer en el apartamento de abajo...
. - Ah pues, creo que nosotras estamos igual, verdad Natty?
La voy a matar, juro por Dios que la voy a matar... Y tu ya deja de mirarme así Leonardo Mendoza, que estrés!
. - Tan contenta que se quedó muda jajaja - La miré con ojos asesinos y escuché la risa de Leonardo...
. - Jajaja, yo sé que se ha alegrado de volver a verme... - Suelta con su mirada y sonrisa pícara que debí esquivar...
. - Por favor siéntense que el café está listo - Lo que hago es desviar la atención de esta absurda conversación, sirvo las tres tazas, tomo la bandeja y me dirijo a la sala - Ten - le entregué primero a Carly porque estaba más cerca - Perra... - le susurré y ella suelta la risa...
. - Gracias Natalia… me gusta la taza - Me dice cuando le entrego la suya y él la mira fijamente, luego a mí, que entrecerré los ojos, lo miro pequeñito... - Jajaja te ves mucho más linda enojada...
Estoy segura que Carly lo escuchó aunque trató de bajar la voz, porque la vi sonreír con travesura antes de simular tomar el café... ¡Me puse derecha y me senté bien lejos de él, quiero que su visita terminé ya, me siento muy incómoda con su presencia y la jodedera de Carly! ¡Ya es suficiente por hoy!