MATRIMONIO POR PODER

En poco tiempo estaba empapada, me mantenía camiando en la orilla, estaba muy oscuro, y Kevin no contestaba la llamada, después de como 30 minutos, una luz me segó, mientras llovía copiosamente, mi vestido estaba muy mojado, era un auto, se detuvo a mi lado.

— ¿Qué haces ahí sube?

¡Dios mío!, era Kevin, me subí a su auto, después de ese atracón, me miró por un segundo y continuo manejando.

— ¿Qué pasó?

— Discutí con ese tipo.

— Debiste decirle algo muy malo, que te saco del auto, no lo provoques tanto, William es muy peligroso, si es capaz de dejarte en medio de la nada, imagínate que te hará más adelante.

El agua destilaba de mi vestido, pero no estaba enojada, por qué estar lejos de ese ipo me hacía sentir en paz, ya que era aura de él me sobrecarga.

— ¿A dónde te llevo?

— Déjame en al apartamento de Fátima, dormiré ahí esta noche, ya que me abandono en medio de la carretera, dormiré en paz esta noche.

Cuarenta minutos después estaba frente al apartamento de Fátima, me iba a desmontar del auto, cuando Kevin me agarro un brazo y me dijo.

— Es mejor que no lo provoques, si quieres te llevo a tu casa, quien temo que te haga algo, si no llegas esta noche a casa.

— No, gracias.

Me baje del auto, entre al edificio, cogí el ascensor, ya en el tercer piso, me baje, camine por el pasillo, cuando llegue a la puerta del apartamento 3D, me detuve, saque la llave del bolso, abrí la puerta, entré, prendí las luces, cerré la puerta con seguro.

Todo estaba limpio y organizado, fui a la habitación, me quite el vestido mojado, me quedé en ropa interior, busque en el closet, un suéter de esos grandes que a Fátima les encanta usar, lo puse sobre la cama, busque ropa interior nueva, Fátima siempre tiene, tomé un set y lo puse sobre la cama también.

Entre al baño, me quité la ropa interior, me entré a la ducha, abrí la llave del agua caliente, había champú por suerte, dure un largo rato bañándome, me sentía relajada, de verdad me sentía cómoda estando sola, después que la pierna comenzó a dolerme, salí de la ducha, me envolví en una toalla, me dirigí a la habitación.

Me sequé, me puse la ropa interior, y luego el suéter ancho, busque el botiquín, por suerte había materiales para cambiarme las vendas, eso procedí hacer, después fui a la cocina, la nevera estaba llena, Fátima es precavida, tomé algunas cosas hice una sopa de vegetales, y pescado, me la comí, limpie todo y me fui a dormir, apague el celular, me acomodé en la cama, cerré los ojos y me propuse dormir.

Me desperté sudorosa, el sol me daba en los ojos, al parecer había una parte de la cortina del ventanal corrido, estaba mojado en sudor y mi cuerpo estaba caliente, incluso me sentía un poco mareada, me puse la mano en la frente, efectivamente tenía fiebre.

Escuche que alguien estaba tocando la puerta, ¿Kevin?, ¿qué hora es?, encendí el celular, me llegaron muchos mensajes, pero solo estuve pendiente de la hora, ya eran las 10 de la mañana, así que había pasado mucho tiempo, seguían tocando la puerta.

Me levanté de mala gana, me dio una vuelta la cabeza tan solo levantarme, me sentía enferma, todo es por culpa de ese idiota, salí la habitación, camine levanté en la sala hasta que llegue a la puerta, respire profundo y abrí la puerta.

— ¿Qué quieres tan temprano?

Me quede congelada cuando vi, que no era Kevin, traté de cerrarle la puerta en la cara, pero no puede cerrar, di varios pasos para atrás, las fuerzas no me acompañaban, me sentía más mareada, cerro la puerta después que entró, parecía que no había dormido en toda la noche.

— ¿A quién esperabas?

— A nadie.

— Ese idiota no va a llegar, seguro ahora mismo tiene mucho en sus manos.

Se acercó más a mí, camine hacia atrás, hasta que tope con pared a mi espalda, se me acercó mucho, cuando estaba frente a mí, me desvanecí.

Cuando me desperté estaba acostado en una habitación blanca con una vía en mi brazo derecho, era obvio termine en un hospital, miré por todas partes, había un sofá, pero no había nadie, ¿cuánto tiempo llevo aquí?, es obvio que ese tipo no quiere que me muera.

Después de un rato Helena entró a la habitación, se veía muy contenta de verme despierta.

— Señora, por fin está despierta, el señor ha estado muy preocupado estos días.

— ¿Días?

— Sí, han pasado dos días desde que la hospitalizaron, parece que en la herida cogió una bacteria, que la dejo en malas condiciones, pero gran a Dios todo estará bien ahora que despertó.

¿Dos días?, ¿de verdad, estaba tan mal?, solo ahí un cumple de todo esto, ese idiota, antes de estar casada con este tipo, ni me enfermaba ahora estoy en estas condiciones.

— Señora no se preocupe este en el menor hospital, el señor no ha dormido en dos días pendiente a usted.

— Eso se llama conciencia sucia.

— ¿Eh?

En ese momento entro por la puerta, se veía bastante mal, al parecer todavía le queda algo de conciencia.

— ¿Cómo te sientes?

— Bien.

— Te quedarás hoy también aquí, mañana dependiendo de los exámenes médicos te darán de alta.

— Bueno.

— Helena se quedará conmigo, mañana vendré por ti.

— Bien.

Dicho esto se fue, no pasó de la puerta de todos modos, me sentí un poco extraña de verlo así, parecía preocupado, pero es lógico estoy estas condiciones por su culpa, quien sabe si su plan es hacerme miserable hasta que me muera o me mate, creo que estoy pensando demasiado, todo es por qué ese tipo es mala persona, no ahí que ser científico de la NASA, para darse cuenta de eso, Helena se sentó en el sofá, yo cerré los ojos un rato, aunque había dormido por tanto tiempo todavía me sentía cansada, un minuto.

— ¿Mis padres vinieron a visitarme?

— El señor les aviso, pero ellos no vieron.

No esperaba menos de ellos.