AMANDO EN SECRETO

^^^"La envidia es como beber veneno y esperar que la otra persona muera."^^^

^^^Carrie Fisher^^^

En el departamento de relaciones institucionales del Tribunal de Cuentas Europeo, los informes preliminares de la auditoría arroja fuga de información respecto a varios casos en curso.

- Señor Latouff, debo decirle que nunca pensé que una recomendada suya fuera tan poco ética y tan desleal.- Suelta con todo su veneno Samantha Soria en el momento que ve acercarse a Ekrem junto a un grupo de colegas, entre ellos, el presidente del Tribunal.

Enfocando su vista de manera intimidante sobre aquella mujer, Ekrem responde -¿Qué pruebas tiene usted para tal acusación señorita Soria?- La mujer teme, pero es mayor su resentimiento.

- Es evidente que nunca antes había ocurrido esto y todo se descubre una vez ella cesa sus funciones en el Tribunal- la malicia cruza por sus ojos, su odio la lleva a querer arrastrarlo - ¿o usted es conocedor de la situación y la está encubriendo?

- Señorita Soria, no sé que la impulsa a tales comentarios - dice Jan Mitchell, el hombre al mando y miembro más antiguo de la institución- pero nadie tiene permitida una sola palabra al respecto. En lo que concierne a este departamento, quedan suspendidas sus funciones hasta que todo quede aclarado.

-Pero...- sus palabras no logran salir de su boca, cuando el mismo Mitchell la interrumpe.

-Nada señorita Soria, este es su departamento y usted estaba a la cabeza, así que ya sabemos quién fue el primero que hizo mal su trabajo.- sentencia dando la espalda para retirarse.

Samantha muere de la rabia, es ella quien ha estado entregando información y hasta el momento lo había hecho muy bien, fue el precio que le impusieron para ayudarla a llegar a ese cargo en tan corta edad; sin embargo, al saber de la auditoría, no pudo contener el impulso de dejar rastros que señalaran a Sophie.

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- Sophie ¿Puedes buscar al médico para que nos entreguen el alta de papá?- le dice Anne a su ahijada, quien asiente y sale de la habitación.

Camina por el pasillo que conduce a los ascensores, un hombre con una capa de sudor sobre su frente detiene las puertas antes de cerrarse, hace una mueca de dolor tocando su estómago, ella lo mira preocupada

-¿Se encuentra bien?- pregunta con amabilidad.

- Es mi gastritis que me está matando- responde mientras se dobla haciendo más visible su sufrimiento.

La chica se acerca para tratar de ayudarlo y en ese momento él se incorpora sosteniendo un arma de fuego que sacó de su pretina.

- Haz lo que te digo o aquí quedas- le dice el hombre apretando el botón que da al sótano.

La mujer intenta zafarse y su agarre se hace más fuerte, dos pisos después, el ascensor abre, él sigue apuntándola sin que terceros puedan notarlo. Una camarera, con sus utensilios de limpieza entra y con la mirada intenta pedirle ayuda, pero siente la presión del arma a un costado, en un movimiento logra quedar de espaldas a la trabajadora del centro médico, lleva su mano libre hacia atrás con la mano abierta y el pulgar doblado y luego esconde el pulgar entre los dedos; esto lo repite tres veces. Al ser captada la señal de auxilio, la empleada marca el botón del piso siguiente y al abrir sale rápidamente para dar el alerta.

Sin más interrupciones llegan al sótano.

-Camina- dice de mala forma su captor.

- Señor usted se ha equivocado de persona - dice nerviosa y al borde de las lágrimas -Yo no soy nadie importante, ni de dinero.

-¿Sophie Klein?- pregunta, ella abre los ojos de la impresión y el corazón de la chica comienza a latir aún más fuerte. -¿Ves que no me equivoqué?- continúa diciendo con una mueca maliciosa en su rostro.

Las alarmas se disparan en el hospital, pero ya es demasiado tarde para intentar rescatala, al ubicar las cámaras de seguridad ven como una chica forcejea mientras le colocan algo en el rostro y luego pierde el conocimiento, la meten en el asiento trasero de un vehículo y salen de las instalaciones.

Por su parte, en la habitación de Robert Latouff, el médico entra con el alta en mano, pero no ven a Sophie, Anne le pregunta si vio a su ahijada y niega, en ese momento entran dos individuos del personal de seguridad, piden hablar con el doctor afuera, pues no saben si pueden dar la noticia con la presencia del paciente.

- Anne, acompáñeme por favor- dice el médico entreabriendo la puerta.

Cuando la madrina recibe la noticia la impresión hace que pierda sus fuerzas y de no ser por la ayuda de uno de los custodios del hospital, hubiera caído al piso.

-Llame a mi hijo por favor y dígale que venga- logra decir ahogada en llanto.

-Está bien, trate de calmarse, no sabemos de qué manera esto pueda afectar a Robert- recomienda el galeno.

Una vez Elliott recibe la llamada se apresura a llegar al hospital encontrándose con su madre más calmada solo que a base de sedantes. Decide llevar al abuelo a su residencia, para no levantar ninguna sospecha y luego envió a Anne a casa con uno de los empleados del viejo Latouff para no perder más tiempo y regresar al centro de salud. Aún no le avisa a Ekrem, debe tener primero toda la información.

Una sonrisa siniestra adorna la faz de Samantha, la existencia de Sophie tiene las horas contadas. Durante un buen rato se mantiene pendiente de la plana mayor del Tribunal, más específicamente de Ekrem Latouff, hasta que él recibe una llamada, ella disfruta ver en el hombre su cambio de semblante, la rabia en sus ojos, su expresión de angustia.

- Disculpen, tengo una emergencia familiar - fue lo único que logró articular atropelladamente.

Sin esperar por nadie más, le quita al chófer las llaves del auto y sale a toda velocidad a la mansión de su hermana, su corazón se acelera, tiene un mal presentimiento, su sobrino solo le dijo que se había presentado un problema con Sophie, pero sabe muy bien que Elliott no es de llamar por nimiedades.

Sin guardar las formas Ekrem entra apresurado, Elliott al verlo solo dice -secuestraron a Sophie - un dolor se instala en su pecho, su respiración se hace errática. Anne al verlo con tal impresión pensó en que no sabía que su hermano le tuviera tanto cariño.

Elliott lo lleva hasta el estudio y le explica todo lo que averiguó, incluyendo que las placas pertenecen a un auto robado en Francia.

La luz del teléfono de Ekrem parpadea por un mensaje del número de Sophie, es una fotografía de ella inconsciente, tendida en muy mugroso colchón con nota al pie "mírala por última vez".

Un sudor frío lo recorre, su respiración se entrecorta; lleva la mano directo al pecho pues, el dolor se agudizan y siente que casi pierde el sentido. Elliott lo sostiene y a gritos.

- Dina, mamá- las mujeres entran apresuradas y se encuentran con la estampa de Ekrem casi desvanecido, como si estuviera sufriendo un infarto.

Se apresuran en llamar al médico de la familia quien no tarda en llegar, ante los síntomas que le contaron tomó la previsión de llamar a una ambulancia. Es extraño que un hombre joven que goza de perfecto estado de salud y sin indicios previos, sufra un infarto.

Mientras el doctor revisa a su paciente, nota el estado de stress en el que se encuentra, solo repite "encuéntrenla". Elliott no se ha retirado de su lado, mientras las mujeres esperan afuera.

El doctor pregunta en qué momento comenzaron los síntomas a lo que el sobrino respondió - Al enterarse de que su novia fue secuestrada.- Allí pudo comprender la situación y no necesitó más para prescribir ansiolíticos, betabloqueantes y Aspirinas.

- Doctor ¿Cómo está mi hermano?- pregunta Anne al ver aparecer al galeno ante ella.

-Está más calmado- colocándole la mano en el hombro le dice -no te preocupes, no es un infarto, pero encuentren a esa muchacha, lo que tiene Ekrem es una cardiomiopatía de takotsubo.

-Síndrome del corazón roto*- dice en voz baja Dina; sin embargo, no lo suficiente como para que los agudos oídos de Anne no la escucharan.

Una vez el médico abandonó la mansión, con mirada severa Anne interpela a Dina.

-¿Qué tienes que decir?

- Eh, ¿yo? Nada- responde nerviosa Dina, pues no le corresponde a ella revelar ese secreto.

- ¿Mi hermano está enamorado de su sobrina?- dice cómo tratando de entender lo que le empieza a parecer una aberración.

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(*) La miocardiopatía de takotsubo o mejor conocido como síndrome del corazón roto ocurre como reacción al estrés físico o emocional, el cuerpo libera hormonas del estrés en la sangre como adrenalina, noradrenalina, epinefrina, y norepinefrina. Estas hormonas interfieren temporalmente con la función del corazón y puede llegar a ser fatal si no se le diagnostica correctamente.