Sistema de Venganza

“¿Qué más dijeron, papá?” preguntó Riki.

En ese momento, él y Edwin desayunaban un plato de arroz y pollo al curry. Esa mañana, Riki comía el pollo al curry que había preparado la noche anterior; solo necesitaba calentarlo un poco y seguía sabiendo delicioso.

“Por supuesto que me regañaron, y tú realmente no serás reconocido en la familia Anggara, ya no puedes usar el apellido Anggara. Además, pronto me iré a Singapur. ¿Estarás bien aquí, Rik?”

Riki asintió. “Estaré bien, papá, no te preocupes. Tampoco tengo interés en usar más el apellido Anggara. Me hiciste una nueva identidad, ¿verdad?”

Edwin asintió y luego le dio a Riki una nueva tarjeta de identidad.

Una cédula de identidad a nombre de Riki Narendra, completa con la foto más reciente de Riki, de cuando su peso era de 115 kg.

Además de la cédula de identidad, también había una nueva libreta de familia y un permiso de conducir.

Afortunadamente, Riki obtuvo un nuevo permiso de conducir sin tener que tramitarlo de nuevo.

En la nueva libreta de familia, solo estaban los nombres de Edwin y Riki.

“Papá, ¿esta es nuestra libreta de familia?” preguntó Riki, cuando Edwin sacó un nuevo documento de su maletín.

“¿Hmm? ¿Qué dijiste?”

Riki se apresuró a tomar el documento que Edwin acababa de sacar.

¡Su nueva partida de nacimiento!

“¿Quién es Alana Harland, papá?” preguntó Riki, porque esa partida era diferente de la antigua partida de Ricky.

“De paso te cambié el nombre, Rik. En este país es común no usar apellido. Así que no hay problema si no usas apellido, ¿verdad? Por eso, de una vez hice una partida de nacimiento real, con el nombre real de tu madre. ¿No te importa, Rik?”

Si Ricky supiera el nombre de su madre biológica, estaría feliz. Resultó que el nombre de su madre biológica era hermoso.

“Entonces, ¿mamá realmente murió?” preguntó Riki con cautela.

Edwin sonrió levemente. “Yo tampoco lo sé, Rik, ¿lo siento, sí? Pero ella no murió cuando te dio a luz. Se escapó, Rik. De repente, me enviaron un bebé, o sea, a ti.”

Riki se quedó en silencio después de eso.

Su madre lo había entregado a esta maldita familia, pero Riki también entendía por qué su madre no quería casarse con su padre.

¿Quién aguantaría tener un cuñado como Edward?

Menos mal que su madre se escapó.

“¿No estás enojado, Rik?” preguntó Edwin.

Riki negó lentamente con la cabeza. “Menos mal que mi madre se escapó, ¿verdad?”

Edwin solo sonrió amargamente. Sabía que Lana no sería feliz con un cobarde como él.

“Papá, hablo en serio sobre invitarte a salir de esa casa... Sé que nuestra relación acaba de mejorar. Todavía no puedo perdonar que te quedaras callado cuando me torturaban. Pero tampoco soy un hijo que pueda soportar ver cómo te utilizan continuamente. Eres inteligente dirigiendo la empresa, y Edward es un inepto con ella. Eres quien más merece esa empresa, siempre has sido un buen CEO. ¿Pero qué? Ni siquiera te han considerado valioso. A pesar de que has hecho muchas cosas por ellos, ¿verdad?”

Jajaja, esto es muy irónico.

Incluso Riki sabía que su hermano solo se aprovechaba de él.

Luego Edwin le contó a Riki sobre el pasado.

Edwin le tenía miedo a Edward.

Desde pequeños, Edwin y Edward eran diferentes.

Edward era muy fuerte, mientras que Edwin era débil. Sin embargo, Edwin era superior académicamente a Edward.

Pero como Edwin era débil, Edward siempre se aprovechaba de él. Si Edwin se resistía, lo golpeaba.

Incluso cuando crecieron, siguió siendo así.

Edwin, inteligente y amigable, conquistó fácilmente el corazón de Alana Harland, la mujer que Edward deseaba a pesar de que Edward acababa de casarse.

A Edward no le gustó que Edwin conquistara a Alana, e hizo todo lo posible por arrebatársela.

Por eso, Alana se escapó cuando estaba embarazada. A pesar de que ella y Edwin debían casarse pronto.

Edwin, pensando que Alana se había fugado con su amante, estuvo deprimido por un tiempo.

Pero resultó que Alana se había escapado por culpa de su hermano, Edward.

Así que, esa es la historia de por qué Edward odiaba a Ricky.

Estaba molesto porque no pudo hacer que Alana abortara.

Riki, al escuchar la historia de Edwin sobre su madre, sintió lástima y también rabia.

Edward era muy infantil.

¿Para qué intentaba perseguir a Alana cuando el propio Edward ya estaba casado?

Además, cuando la madre de Ricky estaba embarazada, la esposa de Edward también debería haber estado embarazada de Anton, ¿no?

Realmente increíble.

Edwin, exhausto, finalmente se durmió en la habitación de Riki.

Porque solo había una habitación.

Era un apartamento pequeño pero lujoso, perfecto para vivir solo.

“Pobre hombre,” murmuró Riki después de arropar a Edwin.

Era imposible que Riki no sintiera lástima al escuchar la historia de Edwin.

Edwin, patético hasta el final.

Debería haberse ido y vivir solo con su hijo. O debería haberse escapado cuando todavía estaba con Alana.

Ah, ciertamente Edwin solo era bueno administrando la empresa, pero no cuidándose a sí mismo.

Qué patético.

[¿Hará ejercicio como de costumbre, maestro?]

Riki asintió. “Estoy listo, también iré directamente a la casa de mi maestro de boxeo.”

Una brillante sonrisa adornaba el apuesto rostro de Riki. Porque ese día era su primer día aprendiendo boxeo de Beni Darko. El legendario boxeador nacional.

Solo tardó unos quince minutos en llegar a casa de Beni.

Riki estaba muy emocionado, fue trotando.

Beni también se alegró de ver que Riki llegaba a tiempo.

“Empecemos, Riki. Pero hoy solo serán lecciones básicas. ¿No te importa?”

Riki negó con la cabeza. “¡Por supuesto que no, maestro!”

Beni se rio al oírlo. “Estás muy tenso, relájate. Oh, ahí viene mi otro alumno. A diferencia de ti, que no quieres ser boxeador y solo quieres aprender... él ya ha participado en varias peleas.”

“¡Buenos días, señor!” saludó el alumno, quien también miró a Riki.

“Este es Riki, empezaré a enseñarle desde hoy... pero no quiere ser boxeador profesional,” dijo Beni.

“Oh, ¿entonces?”

“Solo voy a aprender. Si alguna vez tengo problemas, podré defenderme,” dijo Riki.

Beni y el alumno se rieron al oírlo.

Entonces el alumno extendió la mano. “Soy Satria, encantado de conocerte, ¿Rik?”

“Cuento con tu ayuda, hermano Satria.”

Riki estrechó la mano de Satria, lo que hizo que Satria sintiera algo.

Riki, extrañado porque Satria seguía mirando sus manos entrelazadas, preguntó.

“¿Qué pasa, hermano?”

“¡Vamos a boxear, Rik!”

Satria recibió inmediatamente un cariñoso coscorrón de su maestro. “¡Tonto! ¡Acaba de empezar! ¡Es un novato! ¡Ahora corre cinco vueltas!”

“¡Sí, señor!”

Satria empezó a correr en círculos inmediatamente.

Riki, sorprendido, se quedó pasmado.

“¿Rik? ¿No vas a correr?” preguntó Beni.

“¿O-oh? ¡De acuerdo, señor!”

Beni se rio entre dientes al ver a Riki correr detrás de Satria como un pollito.

“Son buenos chicos.”