LA NUEVA SOFÍA

Mientras iba en el automóvil miraba las calles pensando como podría escapar de esto que está pasando, en mi primera boda con Fabián estaba tan feliz, claro no tenía idea de cómo iba a terminar todo eso; mientras sigo en el auto, mi padre parece recibir una llamada y pide al conductor que se apresure para llegar al lugar de la ceremonia; también me dijo, como arregló todo para que pudiéramos Fabián y yo casarnos en Ibiza que debía actuar normal sin mencionar la situación que me obliga a aceptar el matrimonio, y que luego de la luna de miel, debía firmarle un poder general.

En mi vida pasada también trato de convencerme de eso, se molestó un poco cuando le dije que le había dado ese poder a Fabián; sin embargo, supongo que ambos debieron ponerse de acuerdo porque mi padre terminó obteniendo más poder en la Corporación March y cuando mi cuñado Miguel murió, utilizó el dinero de mi hermana para obtener la presidencia sin que mi tío Alberto March pudiera hacer algo para evitarlo.

Como si esto no fuera más surrealista, la ceremonia se va a realizar en el jardín del hotel, donde en mi vida pasada encontré a mi esposo con mi mejor amiga; cuando llegué me di cuenta que la boda iba a ser algo muy pequeño, estaban mi madre y mis hermanos; el padre de Fabián, un par de amigos suyos y Melanie, además de un grupo de diez personas más que con el estado emocional que tengo no puedo identificar; quiero salir corriendo de aquel lugar, pero en mi cabeza solo estaban mi amiga Lucía y mi perrita Happy.

Es febrero de 2018, un mes muy frío en Ibiza, el cielo está muy nublado parece anunciar lluvia y refleja perfectamente mi triste estado de ánimo, pero el frío que mi cuerpo está soportando ni se acerca al helado corazón de mi padre que por más que le supliqué detuviera todo esto, no logré convencer, una ráfaga de viento lleva consigo una lágrima que no pudo evitar brotar.

Andrea y Melanie se acercan donde estoy, ambas llevan puestos vestidos de similar color, mi padre se va a un costado, habla con alguien por el móvil, se ve claramente molesto y reclamando por algo.

- "¿Dónde está Miguel? ¿Porqué no está contigo?”, le pregunto casi susurrando a mi hermana, ella solo agacha la cabeza; eso me confirma que la ausencia de mi cuñado se debe a que no le han comentado nada de esto, claro si lo hubiesen hecho, habría notado lo raro de esto.

- "Te ves muy bonita Sofía, no pensé que adelantarían la boda así, ¿estás embarazada?”, me dice Melanie con esa dulce voz que desde que regresé de la muerte me suena tan falsa.

- "Si estuviera embarazada no sería de Fabián te lo aseguro”, le respondo molesta.

- "¡Deja de decir tonterías y haz lo que tienes que hacer!", me dice mi padre mientras me sujeta del brazo fuertemente.

La música suena, Andrea y Melanie empiezan a avanzar lentamente, haciendo su improvisado papel de damas, detrás de ella vamos mi padre y yo, que más que ir feliz a celebrar un matrimonio, parece que voy en primera fila a mi sepultura.

Mientras camino dirigiéndome al lugar donde está el juez y Fabián, esperando para casarnos, recuerdo todo lo que he vivido desde que regresé de la muerte, el esfuerzo que le puse para cambiar mi destino, lo gratificante que era volcar todo el conocimiento adquirido sobre finanzas para maximizar el valor de “CRIGN Technology” y trabajar en garantizar su estabilidad financiera a largo plazo; también para conocer mejor a mi primo Ignacio, tras esa imagen infantil y rara que proyecta, se esconde una persona de pensamientos profundos, graciosa y muy tierna, tiene un corazón maravilloso que muchas veces no mide el peligro, “Nacho es un cargador de energía”, dice Cristóbal y sinceramente es una excelente descripción.

Y por alguna razón que no logro entender, la mayor cantidad de imágenes que se viene a mi mente son las de Cristóbal, ya sea serio o sonriente, atento o indiferente, los días que nos quedábamos trabajando hasta tarde siempre ponía una cobija sobre mis hombros y me entregaba una taza con café caliente; su mirada profunda cala dentro de mí, más allá de las muchas situaciones incómodas en que nos hemos encontrado, entonces me doy cuenta que Cristóbal me ha empezado a gustar, justo ahora Sofía me digo; vuelvo en mí cuando la caminata termina y Fabián toma mi mano, para sentarnos juntos frente al juez.

- "Te ves muy hermosa, cariño, creí que hablabas en serio sobre terminar la última vez que nos vimos”, me dice tomando mi mano.

- "Sabes que estoy obligada a hacer esto”, le expreso susurrando.

- "¿De qué hablas?”, me responde de la misma manera.

Volteo a ver a mi padre, me mira muy molesto y levanta la Tablet haciéndome recordar la razón por la que acepté estar acá, al parecer Fabián no sabe eso, pero no puedo arriesgar a Lucía y a Happy; vuelvo a voltear y miro de frente esperando que todo acabe rápido porque siento vomitar, mientras que el juez expresa “Nos encontramos hoy aquí reunidos para unir en matrimonio a Fabián Álvarez y Sofía March…”, volver a escuchar esos dos nombres juntos me aterra.

La ceremonia sigue avanzando hasta que el juez continúa diciendo “Hemos llegado al momento clave de la ceremonia en el que vosotros debéis tomar la palabra para confirmar lo que sentís el uno por el otro. Así pues, os pregunto: Fabián Álvarez, ¿quieres contraer matrimonio con Sofía March y efectivamente lo contraes en este acto?”, Fabián con una sonrisa en el rostro responde “Sí, quiero”; luego el juez se dirige a mí y me pregunta “Sofía March, ¿quieres contraer matrimonio con Fabián Álvarez y efectivamente lo contraes en este acto?”, quiero gritar que no, siento una horrible presión en el pecho, siento que ya no puedo más pero sé que debo responder que sí.

Pero cuando disponía a dar mi afirmativa respuesta, en todo el lugar se escucha “No, ella no acepta casarse con ese hombre”, todos volteamos a ver y era Cristóbal.

- "¡Saquen a ese hombre de acá, es un lunático!”, grita mi padre a los de seguridad.

- "¡Ella no se puede casar, porque es mi novia y nos amamos!”, expresa con convicción Cristóbal como si fuera realmente cierto, y se va acercando hacía mí.

- "¿Qué es esta tontería?”, interroga Fabián mientras me coloca detrás de él.

- "Sofía dile a este tipo que estás acá voluntariamente casándote con el hombre que realmente amas y que se largue de acá”, me dice mi padre sujetando la Tablet fuertemente delante de mí.

- "Por favor Cristóbal vete, estoy bien, esto es lo que quiero”, le digo nerviosa.

- "Sé porque estás acá, pero no te preocupes por Lucía y Happy se encuentran bien”, me dice Cristóbal mientras me extiende la mano.

Al escuchar esas palabras, corro a su lado me entrega mi móvil y en el auricular escucho a Happy ladrar y a Lucía diciéndome “estamos bien, estamos con Ignacio y una amiga suya Paulina creo que se llama, vengan pronto los esperamos”; sonrío tranquila, para luego notar que los guardaespaldas de mi familia han rodeado a Cristóbal, tengo miedo que lo lastimen y me abrazo a él con la intención de que no le hagan daño, como si en verdad pudiera protegerlo.

- "¿Qué está pasando acá Máximo?, ¿qué es todo este espectáculo en el matrimonio de mi hijo, por eso adelantaste todo y pediste que se hiciera tan íntimo?”, cuestionó el padre de Fabián con una evidente molestia en el rostro.

- "No, este muchacho loco, no se de que manera la está obligando a hacer esto, ¡llévenselo de acá y llamen a la policía!”, grita desesperado mi padre.

- "Te aseguro que él no me obliga como tú, y ya lo dijo es mi novio”, respondí.

Luego, me empino un poco, jalo de la camisa a Cristóbal y lo beso, fue un beso muy corto rosando nuestros labios, me mira sorprendido, siento que me estoy sonrojando pero estoy haciendo esto para hacerles creer a todos sin lugar a dudas que es mi novio, le susurro al oído “sígueme la corriente” mientras lo abrazo; me sonríe y susurra “si quieres engañarlos debemos hacerlo mejor” para luego besarme empezando con ternura para inmediatamente ponerle más intensidad, solo pude responder ese beso con la misma intensidad que él me entregaba, para pronto dar paso a la increíble sensación de mariposas en mi estómago.

- "Esto es todo, vámonos Fabián”, fueron las palabras del padre de Fabián, que me volvieron a la realidad luego del beso con Cristóbal.

Fabián me mira muy molesto, reconozco esa mirada asesina y mi cuerpo se tensa ante el miedo que me provoca, después su padre, sus amigos y él se retiran del jardín con evidente signo de rabia, mi padre había tratado de ir a retenerlos, pero desde lejos se percibía que era una tarea imposible; ni Cristóbal ni yo nos podíamos retirar porque estábamos rodeados de los guardaespaldas de mi padre.

- "Tenías que salir con esta estupidez, sabes lo que está involucrado en todo esto, si los Álvarez deciden retirar el apoyo financiero, los planes de papá van a verse afectados, ¿qué tienes en la cabeza?”, expresa mi hermano Mauricio.

- "Le vas bajando el tono con que le hablas a ella, acaso es una cosa para que la vendan al mejor postor”, dice Cristóbal de manera muy serena.

- "No sacarás nada de dinero de ella, con lo que ha hecho obviamente pierde derecho a cualquier herencia de la familia March”, manifiesta mi madre, observando a Cristóbal de pies a cabeza, aunque él tiene mucho porte, viste sencillamente, nadie imaginaría que es el hijo menor del presidente de una importante multinacional de la construcción.

- "Sofía por si sola vale una fortuna, no necesita agregarle más, ni tampoco necesita la fortuna de los March”, dice Cristóbal dándome una sonrisa, vaya que sabe interpretar el papel de novio amoroso.

- "Llévenselo, ya veré como le enseñaré a no meterse en mis asuntos”, ordena mi padre mientras se acerca; lo que me obliga a sacar mi móvil y hacer una llamada, mostrándole la pantalla a mi padre.

- "Apenas Miguel me conteste le diré lo que has hecho con mi amiga, crees que Miguel Santilllana aceptará estas prácticas y te seguirá apoyando en los negocios, por eso es que no le han dicho nada de esto”, le digo mientras en mi pantalla del móvil aparece “llamando a Miguel Santillana”.

- "No hagas eso por favor Sofía, no le digas, corta esa comunicación por favor, te lo ruego”, expresa Andrea visiblemente muy angustiada; porqué ella le tiene tanto temor a mi padre, me pregunto.

Mi hermano Mauricio pretende quitarme el móvil, pero Cristóbal no se lo permite, entonces los guardaespaldas de mi padre lo toman del brazo.

- “Si lo lastiman, encontraré la manera de comunicarme con mi tío Alberto, y le contaré todo esto, ¿crees que alguna vez tendrás la oportunidad de quitarle la presidencia de la Corporación March si se entera de lo que eres capaz de hacer?, me aseguraré de que jamás lo logres, te juro que, si lo lastimas padre, me convertiré en la peor enemiga que puedas tener, ¡TE DESTRUIRÉ! Aunque se me vaya la vida en eso PADRE”, expreso totalmente convencida de mis palabras, jamás creí tener el valor para amenazarlo.

Máximo March me mira sorprendido, al igual que mi madre y hermano, Andrea está completamente nerviosa y angustiada más atrás, mientras que más allá veo como Melanie está tratando de irse, pero más miembros de seguridad ingresan al jardín, no reconozco a ninguno; siento mucho miedo, volteó a ver a Cristóbal y aún sujeto por los guardaespaldas lo abrazo fuerte, está en esa situación por ayudarme y trataré de evitar que lo lastimen a como dé lugar.