Tian, un niño de 8 años, tiene que vivir una vida difícil después de que su madre lo abandonara.
Un día, descubre una pista que le revela que aún tiene un padre. Tian lo busca, pero quién iba a imaginar que el padre que tanto esperaba no lo reconocierá como su hijo y, además, lo humillará.
Ese dolor es lo que siente Tian. Esperaba ser reconocido y llamado hijo, pero todo eso parecía un sueño. En su lugar, solo recibe insultos y palabras hirientes de su propio padre.
Lo mismo sucede con Navita, la esposa de su padre, quien con palabras crueles insulta a su madre y a él, llamando a su madre una mujer deshonesta. Incluso tiene el descaro de pedirle al abuelo de Tian que la ayude a matarlo.
El abuelo de Tian, o el padre de Haris, envía a varias personas para asesinarlo. Y efectivamente, el asesinato ocurre. Tian muere a manos de esas personas sin corazón.
Pero parece que el destino no quería que muriera. Tian, quien fue arrojado y abandonado en el mar, es encontrado por la familia Alexander, quienes lo cuidan y crían hasta que crece.
Cuando ya es mayor, Tian buscará vengarse de Haris. Para obtener poder y cumplir su venganza, se une al bajo mundo, la mafia.
Este viaje de venganza lo lleva a descubrir la verdadera conexión con la familia de su madre. Tian no sospechaba que todo esto estaba influenciado por su familia materna. Como resultado, tendrá que enfrentarse a la familia real de su madre, la familia real NEVOLEON.
Además de los numerosos enemigos en el bajo mundo, Tian también debe enfrentarse a la familia real para vengar a su madre.
Así que la misión de Tian es vengarse de Haris y de la familia real NEVOLEON.
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Capítulo 4
"Deja de llorar, los niños no deben ser llorones", dijo la Sra. Winston.
Al escuchar las palabras de la Sra. Winston, Tian se secó los ojos de inmediato y miró el rostro de la Sra. Winston, que ya no era joven.
"Gracias por defenderme, señora", dijo Tian.
"..." La Sra. Winston sonrió al ver la cortesía de Tian. "¿Cómo te llamas, pequeño?", preguntó.
"Mi nombre es Tian, señora", respondió Tian.
"Tian, bonito nombre", dijo la Sra. Winston sonriendo.
"Bueno, ya que es hora de almorzar, vamos a buscar algo de comer", invitó la Sra. Winston.
Pero antes de que ambos pudieran irse, el chofer de la Sra. Winston se acercó.
"Disculpe, señora, por interrumpirla", dijo el chofer.
"Sí, ¿qué pasa?", preguntó la Sra. Winston.
"El señor me llamó, le pide que regrese a casa pronto, porque el invitado que estaba esperando ya llegó, señora", dijo el chofer.
"Ah... sí, cómo pude olvidarlo. Está bien, volveremos enseguida", dijo la Sra. Winston.
Tian, que escuchó que la Sra. Winston se iba a casa, agarró su mano arrugada. Sintiendo el suave y pequeño agarre, la Sra. Winston se dio cuenta de que Tian estaba con ella.
"Pequeño, tengo que irme a casa porque tengo una visita importante. Como disculpa, te doy esto para que compres comida, ¿de acuerdo?", dijo la Sra. Winston sacando dinero de su billetera, y luego le dio algunos billetes a Tian.
"Toma, compra tu comida favorita", dijo mientras se lo entregaba.
"No, señora, no puedo aceptarlo", dijo Tian negándose.
"..." La Sra. Winston frunció el ceño. "¿Por qué?", preguntó.
"Estoy agradecido de que me haya ayudado, señora, pero no puedo aceptar su dinero. Solo pregunto, ¿puedo saber su nombre?", dijo Tian.
"Mi nombre, mi nombre es Alina, de la familia Winston. Recuérdalo y no lo olvides. ¿Por qué quieres saber mi nombre?", preguntó la Sra. Winston con curiosidad.
"Solo quiero saberlo, para que cuando sea mayor y la encuentre, o si usted está en problemas, pueda pagarle su amabilidad", dijo Tian sinceramente.
La Sra. Winston se sorprendió al escuchar las palabras de Tian. Porque era imposible que un niño de esa edad pensara de esa manera. Y mucho menos saber sobre la gratitud.
"Está bien, está bien. Espero que nos volvamos a ver, pequeño. Pero toma este dinero y no te niegues", dijo la Sra. Winston poniendo el dinero en la mano de Tian.
"Hasta la próxima, me voy ahora", dijo la Sra. Winston dejando a Tian en el parque, que la siguió mirando hasta que subió al coche.
Después de que el coche se alejó, Tian miró el dinero que tenía en la mano. Tian sonrió levemente.
"La próxima vez que nos veamos, le pagaré su amabilidad", dijo Tian.
Después de eso, Tian fue a comprar comida porque realmente tenía mucha hambre. Después de comprarla y comerla, Tian regresó a su casa, no siguió recogiendo basura.
Unos días después.
Tian no estaba trabajando, permaneció en su casa. mientras miraba el collar de la herencia de su madre.
"Mamá... Tian extraña a mamá. Tian está solo aquí, Tian está solo, no tiene amigos ni familiares que lo acompañen. ¿Puede Tian llorar?, snif... snif... Tian quiere irse con mamá". Tian lloró derramando su tristeza por vivir solo.
Tian siguió llorando, el cielo se nubló como si supiera la tristeza que estaba experimentando Tian. Las gotas de lluvia cayeron al suelo y mojaron la tierra seca. Tian abrazó su cuerpo, una señal de que era frágil y tenía frío, mientras agarraba el collar de su difunta madre.
El collar se le cayó de la mano a Tian, abriéndose para mostrar la foto de un hombre y una mujer. Tian, al verlo, recogió el collar de nuevo. Observó el rostro del dueño de la foto.
"¿No es esta mamá?", dijo Tian con tristeza.
"¿De quién es esta foto, por qué está dentro del collar de mamá? ¿Podría ser mi papá?", dijo Tian con curiosidad.
