Triple A

Amaneció y yo permanecía tirada en el piso, apenas había dejado de llorar hace poco tiempo sin embargo mis manos aún seguían temblando y mi cuerpo cada vez dolía más. 

Mi temperamento pronto llega como si fuese un brote psicótico, con decisión y rabia me levanto, todo mi esfuerzo de decoración me producía repulsión y coraje. Todo lo hice para que sintiera que estaba en casa, que sintiera que yo era su hogar seguro al que regresaba siempre. 

Empiezo a arrancar de la pared todas las malditas fotos que me queman en estos momentos, arrojo todo a la caja de regalo, empiezo a reventar con coraje todos los malditos globos que pasé horas inflando y acomodando. Voy a la terraza y tiro todo el piso con coraje y fuerza, voy por el segundo montón de porquerías que le regalé y luego por la tercera. 

Voy hasta el sótano y saco el liquido inflamable que utiliza mi papá para las parrilladas con sus amigos o en las reuniones familiares los fines de semana. 

Lo vacío completo sobre todos los recordatorios de Cainán, sobre todo ese amor que él decidió pisotear, manejar y tirar como le complació, sin piedad. 

-Te odio tanto Cainán -digo mientras enciendo un fosforo -Pero me odio más a mi por amarte en la forma que te amo 

Arrojo el fosforo y las llamas abrazadoras surgen, quemando todo a su paso. Mis piernas me fallan y caigo de rodillas, rendida, con el dolor agonizante cada vez más profundo consumiendome. Ahogándome, haciendo que solo quiera morir para que todo esto termine. 

-¿Daryl? -escucho a lo lejos -¿Daryl? ¿Pequeña qué pasa? 

A los segundos mi papá está alejándome del fuego abrazador que he prendido, me abraza con fuerza con sus brazos protectores que siempre me han dado consuelo y seguridad. 

-¿Qué fue lo que pasó? -dice asustado sin soltarme 

Pero yo, soy incapaz de hablar, las palabras se quedan atoradas en mi garganta, así que solo me aferro a su abrazo y lloro tan desconsoladamente que no tardo en bañar su camisa con mis lágrimas. 

-¡FLYNN! TRAE EL EXTINTOR -grita mi papá 

Escucho poco después el sonido del extintor y la respiración agitada de mi hermano.

-¿Qué ha pasado? -pregunta mi hermano 

-No lo sé... no lo sé -dice mi papá sin dejar de abrazarme y acariciar mi espalda para tratar de consolarme 

-¿Qué te hizo ese idiota, Daryl?

Un llanto aún más profundo se desprendió de mi ser y mi papá tuvo que llevarme cargando dentro de la casa. 

-Tienes que decirme que pasó Daryl ¿Te hizo algo? ¿Te lastimó? 

Asiento con la cabeza y me oculto en sus brazos, sintiéndome pequeña e indefensa. 

-¿Qué fue lo que te hizo ese cabrón? -dice Flynn en tono severo

-Él solo... solo me botó... tiene a otra chica... ya no quiere verme, solo me utilizó... 

-Hijo de la gran...

-Flynn no es momento -le dice mi padre mientras me abraza -¿Ya se ha largado de aquí?

-Ayer en la noche se fue... papá me duele... no quiero vivir, no sin él, yo quiero que regrese conmigo 

-No te merece mi pequeña niña, mereces alguien mucho mejor que ese pedazo de escoria 

-Tu lo adoras -digo sin aliento y con la voz quebrada

-No, créeme que quiero matarlo en este momento, además a quien adoro es a ti, con todas mis fuerzas, más que a nada en este mundo 

-Solo porque estás desecha no haré un drama por eso -dice Flynn tratando de aligerar el ambiente mientras se sienta a mi lado -Ambos sabemos que soy el favorito de papá

Lo miro y al verme sabe que no estoy para bromas, realmente estoy destrozada. 

-Ven aquí 

Me lanzo a los brazos de mi hermano y me sujeta con fuerza. 

-Ese idiota no sabe con quien se metió 

-Déjalo en paz Flynn 

-¿Qué no te has dado cuenta de como te tiene? -pregunta furioso

-Sí, pero es mi culpa 

-¿Qué? ¿Qué es tu culpa exactamente? ¿Qué le dieras todo el amor incondicional que jamás recibió en su maldita vida? Es un maldito sínico al pararse aquí y estar mintiéndonos en la cara, si no supiera que me necesitas aquí estaría partiéndole la cara al mal nacido 

-No sabes pelear, él acabaría contigo

-Nunca me subestimes, cuando se trata de defenderte soy peligroso Daryl, nadie te toca y mucho menos te daña sin salir ileso 

-Gracias por estar aquí -me acerco más y lloro en silencio 

***

Se llegó la hora de la cena, mi papá trató de convencer de comer todo el día y toda la tarde pero fracaso rotundamente, sin embargo, para la cena prácticamente me obligó a sentarme en la mesa junto a ellos dos, luego de que pasara horas preparando mi platillo favorito. 

-¿Papá?

-¿Sí?

-No quiero ir a su universidad -digo con un nudo en mi estomago -No quiero verlo nunca más 

-No te preocupes, no irás 

-Pero ya pagaste la inscripción y la matricula, sé que no es poco el dinero que se está perdiendo si decido no ir

-No te preocupes por eso mi niña, solo es dinero, tu seguridad y tu salud me importan más que unos billetes 

Como un poco de carne, pero ni siquiera su delicioso y jugoso sabor me hacen sentir mejor, toda mi vida paso de ser rosa y perfecta, a negra y sombría. 

-¿Puedo ir con ustedes? -pregunto sin levantar la mirada -Ya sabes... ir a vivir con ustedes

-Me encantaría poder llevarte conmigo, con Flynn, Palixena y Latisha

-¿Crees que les importe? 

-A ellas les va a encantar que nos acompañes 

-¿Cómo están?

-Bien, las vacaciones les han sentado de maravilla y están encantadas con el hotel 

-Lamento haberte pedido que no las trajeras a esta casa 

-Sé que querías estar sola en casa con Flynn y conmigo, todos sabemos que las ves a ellas como unas intrusas impostoras, incluso ellas lo entienden y aceptan darte tu espacio seguro 

-Todo esto se ha vuelto una pesadilla papá, tenía tantos planes a su lado -digo mientras me cubro el rostro con las manos temblorosas -Renuncie a cosas muy importantes para mí y lo sabes, cosas que jamás debí de ignorar o pasar por alto, no tenia que mover mis planes originales por él

-Lo sé cariño, pero un futuro está esperando por ti 

-Sé que si, pero algo dentro de mi no quiere hacerlo sin él 

-Daryl mírame

Así lo hago y puedo ver sus ojos grises llenos de tristeza. 

-Él no te merece, es un completo idiota porque jamás va a encontrar con nadie más lo que tenía contigo, va a aprender de la peor forma a valorar lo que tenía, pero tú no vas a estar esperando por él porque él no vale la pena, mereces mucho más que un miserable que juega con la mujeres como le plazca, está es una experiencia que te volverá mucho más fuerte mi pequeña y además sabes que siempre estaré a tu lado apoyándote, sobre todo cuando te derrumbes 

Me levanto de mi silla y voy a abrazarlo, a sentir el calor paternal que siempre me ha consolado desde pequeña, un refugio al que corro cuando ya no puedo seguir adelante. Un amor completamente incondicional.