Tal Vez En Otra Vida

Mientras tanto en el cielo

Aún todos veían expectantes la vida de la pobre alma 196. La amarga tristeza se sentía allí también al verla atravesar todas las circunstancias difíciles.

Cuando perdió a sus padres su futuro lo vieron mucho más sombrío

-La hemos perdido ya, no hay manera de que vuelva aquí cuando su tiempo se acabe

Nadie quería pronunciar aquellas palabras porque sabían que eran ciertas pero indicaban una resignación absoluta que no querían tener.

-Mientras hay vida hay esperanza- dijo otra alma ganándose una mirada de los presentes

-Pero ella vivió muchas vidas y así vuelva sabes que no será igual si es que no se desintegra antes

-Ella aún puede encontrar a su alma gemela

-Si pero está negada al amor, mira sus cambios desde su primera relación, se ve mayor así que pasó demasiado tiempo

-Pero las relaciones sin la persona indicada son vacías, muchos esperan a que llegue su alma gemela para tener una pareja y ser felices

-Tienes razón en eso pero hay otro problema que nadie está considerando aquí y lo saben, sus posibilidades de redujeron mucho más antes de incluso nacer

Las almas más nuevas no comprendían a qué se referían los angeles y las almas antiguas que ya habían encontrado su otra mitad

-¿A qué se refieren?

-Cuando un alma se apaga también lo hacen sus sentidos y es una gran posibilidad que al encontrar a su alma gemela no pueda reconocerla

Los ánimos aún se volvieron más sombríos en los participantes de aquella conversación tan difícil.

El angel que la había acompañado estaba atormentado con la culpa y se preguntaba si ella había nacido en el momento correcto o no. Quizás solo se había equivocado de momento y esa vida no era la que le pertenecía.

Dios le da a sus guerreros más fuertes sus más duras batallas, se repetía hasta el cansancio intentando así darse ánimos porque la esperanza es lo último que se pierde.

Los nacimientos aquel día habían resultado ser muchos y así lo quisiera no podía revisar los registros de todos ni convocando a los demás ángeles por lo que solo restaba esperar y elevar sus plegarias a Dios para intentar que sean escuchadas.

Con el transcurso del tiempo en la tierra conforme ella se hacía mayor, él quien tenía una fuerte conexión con ella debido a un fuerte lazo afectivo inquebrantable podía sentir que aún había esperanza, que seguramente ella se reuniría con su alma gemela en esa vida y su luz volvería a ser incluso más brillante de lo que recordaba.

Se mantenía como un fiel observador para intentar vislumbrar quién era la persona indicada, creyendo que aunque lo viera una vez lo reconocería en la multitud de personas pero ningún ser humano de esa ciudad le causó nada. ¿Será alguien de otro sitio? Se preguntaba mil veces o ¿Acaso mi conexión se debilitó tanto como su luz y no puedo darme cuenta?

Muchos espectadores ya se habían cansado de esperar lo que llamaban un milagro y se habían retirado, incluso algunos habían vuelto a vivir pero él se prometió a sí mismo no fallarle jamás a Alma 196 y se quedaría allí pendiente de todo con el anhelo de poder interceder o de al menos enviarle toda su buena energía y un poco de luz, aunque era imposible.