Una Guerrera Muy Caprichosa

Gunter era un exmilitar nativo del reino de Topacio, quien al no nacer en cuna noble, nunca fue reconocido por sus superiores, pero eso a Gunter poco le importaba, para el era suficiente con tener un trabajo que le permitiera una comida caliente todos los días.

Gunter era huérfano, por lo que su vida no había sido fácil, el orfanato en donde vivía, si bien no los trataban mal, tenían más niños de los que podían mantener, por lo que las cuidadores priorizaban a los niños más pequeños sobre los mayores, por lo que con forme iba creciendo sus raciones de comida fueron disminuyendo y al cumplir los 16 años, lo expulsaron del orfanato definitivamente, alegando que ya tenia edad suficiente para mantenerse solo.

Al principio fue difícil para Gunter, quien buscando un empleo se topo con que el ejercito real estaba haciendo pruebas para nuevos reclutas, por lo que decidió aplicar, y a pesar de no tener base alguna en el manejo de armas o en el combate, Gunter tenia algo más, un talento nato, un alma fuerte y una determinación inigualable y rápidamente destaco entre los demás aspirantes, consiguiendo así un lugar en el ejercito real, en donde, debido a su estatus, nunca fue reconocido como lo merecía.

Tras dos años en el ejercito, paso algo que cambio su vida para siempre, y es que en un día como cualquier otro Gunter conoció a Karelly, la mujer que se convertiría en el amor de su vida.

Karelly era una hermosa joven de cabellera azul y ojos marrones, pero su cabellera tenia un aspecto particular, ya que era más oscura en las raíces y más clara en las puntas en un efecto de degradado, sin lugar a dudas era una mujer hermosa.

Originaría de Turmalina, ella y su padre huyeron de su hogar, cuando un noble se encapricho con la joven, al punto de comenzar a acosarla, preocupado por su hija, el padre de Karelly, decidió poner tierra de por medio para evitar un desenlace trágico para su hija, fue así como eligieron Topacio como su lugar de destino, y en donde la joven conocería al amor de su vida.

El romance entre Gunter y Karelly fue como el de un cuento de hadas, ambos al verse se enamoraron al instante y tan solo tres meses después de conocerse se casaron, ambos no podían ser más felices el uno con el otro, su vida era perfecta, pero todo eso cambio cuando su reino entro en guerra, y Gunter como parte del ejercito real tuvo que ir a pelear.

Los años de guerra fueron muy duros para la pareja, y es que Gunter temía ya no poder volver junto a la mujer que amaba y Karelly temía que su amado ya no volviera a su lado.

Pero aun así, tras cuatro años de matrimonio, en una de las visitas de Gunter, Karelly quedo embarazaba y dio a luz a una hermosa niña, de grandes ojos grises y de cabellera rubia como su padre, pero con las puntas azules, heredando el efecto de degradado de su madre, efecto capilar que era exótico en la mayoría de los reinos, pero no en Turmalina, en donde era algo común, sobre todo en las mujeres.

Con el nacimiento de su hija, un nuevo objetivo nació en Gunter, y ese dar por terminada la guerra y así poder volver a lado de su hija y verla crecer, fue así como Gunter comenzó a destacar de entre sus compañeros, llamando la atención de sus superiores y del mismísimo rey, quien vio en Gunter un elemento valioso que podría llevarlos a la victoria y es que Gunter no solo era un guerrero implacable, sino que también era un estratega formidable, tal vez en otro momento Gunter no hubiera sido escuchado, sin importar que tan bueno sea, pero en tiempos de guerra poco importa si tienes un titulo o no, son tus habilidades las que hablan por ti, y Gunter tenia habilidades de sobra.

Gunter fue ascendiendo dentro del ejercito a pasos agigantados dentro, al punto que tenia el mismo poder dentro de este que el mismísimo rey y el primer general, y sus habilidades eran tales que se convirtió en leyenda, ganándose el sobre nombre del “Guerrero de los mil estilos”.

Gunter fue la pieza clave que llevo al reino de Topacio a ganar la guerra, y las recompensas que lo esperaban eran vastas, un título nobiliario de tal renombre que lo pondría sobre casi todos, solo estaría detrás del rey, y tantas riquezas que le faltarían años para gastarlas todas, pero todo estos no le importaba a Gunter, para el hombre su mayor recompensa era volver con su familia, a la que no veía desde que su pequeña cumplió dos años, y su pequeña muy pronto cumpliría seis, y estaba ansioso por volver con ellas.

Pero al volver a su hogar ya no había nadie que lo esperara, durante la guerra, algunos grupos de ladrones ganaron fuerza y al no haber tanta seguridad atacaron la capital, y los guardias reales, así como los guardias de los distintos nobles en vez de ayudar al pueblo se les ordeno proteger el palacio y a los nobles a los que servían, dejando al pueblo al merced de aquellas terribles personas, quienes eran las que habían asesinado a la familia de Gunter tras resistirse a los deseos de esos hombres.

Al llegar y no encontrar a su familia lo destrozó y tras buscar venganza y acabar con aquellos que mataron a su familia de las maneras más dolorosas que se le pudieron ocurrir, Gunter abandono Topacio sin nada más que le recuerdo de su familia.

El rey de Topacio, tras la desaparición de Gunter, lo busco o por algunos años, al fin y al cabo, Gunter era un elemento valioso para él, pero tras años de búsqueda infructuosa, desistió y el “Guerrero de los mil estilos” se convirtió en solo una leyenda.