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En Manos Del Mafioso

En Manos Del Mafioso

Status: En proceso
Genre:Mafia / Amor-odio / Romance de oficina / La mimada del jefe
Popularitas:1.1k
Nilai: 5
nombre de autor: magály Fernández

en manos del mafioso , Emily escapó de una relación mala, cerro su corazón del amor, ahora estaba preparandose para su nuevo trabajo, sin saber lo que el destino le preparó

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Capitulo 13

Emily comenzó a retroceder, como si cada palabra de Luca removiera un recuerdo enterrado en lo más profundo de su memoria. Su respiración se aceleró mientras la escena de aquella noche volvía a su mente: el muchacho temblando en la acera, con ropa sucia y mirada perdida… y ella, joven e ingenua, ofreciéndole dinero, comida y unas palabras de aliento.

—No… —murmuró, llevándose una mano a la boca—. No puede ser… eras tú.

Luca la observaba en silencio, con una intensidad que casi la quemaba. No había arrogancia en su expresión, ni esa sonrisa presuntuosa que tanto la sacaba de quicio; solo una vulnerabilidad extraña en un hombre como él.

—Eras apenas un chico… —continuó Emily, con la voz quebrada—. Yo… ni siquiera pensé que lo recordarías.

—Lo recuerdo todo, Emily —dijo él con firmeza, avanzando un paso hacia ella—. Recuerdo tus ojos, tu voz, la forma en que me dijiste que no me rindiera. Fuiste la primera persona en darme una razón para seguir.

Las lágrimas empezaron a acumularse en los ojos de Emily. Parte de ella quería creerle, sentir que esa conexión era real. Pero otra parte, la más herida, la empujaba a no confiar.

—Y ahora pretendes usar ese recuerdo como excusa para arrastrarme a tu mundo oscuro —replicó, con un temblor en la voz—. Como si lo que hice me atara a ti de por vida.

Luca negó con la cabeza de inmediato.

—No, pequeña. No es una excusa. Es la verdad. No estás aquí porque me debas algo… sino porque yo no pienso dejar que la mujer que me salvó una vez vuelva a estar en peligro.

Emily se giró, caminando hacia la ventana, necesitando aire. Su corazón latía demasiado rápido, dividido entre gratitud, miedo… y una atracción peligrosa que no quería admitir.

Detrás de ella, la voz grave de Luca volvió a sonar, más suave que nunca:

—Déjame demostrarte que no soy otro Tomás. Déjame ser tu escudo, aunque me odies por ello.

Emily cerró los ojos con fuerza, sintiendo que el suelo bajo sus pies comenzaba a tambalearse. se dio vuelta sorprendida al escuchar un movimiento detrás de ella. Luca, el imponente mafioso que jamás mostraba debilidad, estaba de rodillas frente a ella. Su mirada, normalmente arrogante y fría, ahora ardía de sinceridad y culpa.

—Permíteme llevarte a mi mansión —dijo con voz firme, aunque quebrada por la emoción—. Allí estarás segura. Te llevaré a tu trabajo cada día, aumentaré la seguridad con guardias en la empresa, y si es necesario… también protegeré a tu amiga.

Emily abrió los labios, sin poder creer lo que veía.

—Luca…

Él apretó los puños contra sus rodillas, inclinando la cabeza apenas.

—Es mi culpa que estés en peligro. No tuve cuidado, subestimé a mis enemigos… y ahora ellos saben de ti. Si algo te pasa, Emily, jamás me lo perdonaría.

Por un instante, la habitación se quedó en un silencio absoluto, roto solo por la respiración temblorosa de Emily. Verlo así, arrodillado, tan distinto a la figura de poder y control que siempre mostraba, le golpeó el corazón con fuerza.

—No sé si puedo confiar en ti —susurró Emily, sintiendo que las lágrimas amenazaban con salir—. No sé si quiero estar encerrada en una mansión, rodeada de tus hombres, como si fuera… una prisionera.

Luca levantó la mirada hacia ella, con una intensidad que la atravesó.

—No serás mi prisionera, pequeña. Serás mi prioridad.

Emily tragó saliva, confundida, con el corazón latiendo desbocado. Parte de ella quería huir, escapar de esa intensidad, pero otra parte —una que no podía negar— se sentía tentada a ceder, al menos un poco, porque sabía que sus palabras no eran solo arrogancia… había verdad en ellas.

Él extendió lentamente una mano hacia ella, como si temiera que lo rechazara.

—Dime que sí, Emily. Déjame protegerte.

Emily respiró hondo, limpiándose con disimulo una lágrima que había resbalado por su mejilla. Dio un paso hacia él, mirándolo desde arriba con el ceño fruncido.

—Está bien —dijo al fin, su voz firme a pesar del temblor en su pecho—. Iré contigo. Pero quiero que quede algo claro, Luca: no seré nada tuyo.

Los ojos de él brillaron con una mezcla de alivio y admiración, aunque no interrumpió.

—Yo tomo mis decisiones —continuó Emily, con un dedo levantado, como si le hablara a un niño caprichoso—. No quiero que alguien me prohíba ir a algún lugar, no quiero pedir permiso para nada. ¿Entendido?

Luca, todavía de rodillas, esbozó una leve sonrisa ladeada.

—Entendido.

—Y te vas a asegurar de que no le pase nada a Sophia —agregó ella con un nudo en la garganta—. Si mi amiga corre un solo riesgo por mi culpa, Luca, me voy.

Él asintió sin dudar, su expresión seria.

—Te lo juro, pequeña. Ella estará tan protegida como tú.

Emily lo observó unos segundos más, buscando la trampa, la mentira escondida en sus palabras… pero no la encontró. Finalmente, suspiró, cruzándose de brazos.

—Entonces levántate. No soporto verte arrodillado en mi sala como si fueras… vulnerable.

Luca se puso de pie con la elegancia de siempre, imponente de nuevo, pero algo había cambiado en la atmósfera: ya no era solo el mafioso arrogante, sino un hombre que acababa de mostrarle una grieta en su coraza.

Él la miró con seriedad, y en voz baja, casi como una promesa, murmuró:

—No sabes cuánto me alegra que hayas dicho que sí.

Emily lo ignoró, recogió su bolso y las llaves de la mesa.

—No me alegra a mí —replicó—. Esto es una obligación, no una elección. Y si en algún momento siento que me conviertes en tu prisionera, Luca… juro que me voy.

Él sonrió apenas, sabiendo que ese desafío le fascinaba más de lo que debería.

—Acepto tus condiciones, pequeña. Pero recuerda algo… —se inclinó hacia ella, rozando con su voz su oído—: ahora eres parte de mi mundo, quieras o no.

Emily tragó saliva, decidida a no mostrar cuánto la afectaban esas palabras.

—Vamos de una vez. Y no hables más.

Luca rió suavemente, siguiéndola hacia la puerta.

1
mar
me gusta mucho, la trama
Cuquy De Cristofano
termina acá???
M: holaa, no aun falta 🥰
total 1 replies
Cuquy De Cristofano
interesante trama.
mar
Luca debe vengarse por Emily
mar
hay mucha tensión aquí... quiero que se besen
braian
se lo tiene merecido ese bastardo
braian
me gusta hasta ahora
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