Nueve Lazos De Magia

Tana observa su auto desde la ventana, así como a los hombres que los perseguían, y aunque una parte de ella quería prenderles fuego a esas personas, sabía que Donovan tenía razón, lo mejor era evitar pelear, ellos eran solo dos, contra más de una veintena de personas.

Para evitar que su magia sea vista, Tana hace viajar a su magia por debajo de la tierra, y al llegar al auto deja salir una pequeña explosión cerca del tanque de gasolina, lo cual provoca que el auto explote al instante, poniendo en alerta a sus enemigos, pero no solo a ellos, sino que las pocas personas que había en el hotel salen, y viendo a tantos hombres fuera, inmediatamente los culpan de la explosión y comienzan a gritarles.

- Bien hecho Tana, ahora sus autos y la pared – dice Donovan muy contento con el resultado, y es que esa primera explosión no solo distraje al enemigo, haciéndolos romper su formación, sino que también sacó a las personas del hotel, por lo que nadie notara cuando Tana derribe la pared.

Siguiendo el plan trazado por Donovan, Tana hace lo mismo con los autos que aquellas nefastas personas y al mismo tiempo usa su poder sobre la tierra para romper la pared.

- Es hora de irnos – dice Donovan, a lo que Tana asiente y los dos salen por el agujero que la joven ha hecho en la pared, afortunadamente se estaban hospedando en un primer piso, por lo que salir fue rápido.

Desafortunadamente, uno de los hombres de Dief, vio que Tana y Donovan escapaban, por lo que alerto a sus compañeros, por lo cual buscaron abrirse paso entre la gente, la cual tras la explosión de los otros vehículos habían entrado en pánico, retrasando a los hombres de Dief, quienes no podían moverse con libertad.

Al final un pequeño grupo de hombres logró sortear a la gente y llegar hasta Donovan y Tana antes de que pudieran entrar al bosque.

- No escaparán – dijo uno de los hombres, quien sin dudarlo les dispara, ante esto Donovan quita a Tana de la trayectoria y usa su mochila a manera de escudo, deteniendo el dardo, antes esto Tana coloca su mano en el suelo, y usando la tierra como un conductor, dejo salir su noveno don, matando a esos hombres en segundos.

- ¿Qué fue eso? – se pregunta Donovan, quien solo puede ver con horror lo que hace unos momentos eran personas, y ahora son un cascarón seco y vacío.

Al sentir el desconcierto de Donovan, Tana lo toma del brazo y lo lleva hacia el bosque, para cuando al fin el resto de sus captores pueden llegar hasta dónde están sus compañeros, solo encuentran sus restos y ninguna señal de sus presas.

- Maldita sea – grita el líder, quien está frustrado por su fracaso y comienza a llamar a sus superiores para ponerlos al tanto de la situación, deben de actuar lo más rápido posible si quieren volver a tenerlos en la mira y poder capturarlos.

Mientras tanto, Tana y Donovan ya se habían adentrado lo suficiente en el bosque, por lo que pararon a descansar.

- ¿Qué pasó allá atrás? – pregunta Donovan, quien no podía sacarse de la cabeza como aquellos hombres se marchitaban frente a sus ojos.

- Ese fue el noveno don y el más peligroso – le contesta Tana, quien, debido a las vidas que tomó, se siente como nueva.

- Y entiendo por qué es tan peligroso – dice Donovan, quien reconoce que ese poder es realmente aterrador, pero a la vez puede convertirse en su mejor arma.

- No, no lo entiendes – dice Tana, quien se deja caer en el suelo, como si estuviera agotada, a pesar de que no es así.

Tana nunca había usado su noveno don, consciente de lo peligroso que era, pero ahora lo estaba usando con demasiada frecuencia, algo que preocupaba y aterraba a la joven.

- Si me explicas, podría entender – le dice Donovan en tono suave mientras se sienta a lado de la chica.

Donovan se había dado cuenta de que usar ese poder no parecía ser del agrado de la joven, y aunque suene cruel, el hombre dudaba que fuera porque a la chica le importara quitar esas vidas, al fin y al cabo era su vida y la de su familia la que estaba en juego, y Donovan sabía que Tana acabaría con quién sea sin dudarlo y eso le permitía salvar a su familia, aquí había algo más y el hombre deseaba entender que era, para así ayudar a la joven, y es que aunque sonara egoísta, Donovan necesitaba que Tana estuviera bien, ya que ella era su única oportunidad de recuperar a su hermana.

- El noveno don es muy peligroso para quien lo usa, ya que absorber la energía vital, uno siente como esa energía recorre tu cuerpo, haciéndote sentir muy bien, esta sensación puede volverse adictiva, a tal punto que el zorro que abuse de este poder se corrompe y solo busca matar para alimentar esa hambre de poder que se forma en él – le dice Tana a Donovan, explicándole el porqué de su miedo.

- En ese caso, debemos de hacerte más fuerte, fortalecer tu cuerpo y tus demás dones, para que no tengas que volver a usar el noveno – le dice Donovan a la chica, mientras la atrae hacia sí, para que la joven descanse la cabeza en su hombro.

Donovan entendía bien el temor de la chica, al parecer ese don funcionaba como una droga, una droga que lentamente corrompía a la persona que abusara de ella, y que irremediablemente la llevaba a su perdición, ese era un destino que no quería que Tana tuviera, al fin y al cabo, en el poco tiempo que llevaban de conocerse la joven se había vuelto importante para él.

- Pero ya nos ocuparemos de eso más adelante, ahora debemos de descansar, más tarde nos espera una larga caminata – le dice Donovan a Tana.

- Pero yo no me siento cansada – le dice la joven.

- Pero yo sí, no te preocupes, solo serán unos minutos, y nos volveremos a poner en marcha – le dice Donovan, quien seguro de que sus perseguidores no los encantarían allí, cae profundamente dormido.