Rindiendome A Tu Piel

Alicia recordó, poco a poco fue abriendo sus ojos. Su cuerpo estaba adolorido, se acomodó en la cama subiendo un poco su cuerpo colocando una almohada en su cabeza procesando lo ocurrido, nunca había deseado que alguien la tocara y la hiciera suya y un desconocido y arrogante hombre, logró lo que nunca pensó.

Miro a todos lados, la cama muestra que el hombre no durmió con ella, ¡Por suerte!, no volvería por el lugar, debido a que sería un ataque emocional para ella, ese hombre grita peligro, y ella no quiere ni puede darse el gusto de querer vivir algo así.

Es lo mejor, ya que lo que menos necesitaba era tener una loca fantasía, ¿o si?.

Tiró su cuerpo por completo y a la derecha de la cama había una caja roja muy llamativa.

Se sentó y su cuerpo sintió el precio del placer de la noche anterior, se paró despacio de la cama y hasta su intimidad dolía y cómo no si ese hombre con cara de ángel, sexi y malvada, tenía un buen timón.

Alicia tomó la caja de terciopelo la abrió y un juego de diamantes negros estaba en él, sabía bien que si ese obsequió estaba allí, el quedó satisfecho de la escena volvio a cerrar la caja.

Se acaricio las muñecas, le dolían aún, y su cadera aún más por la forma en que estaba atada y fue tomada, la escena se vino a su mente y sonrió, no podía negar que fue el mejor sexo de su vida.

La puerta fue tocada y ella sabía muy bien quién era.

Se encontraba ida en sus pensamientos, pero el toque la sacó de su fantasía y entra una arrebatada Isabel, interrumpiendo toda paz que habida en el lugar.

—¿El papucho de la mesa VIP era tu cliente *whao* y hay evidencia de que esto fue un matadero anoche, yo lo atendí, la administración ayer estaba de locura con la llegada de ese hombre.

Dijo Isabel observando la habitación.

En ese momento entra Jhordán el novio de Isabel y era uno de los Bartender del club.

—¿Dónde está la afortunada Alicia?, el que tenía cara de mafioso poseído, es uno de los 3 portadores de las pulsera de oro.

Dijo Jhordán.

Observó la caja en las manos de Alicia y corrió emocionado.

—Debe ser algo hermoso.

Dijo Isabel tapando su boca con ambas manos.

—Dime que lo hiciste enloquecer a tal punto que sacó todo lo oculto en ese corpulento cuerpo y lo utilizaste completo todo, todito.

 Dijo Isabel emocionada.

—¡uff!!!, solo con imaginarlo me erizó.

 Dijo sacudiendo su cuerpo mirando a Alicia.

—¿Recuerdas que soy tu novio?.

Preguntó Jhordán haciéndose la víctima y abriendo la caja que tenía Alicia en sus manos.

Isabel bufó.

—¡No esperaba menos!.

Exclamó Jhordán al ver el juego de diamantes negro, lo sacó de la caja y se lo colocó a Alicia.

Alicia fue a alzar sus brazos y se quejó.

—¿Niña que hiciste?

Preguntó Isabel al ver el rostro de dolor de Alicia.

—¡Él lo hizo conmigo!, me enloqueció como nunca nadie lo había logrado sin tocar un músculo de mi cuerpo, con sus manos, luego me hizo de él de la posición menos imaginada. Solo les puedo decir que ni una palabra cruzamos, porque cuando, me desató, me quedé dormida.

Explicó Alicia caminando a la cama sentándose en la orilla dando un corto suspiro.

Isabel y Jordán eran sus únicos y mejores amigos, al escucharla estallaron en carcajadas.

—Vamos a tu casa, me ofrezco para llevarte cargada, pero debes contarnos todo.

Dijo Jordán trayendo las cosas.

Alicia se cambió, se quitó la costosas joyas, Isabel había traído sus pertenencias, los tres salieron directo al club, el administrador dejó dicho que fuera a su oficina, Alicia fue y el administrador casi la besa de lo feliz que estaba debido a que Will lo felicito por el servicio antes de irse y dejó las puertas abiertas para una futura colaboración.

—¡Te he dicho alguna vez que te amo!, ese hombre quedó tan satisfecho, que dejó un buen incentivo de propina, aparte de tu dinero, ¡que por lo cierto!, es lo que te puedes ganar en año trabajando aquí.

Dijo mientras estiraba el sobre que tenía en su mano que fue arrebatado por Isabel al no creer lo dicho por el administrador.

Al abrir el sobre se encontró con una cuantiosa cantidad de dinero jamás vista por ellas.

Isabel dio el sobre a Alicia, ella lo guardó.

—No vengo en un par de días.

Dijo aún cansada.

—Todos los que quieras.

Dijo el hombre con una sonrisa en su rostro antes vista.

—¿Quién es este dios que posee belleza, dinero, poder, está delicioso?.

Preguntó Isabel, sin medir sus palabras, alzó su rostro apenado de su euforia.

—Es Will García un poderoso empresario y dueño del exclusivo *Harén*

Contestó el hombre, haciendo que los tres amigos lo miraran.

—¿Del Harén? ¿Ese Harén?

Preguntó Alicia.

—Ese mismo.

Alicia no comentó nada, los tres salieron en el auto de Jhordán.

Hubo un silencio extraño en el camino.

Llegaron al apartamento de Alicia ella se dio un baño mientras Jordán e Isabel prepararon el desayuno.

Luego se sentaron en el mueble y Alicia empezó a contar su experiencia con Will.

En el otro extremo de la ciudad Will se había alistado temprano y ya se encontraba en la empresa, alistando unos documentos para una junta que tenía esa mañana.

Sebastian llegó, entró sin tocar la puerta como era su costumbre todas las mañana.

Se sentó en la silla al frente de Will.

—¿Dime que valió la pena ir a ese club?.

Pregunto, Sebastian interesado.

Will alzó la vista y vio cómo lo miraba Sebastian, volvió a mirar el documento.

—Mejor de lo que esperaba.

Contestó.

—¡Wao!.

Exclamó Sebastian jalando el documento, sin creer lo que escuchó.

—Debes contarme .

Dijo sentándose en el escritorio.

—Mi vida privada no te compete.

Respondió Will jalando el documento lo firmó y acomodó la carpeta.

—Me alegra que la pasaras bien.

 dijo Sebastian.

Se levantó del escritorio, y caminó a la salida.

—Vannesa no lo pasó tan bien, durmió en mi casa anoche.

Dijo Sebastian saliendo de la oficina.

Will se quedó mirando la puerta y sintió una punzada en el pecho.

Tomó el celular y en ese momento su asistente entró.

Señor García los inversionistas llegaron están en la sala de junta.

Will suspiró, guardó el móvil y salió con su asistente; se le veía tranquilo sin embargo lo dicho por Sebastian revolvió todo en él y quería que la junta acabará pronto.

Pero más que eso quería acabar con cada recuerdo de la vida de ella y de la vida de él, para poder encontrar lo único que le hace falta a su vida *paz*