Lina es una mujer de 30 años, ella muere en un atentado después de su divorcio y enterarse de algunas cosas, sin embargo, ella transmigra a un mundo antiguo, donde la dueña anterior de su cuerpo es una concubina de bajo rango, muy jovencita y terriblemente tímida, ella es acosada dúrate toda su estadía en palacio y su final es aún más macabro, Lina quien ahora es Tomara, debe sobrevivir y cambian su terrorífico destino, pero las trampas la rodean y acorralan.
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Cap. 13 No te metas
Bogo llegó a una habitación, en el ala este de la mansión, ahí lo esperaba un soldado de elite, un guapo castaño de ojos color miel, miraba al recién llegado, lo mira con una ceja levantada, nunca lo había visto tan apegado a alguien, menos a una mujer.
—Ya viste a Lady Benz?, ahora estás más tranquilo?, ¿realmente no sé por qué estamos aquí?, aunque la celebración de los soldados en un mes, ¿no deberíamos estar en el campamento? —dijo Floyd un poco desconcertado, no le reprocha, pero no lo entiende.
—No te metas, en eso, vigila bien a mi pequeño demonio, debo ir a ver unos temas, esa majadera es muy intrépida, pero no dejes que ese tipo se le acerque, fuimos muy confiados la última vez, logro meterla en su habitación, si esto se sabe su reputación será seriamente afectada, mientas sea la concubina ignorada, todo será mejor —dijo Bogo mientras empaca algunas cosas, no quiere dejarla sola, pero sabe que la emperatriz madre y Dama Lau la van a cuidar bien, al menos eso espera, a no ser que esa revoltosa se meta en algún lío.
Floyd asintió y lo acompaño a la salida, aunque Bogo es capaz de hacer lo que quiere, sabe que tiene muchos enemigos.
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Tamara, después de comer, se cambió, la emperatriz madre la visitará, debido a su mal estado, no puede ir a todo lado. Tamara está muy nerviosa, todos hablan de esa mujer como si fuera una mujer dura y estricta, y en realidad lo e, de no ser así, no habría logrado pasar de ser la cuarta concubina del difunto emperador a ser emperatriz cuando falleció la madre del emperador actual, claro que ella era fuerte, aunque eso le había costado más que la vida misma.
Mora entró al lugar con elegancia, vio a Tamara y sonrió suavemente, es tan bella y a la vez tan aguerrida. Tamara, por otro lado, se paró como pudo, pero aun así hizo una reverencia, la elegancia de esa niña dejó a la emperatriz madre sorprendida y se dio cuenta de que es realmente muy aplicada en todo, había olvidado que Tamara es una mujer muy bien criada, al menos Lina lo fue.
—Lady Benz —dijo la emperatriz madre con un asentimiento de cabeza y se sentó parta que Tamara también pueda sentarse.
Tamara se sentó expectante, no se imaginaba que la madre emperatriz sea tan joven y bella, parecía una concubina más que una emperatriz madre.
—Lady Benz, me alegra que se esté recuperando de semejante caída, sin duda fue un escape muy arriesgado, sin embargo, creo que valora más la dignidad que la propia vida, muy valiente —dijo Mora mientras Tamara asentía suavemente, jamás permitiría ser ofendida de esa manera.
—Majestad, sé que es un insulto para el emperador ser rechazado de esta manera, sin embargo, no creo haber hecho algo mal, ni siquiera soy una concubina oficial, si hablamos de la forma en como es que llegué aquí, debería ser comparada con una criada de bajo rango —dijo Tamara con frustración.
La madre emperatriz asintió también, la entiende, una mujer no puede perder su orgullo por mucho que sea una concubina, y solo aparte de un acuerdo comercial, hay que saber que en esa tabla de ajedrez volverse de peón a Reina también es importante y se puede hacer.
—Lady, Benz, la entiendo perfectamente, yo también fui una concubina, y hay que saber poner los pies en la tierra y no dejar que nadie lo humille.
—Ahora, las cosas son más complicadas, el emperador ha pedido una reunión y hablar sobre su situación, creo que las cosas deben quedar claras en especial sobre su permanencia en palacio, aunque me gustaría sacarla de este nido de serpientes, no puedo, en su hogar la acechan muchos más peligros que en palacio.
—Hablando de su hogar familiar, ¿Lady Benz, usted sabe los orígenes de su madre? —dijo Mora mirando la hermosa Tamara que parpadea rápidamente.
Tamara pensó y buscó en lo más profundo de su mente algún recuerdo, aunque Tamara tenía varios recuerdos, algunos parecían simplemente manchas borrosas, pero sí tenían una sensación definida, ya sea miedo o angustia, pero no tenía recuerdos de su madre.
—Majestad, no recuerdo mucho de ella, solo que decían, que era una mujer de bajo nivel, una cazafortunas, pero no sé exactamente su procedencia —dijo Tamara un poco confusa y pensativa, no recuerda hacer tenido una impresión importante.
La Madre emperatriz asintió, lo había previsto, claro que lo había adivinado ya antes, de lo contrario, todo sería más claro.
—Lady Benz, en todo caso, tengo dos opciones para que las cosas mejoren para ti. La primera opción es la más fácil, tendría que nombrarte como mi dama de compañía, vivirás conmigo por el resto de tu vida, sin embargo, no podrás casarte, no tendrás hijos, así como la Dama Lau, estarías dedicada al palacio y a mí —dijo con suavidad, no quería asustar a la niña, solo tiene 16 años y vivir una vida de soledad no es el mejor plan.
Tamara abrió los ojos como paltos, realmente no podría ser libre.
—La segunda opción, es…, que reclames el derecho nobiliario de tu madre, pero para hacer eso, debes casarte y con alguien que tenga mucho poder, una influencia que te haga más poderosa.
—Tamara, déjame ser más informal contigo, mi niña, voy a contarte quién fue Lavinia Benz, tu madre, una mujer hermosa, dulce y suave como el algodón. Lastimosamente, se enamoró de un maldito desgraciado, el hijo de un comendador, un arribista que vio en la única hija de los Marqueses Benz a su víctima.
—La enamoró y se casó con ella, tus abuelos la amaban como a nadie y le dieron el marquesado a ese hombre, sin saber que era una serpiente de lo más venenosa y traicionera.
—Se alió con los hermanos del marqués para quitarle el título a Lavinia, para eso, debían dejarla indefensa. Así fue como tus abuelos murieron, fueron asesinados por tu padre y tus tíos abuelos.
—Tamara, cuando tu madre quedó indefensa, tu padre con el apoyo de tus tíos defenestraron la reputación de Lavinia, la hundieron en el dolor más profundo, le quitaron el puesto de esposa y la pusieron como concubina, ¿la razón?, acusaron a tus abuelos de morir en manos de traficantes por ajuste de cuentas, los acusaron de vender esclavos y murieron en manos de sus socios peligrosos.
—Fue así como tu madre quedo en sus manos e indefensa.
—Tamara, la muerte de tu madre tampoco es algo natural y tu ingreso tan…, repentino aquí, tampoco fue algo casual, así que te voy a aclarar algo —dijo la Emperatriz mientras hace una señal a la Dama Lau. La mujer se acercó a la madre emperatriz y le dio unos documentos, ahí, Tamara comprendería muchas cosas.