Cuatro Estaciones Para Nuestro Amor

Así lo hicieron, saliendo de clases ambas se dirigieron a casa de Maggi, al entrar encontraron a su padre y hermano en la sala.

_ Buenas tardes, dijo Sara con voz frágil y apenada

_ Buenas tardes Sarita, respondió el libidinoso hermano de Maggi, que bonita vienes hoy.

_ Gracias Santiago, respondió Sara bajando la cabeza.

_ No le hagas caso amiga, es un tarado que piensa que puede alcanzar las estrellas sin hacer esfuerzo, al decir eso, salió su madre de la cocina y la reprendió.

_ Por qué le hablas así a tu hermano? Ya quisieran muchas una mirada de mi hijo! ¡Así que no vuelvas a hablar así de el!

_ Tranquila má, nadie le dijo nada a tu bebé. Vente amiga, vamos a mi cuarto.

Estando dentro de la habitación, Sara le dijo a Maggi que no le gusta ser motivo de discusión entre su familia, Maggi la consoló diciendo que eso era algo normal para ella y que dejara de preocuparse.

Después saco del clóset un hermoso vestido rojo, con un escote discreto al frente aunque muy pronunciado en la espalda, con un largo a la rodilla y un poco de vuelo en la falda, al mirarlo Sara sintió que no sería buena idea usarlo, ya que su ropa suele ser más discreta; sin embargo, Maggi la convenció.

_ Tienes que lucir espectacular, como nunca antes, además tu cuerpo es muy bonito, te verás hermosa... ¡Mira, estos zapatos le van perfectos al vestido y en esta cajita debo de tener un collar y unos aretes para que lo acompañes! Le dijo Maggi mientras buscaba los accesorios.

_ Maggi no creo que sea correcto llevarme tus cosas, de verdad el vestido no es mucho de mi estilo, es mejor que me presenté tal como soy.

_ Estás loca? Qué tal que vuelves a ver al príncipe que me contaste? Tienes que lucir genial por si es uno de los directores de la empresa, además ya habíamos quedado que te dejarías asesorar por mí, así que si no aceptas mi ayuda no aceptaré la tuya para los exámenes, y si repruebo quedará en tu conciencia, dijo Maggi con voz caprichosa.

_ Eres muy buena amiga, gracias, te devolveré todo mañana mismo.

Sara tomó las cosas y se dirigió a su casa, apenas tenía el tiempo justo para alistarse, así que en seguida se metió a bañar y después de eso empezó una rutina rara en ella.

Esta vez decidió usar más maquillaje de lo normal, en sus ojos Lucio una sombra contrastante con su color natural, lo que le dio intensidad a su mirada, se puso rimel y lápiz de labios en lugar de brillo, ajusto el vestido a su cintura y tomo de entre su ropa un abrigo para tapar el escote de la espalda, se colocó los aretes y el collar que Maggi le prestó, sin embargo se sentía muy rara, así que decidió mejor no llevar accesorios, igualmente las zapatillas que Maggi eligió le parecieron exsecivas, por lo que busco un par de zapatos de piso que no la hicieron ver tan alta, pero si más natural, se veía hermosa con todo lo que eligió, así que confiada tomo su bolsa para dirigirse a la empresa donde la entrevistarían.