Un Amor Imposible

-¡siii! Por fin terminamos los exámenes – dijo Luna bailando de felicidad por el pasillo 

- y que lo digas, estoy tan cansada – después de una semana de casi no dormir entregando trabajos y estudiando, por fin era libre, estaba tan ocupas estos días que no podía perder el tiempo con Jasper, apenas lo había visto, estaba aun con su férula, pero ya no usaba muletas, no quería admitir que lo extrañaba.

-¿tienes hambre? – me pregunto ella 

-hay sí, muero de hambre, vamos a la cafetería  - le dije, tomándola del brazo

Ahí encontramos a Lidia y Kat, que se veían tan cansadas como nosotras, después de conseguir nuestra comida, fuimos a buscar una mesa que estuviera donde hiciera sol, los días eran terriblemente fríos ya.

-¿has visto a Jasper? - me preguntaron

-no, está ocupado también – 

-menos mal, ya vienen las vacaciones –dijo Kat, mientras se tomaba su café - ¿qué harán esos días libres? – 

- Yo iré a visitar a mis abuelos – respondí – no los he visto hace un buen rato, se están haciendo mayores, ¿y ustedes? – 

-no lo sé, igual cena en familia o algo así – respondió Kat – que flojera la verdad, mi familia critica mucho mi manera de vestir – se quejo Kat 

-al menos están juntos, mis padres son divorciados, así que no se con cuál de los dos iré, mi padre se caso de nuevo, y no tengo muy relación con su nueva familia – nos conto Luna 

Las tres miramos a Lidia - ¿y tú? – dijimos al unisonó 

Ella se acomodo los lentes –lo mismo de cada año, la aburrida cena del trabajo de mi papá, en serio detesto ir, ahí solo hay adultos en su mayoría, y los de mi edad son personas muy aburridas, parece ser que la única se divertirá esta año será Alison – 

-hola señoritas, ¿Qué hacen? – Jasper apareció con su amigo, en un buen momento, para adherirse a la conversación 

-hola Jasper, siéntate y dinos que harás en vacaciones – le pedí 

-¿yo? No mucho, ir a mis terapias y estar en casa, mi familia no es la más festiva, mis padres son abogados, y solo uno de sus hijos eligió esa carrera, mi hermana, es asistente de vuelo, así que probablemente trabaje eso días, para no estar en casa – 

-interesante trabajo el de tu hermana – le dijo Lidia – por lo demás te comprendo, mi padre trabaja para una farmacéutica, cada año hacen una cena navideña y es la cosa más aburrida del mundo -   

-vaya, creí que mi familia era la única, con problemas, todos aquí estamos igual – agregue 

-¿de qué hablas? ¿No te gusta ir con tus abuelos? – me pregunto Kat 

-me gusta, pero es mejor ir en verano, todo es verde, los árboles frutales, y demás, en invierno es muy frio –

-claro, que una princesa como tú está acostumbrada a tener calefacción siempre – como siempre Arthur metiéndose en la conversación, kat lo miro de mala manera, pero el pareció no notarlo.

-¿de qué hablas? Tener calefacción en toda la casa, en una casa como la mía es ridículo, hay habitaciones que ni se usan, en los pasillos tampoco hay, mi casa es muy fría, la biblioteca y la sala principal por ejemplo, tienen chimenea, la calefacción esta solo en las habitaciones que se usan, poner calefacción en una habitación vacía es ridículo – respondí 

-tengo curiosidad por tu casa, ¿Cuándo nos vas a invitar? – me pregunto Kat 

-cuando quieran – le respondí – por cierto ¿y tu otro guante? - Le pregunte a Jasper, quien solo traía uno, y tenía la otra mano bastante fría  

-lo perdí, suelo quitármelo en clase, porque me estorba, y lo perdí uno de estos días – me respondió 

-¿si te regalo unos por navidad, los aceptarías? – le pregunte 

-¿me darás un regalo de navidad? – me dijo un tanto sorprendido 

-puedo hacerlo, ¿o no? – 

-supongo que también tendría que darte algo – 

-no es necesario, después de todo ahorita no puedes trabajar, no gastes tu dinero de forma innecesaria – 

-¿nos vamos para que puedan seguir coqueteando? – se burlo Kat, interrumpiéndonos 

-¿también quieres unos guantes? – le pregunte 

-si me los regalas, con gusto los acepto – respondió 

En ese momento me entro un mensaje, revise y vi que era Ezequiel, le pedí que mandara alguien por mi, al parecer vino el – bueno chicos ya que no tengo más exámenes y soy libre, me voy a casa, llegaron por mi – 

-¿no has traído tu auto hoy? – me pregunto Jasper 

-no, he dormido muy poco, así que no confió mucho en mi para conducir, además con este clima las carreteras son un más peligrosas, a mi papá tampoco le agrada la idea de conduzca con mal clima– respondí –nos vemos mañana –

Mi teléfono comenzó a sonar – por el amor de dios Ezequiel, dame un respiro – me queje con él cuando respondí – ya voy, hombre gruñon, debiste mandar a alguien más por mi – mientras hablaba por teléfono con él, me fui alejando de mis amigos, hacia la salida, estaba muerta de sueño, así que en cuanto entre al auto, y me puse el cinturón cerré los ojos, y casi al instante me dormí.

Al día siguiente… 

Solo fuimos por la mañana y después seriamos libres, así que fui a buscar a Jasper, lo encontré saliendo de un salón, y él se sorprendió al verme, pero sonrió,

-estas un poco perdida, no crees – 

-En realidad estoy donde quiero estar – le respondí, mientras nos alejábamos un poco de el resto de los estudiantes 

-¿necesitabas algo? – me pregunto, una vez que llegamos a una banca un poco lejos de la gente

Abrí mi mochila y saque el regalo y se lo di, el miro la cajita y después la abrió - ¿era enserio lo de los guantes? – 

-¿Qué, no te gustan? –

-sí, pero no creí que los tendría tan pronto aún falta para navidad – le quite el que traía, y le puse los que le regale 

-no vayas a perderlos, no creo verte en navidad, así que mejor te los doy de una vez – 

El los miro con detenimiento –me gustan, son bastante cálidos – 

-de eso se trata que no tengas las manos frías – me quede viendo también sus labios, saque mi bálsamo del bolso, y al verlo, el quiso retroceder, pero lo detuve – esto no tiene color, ve – lo abrí y se lo mostré 

Se quedo parado y dejo que le pusiera bálsamo en los labios – puedes quedártelo también, el viento esta frio, se agrietaran tus labios, solo no lo uses para besar otras chicas – le advertí 

El me miro en silencio, vio el bálsamo un momento y después lo tomo, y de manera repentina beso mi mejilla –entonces… ¿puedo besarte a ti? – 

Ese beso me tomo por sorpresa, pero se lo devolví – solo puedes besarme a mi – le respondí, me di la vuelta y me fui.