BL.
⚠️ Para mayores de 18, la novela puede contener escenas no aptas para menores. ⚠️
Alfred es un hombre que se dedica a desmentir leyendas junto con su hermano. Toda su vida ha sido relativamente tranquila o así lo cree él, en realidad no tiene casi ningún recuerdo. Estos parecen estar tapados con una espesa niebla blanca.
Jamás sintió demasiada intriga sobre el por qué sus recuerdos habían desaparecido, hasta que una extraña leyenda llega a sus manos, de hecho, fue muy conveniente para poder solucionar también el desastre en el cual su hermano se había metido.
Esta leyenda trataba sobre un Ángel y ofrecía una muy buena recompensa, junto con su hermano se embarca en su nueva aventura, que sin que Alfred lo supiera, se convertirá en el camino para desenvolver su pasado y encontrar a alguien que lo ha estado esperando en secreto.
Pd: La imagen de la portada NO me pertenece.
Newt y Thomas son solo una representación.
NovelToon tiene autorización de Xie Lian. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 11: Valientemente estúpido.
Cuando los primeros rayos de sol hicieron presencia Alfred ya se encontraba en el mismo comedor/cabina de ayer, esta vez desayunando junto con Johnny y Vic, el perro.
Su dolor de cabeza se había atenuado un poco, pero aún seguía presente como una enfermedad silenciosa que amenazaba con estallar en cualquier momento.
—Tío—. Llamo el niño con algo de duda en su voz, Alfred levanto la vista mientras mordía un trozo de pan. —Mamá no me rezongo al final.
—Lo sé, le pedí hoy más temprano que no lo hiciera—. Le sonrió, el niño al oír esto estaba extasiado, no pensó que alguien, además de su Mami, lo defendiera cuando su Madre le quería implementar un castigo.
¡Estaba libre de las condenadas matemáticas!
Con una expresión jovial eh infantil se puso de pie sobre su asiento y sin importarle nada camino sobre la mesa hasta Alfred, tumbando algunos platos con sus pequeños pies, el hombre extendió sus manos para atrapar a Johnny que se dirigía hacia él y miro con impotencia como el perro se trepaba en la mesa y se comía el resto del desayuno del niño.
—No puedes hacer eso—. Lo reprocho cuando el infante ya estaba en su regazo, el menor lo miro con sus ojitos almendrados brillantes eh inflo sus mejillas. Aparentemente lo había escuchado y lo ignoro deliberadamente cuando lo abrazo por el cuello.
— ¡El tío es tan genial!
— ¿Tío?
Un somnoliento Hugo se sentó a su lado mientras le preguntaba lentamente, estaba algo sorprendido por las palabras del infante y miro a su hermano. ¿No había dicho el mismo Alfred que no quería involucrarse tanto con Mairy?, ¿qué hacía con su hijo en su regazo?
—Te ves terrible—. Comento Alfred.
—Terrible—. Repitió el niño y Hugo se sintió algo impotente mientras se llevaba un trozo de pan a la boca. Sin duda, no cabía duda de que eran hermanos.
Alf cargo una chúcara con un poco de compota de manzana de su propio tazón, él aún no había tocado ese platillo, pues no era muy fan de la manzana y pensaba dejar esa parte del desayuno para lo último, pero notando que el niño había derramado su parte—y posteriormente Vic se la comió—llevo la cuchara hacia la boca de Johnny y este la acepto con bastante felicidad mientras soltaba un par de sonidos de satisfacción al masticar. Alfred no pudo evitar sonreír y pensar que su hermano debió haber sido igual de niño. Tierno y regordete, amante de la comida y en especial de los platillos dulces.
Era una pena que no lo recordara.
— ¿Te sientes mal?— Pregunto finalmente a Hugo, su tez estaba casi verdosa y sus ojos levemente rojos, además de que dos círculos negros descansaban debajo de ellos.
—Tengo jaqueca y estoy mareado. Me duele el estómago—. Estaba más que feliz de poder quejarse con Alfred, lo hacía sentir levemente mejor. —No debí tomar tanto ayer, ahora cada movimiento del barco me da nauseas. ¿Por qué no me detuviste?
—Luego de desayunar vuelve para descansar, preguntare en la cocina si tienen alguna hierba o medicamento para llevarte después—. Hablo con un toque de preocupación en su voz, para después agregar algo molesto: —Tú ya eres un adulto.
Hugo asintió mientras continuaba comiendo, le gustaba ser atendido y cuidado por Alfred, conociendo a su hermano después de ir a consultar se quedaría todo el día a su lado asegurándose de que se sintiera mejor. Sabía que era una preocupación constante en el corazón del mayor y eso no le desagradaba en lo absoluto, hasta cierto punto se le hacía divertido y lindo ver a su hermano preocupado por él.
Miro de reojo como él contrario interactuaba con el niño y no pudo evitar sentir algo de pesar, si tan solo él pudiera estar en el lugar de Johnny: Que bueno sería.
Quizás así siempre tendría cariño por parte de alguien sin importar que cosas malas haya hecho.
...•••°•••°•••°•••°••••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••...
Alfred pudo conseguir un poco de Marcela y no se demoró en preparar un té en la pequeña cocina y dirigirse hacia el camarote que compartía con su hermano. (1)
—Hugo, ¿cómo te sientes?— Pregunto al entrar y sonrió con ironía al ver como su hermano se tapaba hasta la cabeza con las mantas, parecía un niño.
—Mejor, no quiero tomar eso.
Alfred ni siquiera le había dicho que había podido conseguir Marcela en la cocina, de hecho, Hugo debería de sentirse afortunado de que la haya podido conseguir. El leve olor del té flotaba alrededor de ellos.
—Deja de comportarte como un niño y bébetelo—. Ordeno mientras su hermano se sentaba en la cama y él le pasaba la taza con el líquido amarillento ya tibio, algunos trozos de hierba flotaban en el agua, dándole un aspecto sucio cuando en verdad no lo estaba. Alfred no quería que su hermano se tragara la medicina herbácea, así que le pidió prestado a Johnny una bombilla de metal, el niño con gusto se lo presto con tal de que en la noche él le leyera un cuento.
— ¿No te parece que te estas apegando mucho a ese niño?
—No.
Hugo lo miro elevando una ceja mientras tomaba el té, su ceño se arrugo levemente cuando el sabor sutilmente amargo invadió sus pupilas gustativas y descendió por su garganta con suavidad.
—No será bueno cuando nosotros desembarcamos en Moet, el pequeño te extrañara.
Alfred lo miro en silencio, ¿qué trataba de decir su hermano?, ¿qué se apartara del niño?
—Lo visitare a menudo.
Hugo no pudo evitar burlarse.
— ¿En serio?, ¿no era que no te querías involucrar más con Mairy?— La expresión de Alf era algo amarga, Hugo se sintió algo gratificado al verlo. —Además ella constantemente está en movimiento, a veces el pequeño Johnny se queda en Layare con su otra madre, pero usualmente viaja a menudo junto con Mairy ya que Sonia está enferma.
Su ceño se frunció. Quería golpear a su hermano, ¿por qué siempre tenía que mostrar un panorama así?, ¿acaso no lo podía ver feliz por unos segundos?
— ¿Enferma?, ¿qué tiene?
Hugo negó en respuesta, él no lo sabía y Alfred le entregó un caramelo luego de que se hubiera terminado su té, nuevamente le dijo que descansara mientras salía. Finalmente pudo soltar un suspiro de alivio, él quería mucho a su hermano, pero a veces no sabía que pensar o que sentir al respecto cuando este le decía cosas que lo desganaban.
Sentía que Hugo jamás vería todo el esfuerzo y empeño que estaba poniendo para ayudarlo. Ya muchas veces lo había sacado de situaciones difíciles, él no esperaba un "gracias" ni nada por el estilo, solo deseaba que su hermano aprendiera la lección y dejara de ser tan estúpido eh imprudente, pero eso jamás sucedía.
Todo siempre era igual, estaba un poco cansado.
Justo cuando el dolor de cabeza comenzaba a atormentarlo nuevamente un grito resonó desde arriba.
— ¡Capitana, un barco se acerca por el lado estribor!
— ¿¡Qué!?
Alfred diviso como Mairy soltaba el timón y bajaba con avidez hacia la cubierta y rápidamente se acercaba al lado estribor, entrecerrando sus ojos pudo ver una nave que no estaba tan lejos de un color blanco puro, parecía una nube flotando sobre el agua sin preocupaciones he inmutable. El rostro de la mujer palideció.
— ¡Todos a cubierta, Deep está aquí!
Rápidamente todos los marineros se apresuraron a ir a cubierta.
Alfred no tenía conocimientos sobre el mar y aún menos sobre los barcos o piratas que navegaban por él, así que con curiosidad se acercó a la mujer.
— ¿Quién es ese?
Mairy volteo a verlo, Alfred se sintió algo inquieto y acaricio uno de los bordes de la taza.
—Deep, un lacayo del Emperador.
¿El Emperador?
Inmediatamente sintió que la situación no podía ser precisamente buena y sus ojos se desplazaron hacia el barco que cada vez estaba más cerca.
— ¿Nos estrellara?— No pudo evitar preguntar al notar que iba bastante rápido, la inquietud en su corazón aumento y comenzó a calcular las posibilidades de sobrevivir a un gran impacto.
—No es tan estúpido, por alguna razón está aquí. De seguro tiene alguna orden directa y nuestra suerte es tan mala que nos topamos con él—. Proclamo con amargura. —El maldito se detendrá a saludar—. Definitivamente no era para decirle hola a una vieja amiga.
Y así fue, al cabo de unos segundos el barco llego y desplegó una tabla directamente en la cubierta del barco de Mairy sin ningún escrúpulo, un hombre mayor bien peinado y vestido con un uniforme azul descendió del otro barco y le hizo una leve reverencia a la mujer.
—Capitana Mairy, que agradable coincidencia—. Su voz era extremadamente clara y suave, como las olas cuando impactaban contra el barco y lo hacían mecerse con lentitud. No había rastro de falsedad en lo antes dicho, pero sus ojos azules eran tan fríos como el hielo.
—Es un gusto tenerlo en mi barco—. Por otro lado el tono de Mairy fue algo tosco y afilado, revelando que no era para nada bienvenido. El hombre se enderezo y mostro una pequeña sonrisa mientras sus ojos recorrían la tripulación hasta toparse con Alfred, el cual estaba sosteniendo la taza con fuerza. La palabra "Emperador" aun retumbaba en su cabeza con nerviosismo y no entendía por qué su corazón parecía estar a punto de desbocarse. —Veo que ha reclutado a gente nueva desde la última vez que nos vimos.
Mairy frunció su hermoso rostro y deseaba escupirle a este bastardo frente a ella, la tensión era palpable en el aire.
Hipócrita.
—Naturalmente, desde que arrestaste a media tripulación esta Capitana tuvo que buscar nuevos camaradas—. Algunos ojos curiosos se asomaban desde el gran barco blanco, dos escoltas vestidos de gris bajaron y se pusieron a ambos lados de Deep. En sus cinturas colgaba un arma de pólvora, esto solo hizo que el ambiente se volviera más pesado.
— ¿Se me puede culpar?, sabe muy bien que el contrabando está prohibido—. Su tono de repente era tan helado como sus ojos, Alfred sintió un escalofrío. —Deberías de estar agradecida de que no la haya arrestado a usted por pena, sería una lástima que el niño sea criado por otra familia mientras su esposa muere sola en casa—. Mairy apretó sus puños, se podía oír el rechinar de sus dientes. Alfred sintió que era como una loba a punto de morder la yugular de su presa, esto no pintaba bien, y definitivamente este hombre estaba cruzando la línea.
—Señor, es un gusto—. Alfred no supo cómo, pero cuando fue consciente de sí mismo ya se encontraba caminando y rindiéndole una reverencia a Deep. —Este humilde tripulante espera de todo corazón que se encuentre en perfectas condiciones de salud...
—Ve al punto—. Lo interrumpió, algo divertido al ver las agallas de este hombre frente a él. El corazón de Alfred latió con fuerza, Mairy solo lo miro en silencio, su ceño se fruncía cada vez más y más, claramente le estaba ordenando con la mirada que se retirara, cosa que no iba a hacer. ¿Acaso Mairy no podía ver que este hombre la estaba provocando?
— ¿A qué vino?, claramente no solo a saludar—. No dudo al preguntar, su tono no fue brusco ni osco, al contrario fue relativamente amable.
—Eso es asunto de la corte y orden directa del Emperador.
— ¿Es oren del Emperador molestar a una madre?— El rostro arrogante de Deep se desdibujo — ¿Es asunto de la corte la vida de la misma?
— ¡Insolente!— Deep estaba listo para golpearlo, ¡jamás en su vida nadie se había atrevido a hablarle así en la cara!, Alfred no planeaba esquivarlo, pero la muñeca del hombre fue retenida por uno de sus escoltas.
—Señor, recuerde que no tiene permitido castigar a nadie sin un memorándum directo de Emperador, concéntrese en la orden—. Con este recordatorio el hombre pareció calmarse, miro a Alfred fijamente y suspiro resignado mientras se daba la vuelta y volvía su barco. El tablón fue retirado por su tripulación.
—Esta no será la última vez que nos veamos, Mairy. Hoy no tenía una orden directa para revisar tu barco, pero la próxima vez me encargarse de traerla directo del Emperador—. Amenazo, la expresión de toda la tripulación cambió, pero la de Mairy permaneció tranquila.
—Aquí te espero—. Lo desafío con la mirada mientras el barco se iba alejando, cuando finalmente se perdió de sus vistas todos soltaron un suspiro de alivio en conjunto, la tensión se liberó un poco. Mairy finalmente mostro una leve preocupación, Deep era una amenaza constante, no esperaba encontrárselo en su camino a Moet. ¿Había pasado algo?
Era sabido que el Emperador solo utilizaba a Deep para trabajos importantes, ya sean en tierra o mar. A veces incluso participaba en asuntos relacionados con la corte, en otras palabras: Era alguien poderoso.
Mairy volteo a ver a Alfred con algo de molestia en sus ojos.
—¿¡En qué estabas pensando!? Si te vuelves a encontrar con él en el futuro no te dejara ir. Es muy rencoroso. Todos son sus enemigos cuando no piensan igual.
Alfred miro la taza con restos de té en su mano y luego levanto la mirada hacia la dirección en la cual el barco blanco había desaparecido ya hace algún tiempo.
—Supongo que esta vez tuve suerte—. Menciono al recordar cuando Deep fue detenido por uno de sus asistentes, en realidad había actuado por mero impulso, su cuerpo se había movido solo y no le quedo de otra más que abrir su boca. —Es un hombre intimidante.
— ¡Es un hijo de puta y para colmo la mano derecha del Emperador!
— ¿Por qué el Emperador mantiene a alguien así a su lado?
Alfred se giró al oír la voz levemente ronca y se encontró con su hermano, el cual estaba apoyado contra el camarote, la puerta estaba abierta, dejando ver la cama pulcramente tenida por él.
— ¿Por qué te levantaste?—. Camino hacia Hugo.
—Es aburrido permanecer en cama solo.
Alfred suspiro, su hermano sí que podía llegar a ser tan terco eh infantil. ¿Esperaba que se quedara todo el día en el camarote con él?, aunque él era un "invitado" en el barco y pago por el viaje, aun así trataba de ayudar en lo que pudiera, aunque su ayuda había sido rechazada una y otra vez.
—Supongo que para el Emperador es más útil que Deep esté a su lado, no lo querría como enemigo.
—Exacto—. Hablo Mairy. —Además el Ministro de Guerra está muy apegado a ese bastardo, prácticamente sería capaz de prestarle sus tropas si este decidiera traicionar al Emperador.
— ¿Por qué no acabar con él?
—Se generaría un gran disturbio en la corte, además los exámenes imperiales para permitir nuevos ministros serán dentro de dos años. Adelantarlos no sería nada bueno para los estudiantes que se mantienen encerrados mientras estudian por su cuenta, no estarían preparados.
Alfred abrió un poco sus ojos mientras su mente trabajaba, los dedos de su mano izquierda se aferraron más al mango de la taza.
— ¿Tú crees que Deep es capaz de traicionar al Emperador?
—No, tienen una gran afinidad. El Emperador ayudo a Deep hace muchos años cuando fue acusado por el Ministerio de Hacienda de vender terrenos sin su permiso y por un doble precio—. Alf sentía que este personaje era demasiado complicado. —El Emperador movió a todos en el Ministerio de Justicia para llevar a cabo una profunda investigación. Al final, ante la acusación del Ministerio de Hacienda, no se encontraron suficientes pruebas por lo cual Deep fue disuelto de todo cargo.
—Es extraño.
—Lo es, en fin. Lo hecho, hecho esta, la maldita política no es asunto de los mares—. Se volteo y grito mientras le daba la espalda a Alfred. —¡Marineros, a supuestos! El viaje aún no ha terminado.
Alfred miro a su hermano y volvió a suspirar, últimamente estaba suspirando mucho. Quería preguntarle unas cosas a Mairy, pero como ella había dicho que la política no era asuntos de los mares sabía que no le respondería. Cuando menciono que había algo extraño fue porque así lo sintió, ¿en verdad no habían encontrado pruebas?
¿Por qué el Emperador defendió a Deep desde un principio?, ¿no sería mejor mandarlo a dormir?, ¿podría ser posible que el mismo Monarca destruyera las evidencias?
¿En verdad el Emperador se preocupa por la paz de la corte?
—No le des muchas vueltas—. Hablo Hugo al ver que su hermano se sumergía en sus pensamientos. —Es complicado y no es asunto nuestro, lo único que debe importarnos ahora es llegar a Moet y encontrar la posada. Nada más.
Por primera vez las palabras de su hermano lograron atenuar su mente, era verdad. No era asunto suyo, solo tenían un propósito con este viaje. ¿Por qué preocuparse tanto?
Pronto llegarían a Moet, pronto todo iniciaría de verdad.
•••°•••°•••°•••°••••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••
Por la noche Alfred le había contado un cuento a Johnny, el niño no había tardado nada en dormirse, en verdad era un buen chico. Mairy no pudo evitar elogiarlo.
—Usualmente hace un escándalo a la hora de dormir. Es increíble que lo manejaras así.
—Tienes un hijo maravilloso.
La mujer levanto la comisura de sus labios en una sonrisa y miro hacia donde dormía el niño con ternura.
—Lo sé.
Esa noche ambos tuvieron una charla en el comedor, Mairy le conto que su esposa sufría de una rara enfermedad, ningún médico pudo descubrir de que se trataba, ni siquiera los mejores curanderos o hechiceros. Alfred creía que estos últimos eran todos unos farsantes, pero no lo expreso en voz alta y siguió escuchando, prestando atención a como Mairy se desahogaba con él, las lágrimas se acumulaban en sus brillantes ojos. No pudo evitar sentir mucha empatía hacia ella, con cada palabra que decía se notaba lo mucho que amaba a Sonia.
—Cada día esas malditas manchas se expanden por su cuerpo, temo llegar un día a casa después de un largo viaje y encontrarla...— No se atrevía a decirlo, su corazón se apretó en un puño y soltó un suave sollozo. Elevo sus enrojecidos ojos hacia esos orbes color miel. —Ella dice que no le duele..., no sé si sea así. ¿Qué enfermedad en el mundo no causa dolor? A estas alturas esta tan débil que no puede siquiera ponerse de pie.
— ¿En verdad has intentado todo?, ¿no queda nada?
—En verdad—. Su expresión era de un cansancio extremo, completamente contradictoria con la alegre mujer que él había conocido. —Médicos, plantas..., de todo. Nada la ayuda. No sé qué más hacer, no quiero rendirme, pero como ves el destino parece no estar a mi favor.
—Lo lamento—. No sabía que decirle ni como consolarla correctamente, lo mejor que podía hacer ahora era oírla, esperaba, por lo menos, ofrecerle algún alivió.
—No sé por qué te estoy contando esto—. Sonrió con amargura. —No me pareces un mal tipo, Alfred. Hoy me lo demostraste cuando me defendiste, gracias. Si no hubieras intervenido le hubiera dado unos buenos golpes a ese canalla—. El hombre delante de ella le sonrió con calidez, Mairy se sintió más tranquila. —Solo por eso, y porque al parecer Johnny te tomo cariño, te daré un consejo. Mantén los ojos abiertos, ¿sí? No todas las personas están de tu lado, cuídate.
Alfred sintió que algo andaba mal, se inquietó un poco.
— ¿A qué te refieres?
—Se mas perceptivo con los que te rodean, no todos tienen buenas intenciones.
—No soy ingenuo, eso lo sé.
Mairy se puso de pie y se pasó el dorso de la mano por sus mejillas para limpiar los restos de lágrimas, la luz cálida de la vela que estaba sobre la mesa ilumino sus difusos rasgos.
—Eso no es lo que quería decir, eres inteligente. Sé que lo comprendiste, solo cuídate.
Y sin más se marchó, dejando a Alfred contemplando la oscuridad que comenzó a envolverlo a medida que la vela se consumía.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
1: Marcela:
Sirve para:
Digestiva: Se usa para aliviar problemas estomacales, como indigestión y malestar.
Antiespasmódica: Ayuda a evitar la formación de gases y a expulsarlos.
Antiinflamatoria: Se usa para tratar afecciones de la garganta.
Sedante: Tiene propiedades ligeramente sedantes.
Emenagoga: Favorece la menstruación. (Aunque Hugo no pasa por esto, xd. Decidí dejarlo como dato.)
Hipocolesterolémico: Se recomienda para disminuir el colesterol.
Antiasmático: Se usa para tratar el asma.
Antiséptica, analgésica: Se usa para lavar heridas.
¿Esto solo logro facilitar o dificultar más las cosas?
¡Te invito a seguir leyendo para descubrirlo! 💗
¡Te invito a leer para descubrirlo!