En un mundo medieval sumido en la oscuridad, Carter, un hombre joven de 27 años que había aceptado su muerte solitaria a causa de un cáncer, se encuentra resucitado en un bosque desconocido. Conserva sus recuerdos del pasado y un error en su curiosidad le hace ser rescatado por unos hermanos de un pueblo cercano.
A medida que busca respuestas sobre su resurrección, Carter descubre que la humanidad lucha por sobrevivir contra criaturas terroríficas y que la magia es su única esperanza. Sin embargo, su búsqueda de propósito se convierte en una lucha con múltiples emociones ante sucesos inesperados y múltiples traiciones.
Con cada paso, Carter se sumerge en un abismo de violencia y venganza, cuestionando su propio destino y el futuro que le espera. ¿Podrá encontrar una razón de por qué fue traído a un mundo que parece estar al borde del colapso?
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Ataque
—Carter, ¿estás ahí?—tocaba Lia en la puerta de la habitación—.
No hubo respuesta.
—¡Carter! ¡Responde!—grito Lia tocando con más fuerza la puerta.
—Eh...—dijo ligeramente Carter y estiró todo su cuerpo—. Lia aquí estoy...—intento decir, pero su voz se le apagó por el sueño.
Se despertó únicamente en cuanto Lia abrió lentamente la puerta. Rápidamente, el susto lo hizo levantarse y tapar su desnudez con la toalla que había dejado a su costado.
—¡Alto Lia, no entres!—grito.
Lia había entrado a la habitación y hablo sin darse cuenta.
—Carter, ya es bastante tarde, salí a comprar para el almuerzo y Rala me preguntó por tu entrenamiento en el camino. ¿Sabes lo vergonzoso que es mentir para proteger a alguien tan flojo?—decía.
En cuanto el silencio reino en el lugar y Lia finalmente advirtió en Carter, sus mejillas se colorearon por completo al verlo tapando su parte íntima con la toalla. Antes de que saliera de la habitación Carter dijo un "lo siento" bastante sordo.
Carter simplemente pensó en ponerse uno de los conjuntos que Brand le había otorgado, y se dió cuenta de la falta de ropa. Planeaba investigar un poco más el pueblo y buscar en sus rincones con interés. Salió de la habitación apenado y con voz baja hablo al aire.
—¿Lia?... Lia, ¿estás ahí?
No hubo respuesta.
Avanzo un poco y escucho ruido en el segundo piso. <
—¿Lia?—preguntó al aire.
No hubo respuesta de nuevo. Ya en el segundo piso, escucho ruidos provenientes de una de las habitaciones. No conocía bien el hogar, pues en los pocos días que llevaba allí solamente había usado la cocina, su habitación y el baño. Entro por la puerta siguiendo el sonido: era una habitación femenina y por ende de Lia. Había colores vivos, libros, muebles bien acomodados y limpios, una cama con tela suave que palpo y una ventana entreabierta por dónde una pequeña brisa entraba y movía las cortinas. Dio un salto por el susto que le género escuchar el sonido de un golpe fuerte en el armario de la habitación de Lia. Abrió con mucho cuidado la puerta y sin esperarlo, un bicho similar a una mariposa del tamaño de un gato voló directamente a su cara e hizo que retrocediera y callera sobre su culo. Se asustó y el enorme ser seguía batiendo sus alas; Carter seguía en el suelo preocupado a levantarse y recibir un golpe, comenzó a mirar los detalles del bicho. Era de un tamaño considerable, tenía unos ojos rojizos y su cuerpo era blanquecino tirando a gris, tenía una gran espiritrompa de color rojizo y algo marrón. Finalmente aquel ser se paró sobre el librero de la habitación y Carter se levantó lentamente, comenzó a andar con mucho cuidado hacia la puerta sin perder de vista al ser.
—¿Carter? ¡Aquí estoy!—interrumpió el grito de Lia que venía saliendo del baño—. Perdón, estaba haciendo del...—calló al presenciar como Carter salía disparado del cuarto con aquel ser detrás suyo.
Carter se abalanzó sobre Lia y la cubrió con su cuerpo justo cuando aquel ser cargaba contra el. El ser salió disparado a gran velocidad hasta el otro extremo del pasillo y su espiritrompa se incrustó en la pared. Lia soltó un pequeño grito y Carter rápidamente la tomo en brazos y entro la arrojo dentro del baño, cerrando la puerta.
—¡No sé te ocurra salir! ¡Veré qué puedo hacer contra esta cosa—dijo mientras aquel ser sacaba su espiritrompa del muro y volvía a mirar a Carter—. Lia...—reanudo con una idea en mente—. Cuando yo grite "ahora" por favor abre con fuerza la puerta del baño, ¿entendido?
—S-si—escuchó Carter del otro lado de la puerta.
El ser-bicho batió sus alas nuevamente y salió disparado como bala contra Carter en el pasillo.
—¡Ahora!—gritó, y la puerta del baño se abrió.
El bicho se incrusto en la puerta y Lia soltó un pequeño grito. Carter, en su afán de deshacerse del bicho y defenderse a si mismo y a Lia, no dudo, y confiando, encestó un golpe al bicho mientras batía sus alas por intentar liberarse de la puerta. De forma espontánea y tras el golpe, gran parte del bicho estalló y su sangre de un color morado y partes de su cuerpo quedaron esparcidas por el lugar y sobre Carter.
Carter quedó atónito por lo que acababa de hacer, tosió y escupió por pensar que algo había entrado en su boca. Lia se asomo y miro todo el pasillo totalmente sucio y a Carter empapado en aquel líquido raro.
—¿Tu hiciste eso?—preguntó Lia.
—Si, pero... No sé cómo sucedió...
Lia quedó en silencio y Carter la miro a los ojos directamente.
—Voy a necesitar un poco más de ropa—y rió falsamente.
