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Cásate Con Mi Marido

Cásate Con Mi Marido

Status: En proceso
Genre:Romance entre patrón y sirvienta / Casada con el millonario / Amor prohibido / CEO
Popularitas:5.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Luna Ro

Rosella Cárdenas es una joven que solo tiene un sueño en la vida, salir de la miserable pobreza en que vive.
Su plan es ir a la universidad y convertirse en alguien.
Pero, sus sueños se ven frustrados debido a su mala fama en el pueblo.
Cuando su padrastro se quiere aprovechar de ella, termina siendo expulsada de casa por su propia madre.
Lo que la lleva a terminar en la hacienda Sanroman y conocer a la señora Julieta, quien en secreto de su marido está muriendo en la última etapa de cáncer.
Julieta no quiere que su familia sufra con su enfermedad. En su desesperación por protegerlos, idea un plan tan insólito como desesperado: busca a una mujer que ocupe su lugar cuando ella ya no esté.
Y en Rosella encuentra lo que cree ser la respuesta. La contrata como niñera, pero en el fondo, esconde su verdadera intención: convertirla en la futura esposa de su marido, Gabriel Sanroman, cuando llegue su final.
¿Podrá Rosella aceptar casarse con el hombre de Julieta?

NovelToon tiene autorización de Luna Ro para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo: Cayendo en la trampa del deseo

Julieta abrió los ojos lentamente, como si emergiera desde un abismo profundo y oscuro. La luz blanca del hospital la cegó, y al parpadear varias veces comprendió que estaba recostada sobre una camilla. Su respiración se aceleró cuando notó la mascarilla de oxígeno sujetada a su rostro. Un terror primitivo la atravesó.

Miró a su alrededor, desorientada, hasta reconocer la silueta de Enrique a su lado.

Él sostenía su mano con firmeza, intentando transmitirle calma, una calma que ella no sentía.

—Tranquila, Julieta… —susurró con suavidad—. Todo estará bien.

Pero nada dentro de ella estaba bien. Nada.

Con brusquedad se arrancó la mascarilla, ignorando al enfermero que intentó detenerla.

—¡No te atrevas… no llames a Gabriel! —su voz quebró, cargada de una desesperación que desgarraba—. Te lo prohíbo… o yo… voy a odiarte.

Enrique la observó con una compasión tan profunda que parecía romperse por dentro. No intentó contradecirla; sabía que esa mujer estaba protegiendo algo mucho más grande que su propio dolor.

***

Lejos de ahí, otra historia ardía con silencios y deseos contenidos.

El grupo llegó al hotel para prepararse antes del festival. Los niños corrieron directo a la piscina, vigilados por las maestras, mientras algunos padres aprovechaban para descansar o cambiarse.

Rosella subió a la habitación asignada y se encerró en el baño. Se permitió una ducha larga, cálida, deliciosa. El vapor llenó el espacio mientras ella cerraba los ojos, disfrutando aquel lujo que rara vez tenía: el aroma de los jabones caros, la amplitud del baño, la sensación de estar en un mundo ajeno.

Al salir, se envolvió con una toalla y comenzó a buscar su ropa. No escuchó la puerta abrirse, ni los pasos firmes que se acercaban. Solo vio una sombra cuando se giró… y chocó con un torso desnudo.

Rosella soltó un grito.

Gabriel se quedó paralizado.

Él estaba sin camisa, solo con los pantalones puestos, y la toalla que llevaba colgada en los hombros cayó al suelo como una declaración involuntaria.

Sus ojos se abrieron con asombro, y luego descendieron, casi por instinto, hasta la figura de Rosella envuelta en la toalla.

Ella se sujetó la tela con ambas manos, temblorosa.

—¡Lo… lo siento! —balbuceó, roja, asustada.

Gabriel retrocedió de inmediato.

Dio media vuelta y salió de la habitación sin decir una palabra, cerrando la puerta tras él. Se dejó caer en la cama, con el pecho agitado. Sintió la sangre arderle. Su erección latía, viva, traicionera.

Miró la puerta como si fuera un límite que debía respetar, a pesar del impulso brutal que le pedía romperlo todo, cruzarlo, tomarla, reclamarla.

Apretó los puños. Respiró hondo. Y escuchó, unos segundos después, el seguro de la puerta al cerrarse desde dentro.

Eso lo devolvió a la realidad.

***

Rosella temblaba mientras se vestía. Evitó mirarse al espejo demasiado tiempo por el rubor que aún ardía en su rostro.

Cuando estuvo lista, salió a buscar a las niñas para llevarlas al festival.

Pronto caminaron entre una multitud inmensa.

Había antorchas, música, el brillo del fuego iluminando rostros y sombras. El cielo estrellado completaba una escena que parecía sacada de un cuento ancestral.

Ella cargaba a Ada y tomaba de la mano a Sarah.

Gabriel llevaba en brazos a Ana. En un momento, cuando Sarah fue guiada por la maestra con el resto de los niños, sintió la mano de Gabriel posarse sobre la suya para evitar que se apartara entre tanta gente. Fue apenas un contacto, pero la tensión que la recorrió fue desbordante.

No se soltó.

***

En el hospital, Julieta estaba en esa habitación, cada vez su cuerpo màs débil y delgado, como si se desvaneciera.

Ella se enderezó un poco en la cama. Enrique continuaba sentado a su lado, sosteniéndola con su sola presencia.

—Entonces… es el final, ¿cierto? —preguntó con una serenidad que dolía—. ¿Cuánto tiempo me queda, Enrique? Por favor… dime la verdad.

El doctor entró.

—Señora Sanromán, haremos una cirugía de emergencia. Será para reducir el dolor y permitir que pueda alimentarse.

Julieta cerró los ojos.

—No quiero. Ya estoy cansada.

Enrique apretó los labios.

—Julieta… debemos llamar a Gabriel.

—He dicho que no —respondió firme—. Pueden operarme, pero no llamen a mi esposo. Es mi decisión.

Enrique sintió un nudo formarse en su garganta.

—Te lo pido como madre, por mis hijas… por Gabriel… No me juzgues. Es mi prueba final de amor. Prefiero que me recuerden en paz, no en agonía. Rosella… ella es la solución.

—¿Estás consciente de lo que me pides?

—Si no me ayudas, Gabriel nunca será feliz. Se hundirá. Las niñas crecerán solas, él vivirá atormentado. En cambio… si sigues mi voluntad, sufrirá… pero solo un tiempo. Después… podrá vivir. Rosella podrá hacerlo vivir.

Enrique bajó la mirada. Y asintió.

***

Rosella se sentó en el pasto con las niñas.

El festival había terminado y el mar brillaba bajo la luz de la luna.

—Mami Rosella, ¿nos cuentas un cuento? —pidió Ada.

—No me llames así, tu mamá se enfadará.

—No —dijo la niña abrazándola—. Tú eres mi segunda mamá.

Ana imitó el gesto. Sarah sonrió.

Gabriel se acercó, cruzándose de brazos.

—¿Nos contará algo, señorita Rosella?

Ella improvisó.

Y narró la leyenda del universo que se partió a sí mismo para encontrarse, de las almas divididas buscando su otra mitad.

Las niñas la escucharon fascinadas. Al finalizar, las niñas corrieron por la arena, jugando con otros niños.

Gabriel comentó con un poco de burla:

—Cuenta muy bien historias… aunque no crea en ellas. Es casi una mentirosa perfecta.

Ella sonrió con calma.

—La vida es simple, señor Sanromán. Solo eso.

Él la miró con severidad.

—Supongo que si un hombre atractivo, joven y millonario le ofreciera cortejarla… nos quedaríamos sin niñera.

Ella arqueó una ceja con descaro.

—Por supuesto. Yo nunca dejo pasar oportunidades.

Él endureció el gesto.

—¿También aceptaría ser amante?

La mirada de Rosella se volvió gélida.

—No, señor. Yo nací para ser la única mujer de un hombre… y la fantasía irrealizable de muchos más.

Gabriel quedó inmóvil.

—¿Tan deseable crees que eres?

Rosella con rabia y más por ego, dio un paso hacia él, temblando, pero firme.

—Dígame, ¿cree qué lo soy?

Gabriel sintió que algo dentro de él se rompía. La deseaba. La deseaba con una intensidad peligrosa.

La tomó por la cintura.

La acercó.

Sus respiraciones se mezclaron.

Rosella comprendió que escapar era imposible.

Y estuvo convencida de que ese hombre iba a besarla.

1
ana luisa
Me encanto el capitulo de hoy ahora. falta que este Rosella y ella le dices que se casen dedpues de su muerte el ya no la ma tienes sentimiento es con Rosella me gustaria un maraton
Cammmmm: Así después nadie la odia y culpa
total 2 replies
ana luisa
Gracias por este capitulo esa vieja es mala Julieta dio una orfen a la vieja y no es asi
ana luisa
Por fin lo sabe es mejor y de esa manera el vaya con ells y Rosella y le hacen una promesa
ana luisa
Me encanta tu novela pero te voy. s corregir. algo iba no se. escribe asi sino iva Gsbriel se esta enamorando de Rosella otro capitulo por favor un maraton
Maria Solorzano
😭😭😭😭
ana luisa
Un maraton por favor
ana luisa
Me encanto el capirulo ya Gabriel no siente nada por Julieta se esta enamirando de Rosella y Julieta miriendose quien es la mujer que se. intenponga entre Rosella y Gabriel
ana luisa
Hoy no escibiste
ana luisa
cuando haces un maraton
ana luisa
Esa vieja es una bruja Julieta se esta muriendo y la vieja sabe y Julieta quiere que Rosella sea la esposa de Gabriel pero ella tiene piedra en su camino
Gómez Martínez juaniss
Julieta deberías decir la verdad y pasar los últimos días feliz con tu familia Gabriel necesita saber la verdad ya que todos van a su frir
ana luisa
Pobre Gabriel y Julieta debe estar sufriendo por amor me gustaria un maraton por favor
Lidina Bernardo
creo que se confundieron en el nombre
creo que quizo decir Arnoldo.!!!
Maria Solorzano
Es triste como hace para alejarse de su esposo 😭😭😭
ana luisa
Eso es mentira y el amigo de el se presta el tambien sabe que se esta muriendo bueno debe ser de esa manera puede hacer un marston por favor
Maria Solorzano
😭😭😭😭😭😭
ana luisa
Me encanto el capitulo de hoy Julieta en vez de ocultalo debe decirlo para no morir sola no debe escondelo de manera que lo esta haciendo que la. odie
Karina Cubillan
más capitulo porfa
gisella Fuentes Cardenas
Julieta es la realidad de muchas mujeres condenadas por el cáncer y no poder describirlo como se siente conocí una vecina era joven se arreglaba bastante y muy guapa y el cáncer se la llevó 35 años no era justo
ana luisa
,Que pena la de Julieta esta acompañada pero a la vez sola porque no quiere decir a nadie y Gabriel edts sieniendo slgo. por Rosenda
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