irem conoce a un misterioso hombre con el cual comienza a hablar a escondidas de sus padres
¿su familia podrá aceptar una relación con aquel hombre ? ¿ siendo el 6 años mayor que ella ?
Qué hará irem al saber la verdadera identidad de aquel hombre misterioso.
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disgusto
A la mañana siguiente, Irem se despertó temprano. Irem respiró hondo y se sentó en el sofá junto a su madre. "Mamá, necesito hablar contigo sobre algo", dijo, intentando calmar su nerviosismo.
Su madre, Olivia, la miró con curiosidad. "¿Qué pasa, hija?", preguntó.
Irem titubeó un momento antes de hablar. "Es sobre... un chico", dijo.
Olivia se enderezó en su asiento. "¿Un chico?", repitió. "¿Qué pasa con él?"
Irem se sintió nerviosa. "Se llama Enzo", dijo. "Lo conocí hace un tiempo y... nos hemos estado viendo".
Olivia frunció el ceño. "¿Qué significa 'nos hemos estado viendo'?", preguntó.
Irem se sintió incómoda. "Quiero decir que... salimos juntos", dijo.
Olivia se puso de pie y se acercó a Irem. "Irem, sabes que no apruebo que salgas con chicos sin mi permiso", dijo. "¿Por qué no me lo dijiste antes?"
Irem se sintió culpable. "Lo siento, mamá. No quería que te preocuparas", dijo.
Olivia la miró con severidad. "¿Qué sabes de este chico?", preguntó. "¿Qué hace? ¿Dónde vive? ¿Qué tipo de persona es?"
Irem se sintió abrumada por las preguntas. "Enzo es... un buen chico, mamá", dijo. "Trabaja como ingeniero y es muy amable. Me hace feliz".
Olivia se cruzó de brazos. "No me importa si es el rey de Inglaterra", dijo. "No quiero que salgas con alguien sin mi aprobación. ¿Qué edad tiene?"
Irem se sintió nerviosa. "Tiene 24", dijo.
Olivia se sorprendió. "¿24?", repitió. "Eso es demasiado mayor para ti. No quiero que te metas en algo que no puedes manejar".
Irem se sintió frustrada. "Mamá, por favor, escúchame", dijo. "Enzo es una buena persona. Me ama y yo lo amo. Quiero que lo conozcas y veas que es un buen chico".
Olivia se negó a escuchar. "No quiero conocerlo", dijo. "Y no quiero que sigas saliendo con él. Es demasiado mayor para ti y no es adecuado para ti".
Irem se sintió triste y enfadada. ¿Qué podía hacer para que su madre entendiera?
Irem se sintió culpable y se levantó del sofá para abrazar a su madre. "Lo siento, mamá", dijo. "No quería lastimarte. Solo tenía miedo de que no entendieras".
Olivia se apartó del abrazo de Irem y la miró con lágrimas en los ojos. ¿Crees que no te conozco? ¿Crees que no sé lo que es mejor para ti?"
Irem se sintió incómoda. "No, mamá, no es eso", dijo. "Es solo que... no sabía cómo reaccionarías".
Olivia se sentó de nuevo en el sofá y se cubrió la cara con las manos. "Me duele que no confíes en mí", dijo.
Irem se sentó a su lado y le tomó la mano. "Lo siento, mamá", dijo. "Te prometo que no volveré a ocultarte nada. Quiero que confíes en mí y que sepas que siempre estaré aquí para ti".
Olivia la miró con tristeza. "No sé si puedo confiar en ti ahora", dijo. "No sé si puedo creer que me dirás la verdad".
Irem se sentó en el sofá, sintiendo una mezcla de emociones. Se sentía culpable por no haber hablado con su madre sobre Enzo antes, pero también se sentía frustrada por la reacción de su madre.
"¿Por qué tiene que ser tan estricta?", se preguntó a sí misma. "¿Por qué no puede entenderme?"
Su padre, que estaba en la habitación contigua, escuchó la conversación y decidió intervenir. "Olivia, ¿qué pasa?", preguntó, entrando en el salón.
Su madre se secó las lágrimas y le explicó la situación. "Irem me dijo que tiene un novio y no me lo había dicho antes", dijo.
Su padre se sentó en el sofá junto a Irem. "¿Y qué hay de malo en eso?", preguntó. "Irem es una joven adulta, puede tomar sus propias decisiones".
Su madre lo miró con sorpresa. "¿Tú también estás de acuerdo con ella?", preguntó.
Su padre sonrió. "No estoy de acuerdo ni en desacuerdo", dijo. "Pero creo que Irem tiene derecho a tomar sus propias decisiones y a vivir su vida como quiera".
Irem se sintió agradecida con su padre por apoyarla. "Gracias, papá", dijo.
Irem se sintió desesperada. "Por favor, mamá, no digas eso", dijo. "Te amo y quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti".
Irem se sintió un poco ofendida por la respuesta de su madre. "Mamá, no es justo que pienses que Enzo me va a hacer daño", dijo. "Él es una buena persona y me ama de verdad".
Su madre la miró con escepticismo. "Ya veremos", dijo. "Solo no vengas llorando a mí cuando ese te haya roto el corazón".
Irem se sintió frustrada. "Mamá, por favor, confía en mí", dijo. "Sé lo que estoy haciendo".
Su padre intervino de nuevo. "Olivia, déjala vivir su vida", dijo. "Irem es una joven adulta y puede tomar sus propias decisiones".
Olivia se levantó del sofá y se fue a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella. Irem se quedó sola con su padre en el salón, sintiendo que había lastimado a la persona que más amaba
Irem se sintió un poco triste. "Papá, ¿crees que mamá alguna vez entenderá?", preguntó.
Su padre la abrazó. "Claro que sí, hija", dijo. "Solo necesita un poco de tiempo para acostumbrarse a la idea".
Irem sonrió un poco. "Gracias, papá", dijo. "Significa mucho para mí que estés de mi lado".
Esa noche, Irem no podía dormir. Su mente estaba llena de pensamientos y emociones después de la conversación con su madre. Se sentía frustrada y triste por no haber podido convencer a su madre de que Enzo era una buena persona.
Se levantó de la cama y se acercó a la ventana. Miró hacia afuera, viendo la luna llena en el cielo. Se sintió un poco sola y asustada. ¿Qué pasaría si su madre nunca aceptaba a Enzo? ¿Qué pasaría si su relación no funcionaba?
De repente, su teléfono sonó. Era un mensaje de Enzo. "¿Estás bien?", preguntó.
Irem sonrió un poco. "No puedo dormir", respondió. "Mi madre no está muy contenta con nosotros".
Enzo respondió rápidamente. "Lo siento, cariño. ¿Quieres que hable con ella?"
Irem se sintió agradecida por la oferta de Enzo. "No, no es necesario", respondió. "Solo necesito un poco de tiempo para que se acostumbre a la idea".
Enzo la tranquilizó. "Estoy aquí para ti, siempre", dijo. "No te preocupes por nada".
Irem se sintió un poco mejor después de hablar con Enzo. Se acostó de nuevo en la cama, pero todavía no podía dormir. Su mente seguía pensando en su madre y en su relación con Enzo.