"No soy un vampiro común cariño, porque yo, escuchalo bien, NO me enamoro"
-Claus Collins.
***
Claus Collins es misterioso, calculador, frío, controlador, tremendamente sexy pero sobre todo arrogante y en ninguno de sus planes estaba enamorarse.
Tenía una misión y no era la primera misión que le encomendaban, confiaban en él y podía conseguirlo todo con solo chasquear sus dedos.
¿Podrás entender el porque nunca enamorarse? eso solo lo sabrás si miras un poco dentro de esos ojos color zafiro capaz de embelesar pero también de matar.
Por el contrario Marianna Grey curiosa de aquel chico extraño que decidió hablarle en aquella fiesta, se propone averiguar por qué aquellos ojos color zafiro gritaban peligro.
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Capítulo 13
Mire a mi hermano y recordé todo lo que habíamos pasado, cuando se cayó por primera vez, cuando sonreía al decirle que era muy lindo, cuando se le cayó el primer diente, cuando fue por primera vez a la escuela y me agarro la mano porque tenía miedo, cuando me dijo el primer te quiero, sus abrazos, su risa, su juventud.
—Cómo es que lo sabes— me dijo sin aliento.
—Cuéntame por favor cómo fue que pasó— le dije suplicante.
—Lo siento Marianna— se limitó a decir.
—Te voy a comprender solo dimelo por favor— le seguía suplicando.
—Sentí los primeros ataques hace un mes, me enojaba muy rápido, comía demasiado y no me saciaba, hasta que sucedió una noche de luna llena, me levante agitado con el cuerpo caliente, salí de casa y corri al bosque sin saber porque, cuando no pude seguir corriendo, me tire al suelo por el dolor insoportable, sentía como cada hueso de mi cuerpo se partía, agonizaba sin saber porque, cuando abrí los ojos, un chico me miraba curioso, yo seguía retorciéndome en el suelo, hasta que él habló y me dijo que no me resistiera, que me dejara llevar, no se en que momento paso ni como, pero abrí los ojos y mire a todos lados, al frente de mi ya no veía al chico sino a un lobo, mi confusión fue grande que retrocedí y me caí, cuando pude observarme yo también era un lobo, mi primer pensamiento fue correr, pero sentí una voz en mi cabeza que decía que lo siguiera y cuando caí en cuenta que era aquel lobo el que me hablaba, lo seguí y pase junto a una manada toda la luna llena, hasta que se pasará el efecto, después de haberme transformado, me explicaron todo, lo que yo era, de lo que podía hacer y me pidieron guardar el secreto, podemos transformarnos cuando queramos menos las lunas llenas, el efecto es tan poderoso que nos transforma sin nuestro conocimiento, me dijeron que existían enemigos de los cuales debíamos cuidarnos y desde entonces me reuno con ellos para conocer un poco más lo que soy y mis habilidades —me dijo al fin con la mirada más triste que solo me limite a asentir.
—Por qué no me comentastes, yo te hubiera ayudado— le dije sinceramente.
—No podía involucrarte, no podía colocarte en peligro y además debía mantener el secreto, los seres humanos no deben saber de nosotros— me dijo seriamente.
—Aún así soy tu hermana —le dije temblorosa.
—Cómo lo supiste Mar— me pregunto intrigado.
—Te seguí al bosque, necesitaba saber que hacías las noches que desaparecías— le dije sinceramente omitiendo el detalle de los hermanos Collins.
—Como fuistes tan estupida de seguirme y si te hubiesen visto, no sé lo que hubieran hecho contigo, es peligroso y debes mantenerte al margen— me dijo seriamente.
—Hay algo que no sabes Miguel y necesito que me guardes el secreto— le dije muy nerviosa de cómo iba a reaccionar.
—No me digas que también eres licántropo— me dijo con el miedo palpable en su voz.
—No, no lo soy, de hecho soy una bruja- le dije al fin.
—Bruja en serio, pensé que eso solo existían en los cuentos de hadas— me dijo confuso, rodé los ojos por su respuesta.
—Lo mismo diría de los lobos y vampiros— dije sarcásticamente y es ahí cuando caí en cuenta de algo.
—¿Vampiros? tu como sabes de ellos Marianna porque yo no te hable de ellos— me pregunto seriamente.
—Lo supuse, además en las películas son sus archienemigos— le dije para salvarme de mi idiotez.
—Bueno eso es verdad, pero debes tener cuidado con ellos, son peligrosos, de hecho la manada me habló de ellos, hay unos hermanos que aparecieron de repente y son muy peligrosos, no te acerques a nadie y cuidate por favor hermana— me dijo preocupado.
—Tranquilo ni que fuese tan boba de juntarme con ellos— dije velozmente, tratando de salvarme el pellejo.
—Si llega a pasar solo llamame ire enseguida, por cierto como descubriste que eras bruja— me pregunto curioso, ahora no sabia que inventar para que me creyera.
—Encontré un libro y me dio curiosidad y lo leí, descubrí que podía hacer magia, de mis manos salían llamas y podía sentir algo fluyendo por mi cuerpo, era realmente fascinante, no se lo había dicho a nadie hasta ahora— le digo cruzando los dedos para que me creyera, el me miro raro pero luego asintió.
—Bueno realmente esto no se veía venir, por ahora no intentes hacer magia o como se diga, voy a averiguar en la manada que significan las brujas para ellos, solo cuidate y por favor no vuelvas a seguirme es peligroso— me dijo con una mirada muy preocupada, sentimos la puerta principal ser abierta y apareció un Antonio muy cansado, no supe como se habían pasado dos horas hablando, mire a mi hermano y él a mi, me hizo un asentimiento y se levanto, camino hacia las escaleras y se perdió en ellas.
—Papá te deje bacon en el microondas, para que comas algo— le dije con una sonrisa.
—Gracias mi Mar, como y me voy a dormir, estoy muy cansado— me dijo papá, realmente se le notaba, sus ojeras están muy visibles, sonreí triste porque sabía cuánto le hacía falta mamá.
—Bueno papá, iré a mi habitación a estudiar un rato, descansa, hablamos más tarde y me cuentas un poco como te ha ido en el trabajo— le dije y asiente con un tocino en la boca, me encamino a las escaleras y voy directo al cuarto.
Abro la puerta y lo que me encuentro me deja una confusión, unos ojos color zafiro me miran desde el pie de mi cama, cierro la puerta evitando que lo vean.
—Qué haces aquí —le susurro confundida y aterrada por su presencia tan dominante, tan él, tan Claus.