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Inefable

Inefable

Status: En proceso
Genre:Romance / Mujer poderosa / Autosuperación / Traiciones y engaños / Mujer fuerte/hombre frágil / Venganza de la protagonista
Popularitas:1.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Irwin Saudade

¿Morir por amor? Miranda quiere salvar la vida de Emilio, su mejor amigo. Pero un enemigo del pasado reaparece para hacerla sufrir por completo. ¿Cómo debe ser la vida cuando estás a punto de perderlo todo? ¿Por qué a veces las cosas no son como uno desea? ¿Puede haber amor en tiempos de angustia? Miranda deberá elegir entre salvar a Emilio o salvarse a ella. INEFABLE es el libro tres de la historia titulada ¡Pídeme que te olvide!

NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

USARE

*Miranda*

—¿Cómo estás? —Me animo a preguntarle.

—¡Lejos de ti! Me engañaste otra vez.

Tenía razón. ¿Qué podía decirle?

—¿Me perdonas?

—No.

—¿Leíste mi carta?

—La leí.

—¿Tú...?

—¿Por qué te quedaste? Me hubieses dicho que...

—¡Quiero protegerte! —Le dije sin tanto rodeo. La distancia me permitía sentir que él estaba a salvo y eso me tranquilizaba de cierto modo.

El silencio entre nosotros me hizo suspirar, me sentía en paz por decirle la verdad con mi voz. No es bueno cargar con los sentimientos no expresados.

—¿Protegerme? Pero sí yo...

—¿Me quieres?

Hablar con él era una costumbre bonita.

—¡Claro! Somos amigos.

—Eso es lo que somos y sé que por esa razón tú solías protegerme en el pasado. ¿Me equivoco?

—No. No te equivocas.

—Bueno, pues has de cuenta que ahora es mi turno de poder protegerte.

—¿Pero de quién o de qué?

—¿Te gusta estar en San Francisco? —Evadí su pregunta.

—Sí, pero...

—¿Cómo sigue tu pierna?

—Tiesa, como siempre. Este yeso me pone dura la vida.

—Sé que pronto te recuperarás.

—Pues eso espero. Aunque...

—¿Aunque?

—He tenido dolores por las noches. Como si mi hueso no hubiese quedado bien. Yo, he pensado en el futuro.

—¿Y qué has pensado?

—En la posibilidad de que esto no vuelva ser lo mismo de antes.

¿Tenía razón en pensar que las cosas no serían iguales a como solían ser?

—¿Dejarás el fútbol?

—La enfermedad me obligará a hacerlo.

—Pero...

—¿De quién me quieres proteger?

Emilio tenía la facilidad de cambiarme el tema para poder sacar la verdad. Casi siempre me era imposible poder ocultarle cosas y fue por esa razón que él y yo nos convertimos en amigos. Mi querido canijo fue el que dio el primer paso para poder entrar en mi vida.

—¿Tú qué crees?

Escuche que un grillo empezaba a cantar.

—Pues no sé, no me has dicho nada.

Sonreí. Alcé la vista al cielo y la luna de queso me hizo ampliar la curva de mis labios.

—Emilio, yo...

—¿Ya viste la luna? —Su pregunta desvía el tema de la conversación por completo.

—¿Ver la luna?

—Sí. Anda, deberías salir a ver la luna —me pide él.

—Estoy viendo la luna, ¿y tú?

—Yo también la estoy viendo, así como me pediste en la carta que me diste —dice él.

Sus palabras me causan una sonrisa. Fue una buena idea haberle marcado por teléfono.

—Estoy segura de que en San Francisco la luna y las estrellas se ven mejor que aquí.

—¿Es luna llena?

—¡Luna de queso!

—¡Ya la estoy viendo!

—Comete la luna para que no te enojes conmigo —le pido esta vez.

—¿Enojarme contigo?

—Pues sí, la neta que sí debía decirte que planeaba dejarte ir solo.

—Bueno, si me enojé pero...

—¡Prometo que estaremos bien! —Lo interrumpo.

Escuche su risa. Extrañaba su mirada.

—Ya me comí la luna, no te sientas mal. ¡Yo te quiero Miranda!

Dos días después...

*Miranda*

El sonido de mis tenis contra el concreto es lo primero que escucho al bajar del bocho. La fuerza del aire hace que mi cabello revolotee con intensidad. ¡Una vez más estoy aquí! Y esta ocasión no estoy en vestido, ni en tacones.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó Marcos.

—¡Tranquila! ¿Y tú?

—Un poco nervioso.

—¿Seguro que quieres hacer esto?

—Por supuesto, tú necesitas a alguien que te apoye en estos momentos.

Sonreí.

—¡Gracias! Por ser considerado conmigo. ¡Te valoro mucho!

—Somos amigos. Es obvio que tengo que apoyarte ahora que Emilio y Édgar no están.

—Que genial que quieras estar conmigo. ¡Pues va! Es hora de entrar.

Una chica vestida con jeans de mezclilla azul, una blusa blanca de tirantes y unos tenis ochenteros. ¿Realmente estaba lista para hacer esto? Hablar con el abuelo me había dado alas para poder demostrarle al mundo y a todos los que me odian, que soy valiente. ¡Era mi momento para empezar a cobrar mi venganza!

El ascensor se abrió, Marcos caminaba a mi lado y entramos a la caja de metal.

—¡Estoy emocionado!

—¿Por qué lo estás?

Vi su sonrisa en el espejo del elevador.

—Al fin conoceré la parte poderosa de tu familia.

Negué suavemente.

—¡Pero si ya me conoces desde hace tiempo! No digas tonterías. 

Sus cejas se enarcaron y encogió sus hombros.

—Tienes razón, soy un tonto. ¡Tú eres la poderosa!

—Solo un poco.

Pasaron unos segundos hasta que las puertas del ascensor sé abrieron. El logotipo de la compañía fue lo primero que mis ojos observaron, letras de metal brillante y un cactus con dos flores rosas justo abajo de la vocal O. ¡Se veía lindo!

—¿Cómo te sientes de llegar hasta este lugar? —Le pregunté.

—Pues el aroma del vestíbulo es muy agradable, me hace sentir en confianza y neta que no puedo creer esto. ¡Estamos aquí!

—¡Cálmate! Ni que esto fuera algo muy emocionante.

—Tienes razón, todo es normal.

¡Y ojalá así hubiese sido! Pero las cosas dieron un giro totalmente diferente a lo que yo estaba planeando. ¡Mi vida no era normal!

Nos dirigimos a la sala de reuniones. Alex nos estaba siguiendo desde que entramos, yo le había pedido que estuviera a mi lado por cualquier cosa. Nos detuvimos justo detrás de la puerta de cristal y la mesa ya estaba llena de ejecutivos, hombres con buen porte y caras maduras. Sus trajes no me impresionaron mucho, "mi padre" solía vestir casi igual que ellos, así que no podía esperar a que esta bola de empresarios fuesen diferentes a Miguel.

—¡Buenos días, caballeros! —Mi tono de voz irradiaba tranquilidad y seguridad.

Me cedieron el lugar justo en la cabecera y esta vez, el nombre de ella, el nombre de mi madre no estaba escrito en la placa de metal. Lo habían reemplazado por unas letras más recientes: MIRANDA HERNÁNDEZ.

—Un gusto volver a verle señorita Miranda.

—Lo mismo digo, señor. ¿Están todos listos?

—Me temo que no. Aún no llega el señor Guzmán.

¿El señor Guzmán? ¿Quién era ese? Tenía entendido que ninguno de mis ejecutivos y colegas llevaba ese apellido.

—Entiendo, pues tendremos que esperar. ¡Y odio tener que esperar! —Fui dramática.

—Ya no tarda, me acaba de escribir que está por tomar el ascensor —informó un secretario.

Marcos se había sentado a mi derecha y Alex tenía que estar de pie justo detrás de mí.

—Miranda —me susurro Marcos al oído.

—¿Que onda? —Susurre.

—¿Qué señor Guzmán vendrá?

Su pregunta me puso a pensar, de hecho, mi mente comenzó a inquietarse un poco una vez que escuche ese apellido.

—¡Buenos días! —La voz del hombre capturo nuestra atención.

—Señor Guzmán, sea bienvenido... —uno de nuestros ejecutivos parecía ser muy cercano al invitado.

Fue un dolor de cabeza notar que la visita traía cola que le pisaran. ¡Y esto complicaría más mi venganza!

—Señor Guzmán, permítame presentarle a nuestra directora, la señorita Miranda Hernández.

Me puse de pie y estreché mi mano con el hombre.

—¡Un gusto, señor Guzmán!

—El gusto es mío, señorita.

Lo más hipócrita de nuestra parte fue aparentar que no nos conocíamos, porque era una seguridad completa el hecho de que ya nos habíamos visto en anterioridad. ¿En qué lugar había sido?

Entonces sus ojos se clavaron con los míos.

—¡Hola Miranda! —La voz de Aldo me hizo sonreír de forma fingida.

—¡Aldo!

Marcos se dio cuenta de la incomodidad de esta escena.

—¿Ya se conocían? —Preguntó el ejecutivo.

—Sí. Nos conocimos en la preparatoria.

—¿Eran compañeros de grado? —Preguntó su padre.

—No. Pero es que Aldo era superpopular y así nos conocimos. ¡Ya saben como es la juventud! Me parece que fue un escándalo.

Aldo pareció titubear con mis palabras.

Tomamos asiento, la reunión comenzó, un ejecutivo empezó a hablar y explicar algunos motivos de la junta. Al parecer, antes de que el tío Tom y Miguel fuesen encarcelados por su mal corazón, estos dos tipos tan engreídos pensaron en formar un acuerdo de inversión entre grupos. Los Guzmán y el grupo Coryo formarían una alianza para poder beneficiarse mutuamente. ¿Y como funcionaria esta unión? A través de movimientos por debajo del agua. ¡Cosas sucias!

Mi celular vibró, era un mensaje.

Édgar: ¡Todo estaría bien! 

Al finalizar la reunión, supe lo que tenía que hacer.

—Señor Guzmán, me gustaría hablar con usted en privado.

Todos abandonaron la sala de reuniones, Marcos me dio un golpe en el hombro como señal de ánimo.

—¿Cómo ve, señorita Miranda, la gran propuesta que le tenemos? —Preguntó tan pronto quedamos a solas.

—Suena bastante atractiva, señor, eso no se lo voy a negar.

—Entonces, ¿tenemos un acuerdo? —Movió sus cejas.

Sonreí de forma suave y sincera.

1
Bella Maldonado Beltran
gracias irwin ,por este bello capitulo ,espero que miranda hable con emilio y les cuente a todos de su problema
Bella Maldonado Beltran
no, miranda tu eres fuerte hay muchos que te quieren ,lucha por salir de está enfermedad ,no le des el gusto a tus enemigos de verte derrotada ,animo y mucha fuerza ,Emilio te ama no lo abandones.
Rosana Rolon
Gracia por este capituló fue muy emotivo 😭😭😭
Rosana Rolon
Me gustaría saber cuando vas a volver a actualizar esta historia
Irma Ordonez
Excelente
Bella Maldonado Beltran
ojala muera el desgraciado ,
Bella Maldonado Beltran
me parte el alma el dolor de miranda ,espero que esto no la separe de Emilio ,que se siga el tratamiento ,y pueda seguir su vida y sea feliz con Emilio ,por favor Irwin no los separes ,
Bella Maldonado Beltran
pobre miranda cuando sera feliz ,maldito tom ,porque no se muere esa basura ,que tanto daño a hecho ,
Bella Maldonado Beltran
que pasa irwin ,porque miranda lo dejo solo ,por protegerlo de aldo o porque no lo quiere ella cree tener sida o que ?
Bella Maldonado Beltran
no separes a miranda y emilio ellos deben quedar juntos .no alargues mucho la historia ,ademas tienes varias sin subir capitulos
Bella Maldonado Beltran
me gusta está historia pero quiero que no sea tan lenta ,quiero mas capitulos.
Bella Maldonado Beltran
me encanta la historia y amo a emilio ,no me gustaria que sufra ,quiero que se enamore de miranda y queden juntos.no tardes mucho en subir capitulos
Elizabeth Sánchez Herrera
más ➕ capítulos
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