Perdí La Memoria

A las cuatro de la mañana el teléfono de Osmara comenzó a vibrar, ella le respondió en susurros que ya salía, no quería despertar a nadie en la casa. Aunque sus padres no estaban las sirvientas se quedaban en la planta baja de la casa.

Bajo rápido las escaleras y en silencio salió del rancho, aún estaba oscuro, el auto del chófer de Arick encendió las luces, ella caminaba rápido, se subió al auto.

El chófer la saludo.

- Buen día señorita, me llamo Gregorio.

- Buen día Gregorio soy Osmara un placer, podemos irnos ya.

- Claro señorita.

Osmara estaba nerviosa, sabía que no debía salir así pero no quería escuchar a la madre de Esteban gritando que regresara, pues ella había quedado encargada de que ella y su hermana estuvieran seguras.

Apenas pasaron unos minutos Arick le marco a su teléfono.

- Hola dijo nerviosa Osmara.

- ¿Ya estás en el auto?

- Si ya estoy en el auto, con Gregorio.

- Me da gusto hermosa, te voy a estar esperando, cualquier cosa que necesites por favor no dudes en pedirle a Gregorio, el es de toda mi confianza.

- si Arick gracias.

- Hay una caja a tu lado que contiene agua, algunos bocadillos, una frazada y una almohada por si quieres dormir en el camino.

- ¿Tu preparaste esa caja para mi ?

- Si, espero que no te moleste

- No, al contrario, me impresiona. La señal se está perdiendo, te mando mensaje cuando tenga.

- Si hermosa.

Osmara miró la caja y adentro de ella estaba una rosa y una nota que decía:

Gracias hermosa por darme la oportunidad de estar contigo, espero que podamos pasar horas increíbles juntos, disfruta del viaje.

Ella tomó la rosa y suspiro.

Tomó la pequeña almohada y la frazada, se sentía tan cómoda que al cerrar los ojos se quedó profundamente dormida.

Arick se encontraba en su cama, trataba de dormir pero le era imposible, tenía tanta ansiedad de ver a Osmara, jamás se había sentido nervioso al estar con una mujer, siempre era muy fácil para el salir con mujeres e impresionarla, pero con Osmara siempre quedaba en ridículo.

No dejaba de pensar en sus besos y moría por abrazarla, quería pasar más tiempo con ella pero tenía tanto trabajo pendiente y no podía retrasarlo pues muchos dependían de su trabajo.

A las seis de la mañana se levantó de la cama, entro a la ducha y cuando salió su celular estaba parpadeando tenía un mensaje, era de su chófer, le dijo que estaban cerca que llegarían en dos horas, que Osmara estaba dormida y que no quería despertarla.

No la despiertes le contesto Arick.

Arick abrió su armario miraba todos sus trajes, quería ponerse el mejor para verse bien para Osmara, pero estaba tan nervioso que tardo mucho en escoger el color de la camisa y el traje.

Salió de su habitación y entro a la cocina para pedir que prepararán un desayuno, pues su invitada ya no tardaba en llegar. Les pedía que prepararán un desayuno rico y sencillo.

Sus sirvientes lo miraban extraño pues no entendían a qué se refería, su tía al escucharlo no pudo evitar reírse a carcajadas.

- Preparen un desayuno continental, acompañado de huevos hervidos, por favor, pedía su tía amable.

- ¿Crees que le guste y si no le gustan los huevos así?

- Tranquilo Arick, creo que estás muy nervioso.

- Si estoy con dolor de estómago y tengo náuseas, siento que me falta el aire.

- Siéntate cariño y toma un poco de café.

Arick se sentó y le sirvieron una taza de café.

- ¿Tía me veo bien?

Ella sonrió

- Te ves muy guapo, jamás pensé verte asi Arick, ¿de verdad ella te importa tanto?

- Ella me gusta demasiado, me vuelve loco, ni yo me reconozco.

- Espero que no te haga daño, porque está vez si te veo mal.

- No estoy mal, solo estoy enamorado.

Un sirviente se acercó.

- Señor el auto ya entro, se está estacionando.

Arick salto de la silla y salió corriendo a recibir a Osmara.

Osmara saco un pequeño espejo se miró el rostro y pinto sus labios cuando el chófer le dijo que ya estaban entrando a la mansión.

El chófer se bajó y abrió la puerta, ella quedó impresionada al mirar la casa de Arick y ver sus jardines. Se sintió incómoda con su ropa, pero después tomó aire, se acordó que así era su personalidad y que no tenía por qué avergonzarse por su ropa.

Arick salió de la mansión, corrió a su lado.

Osmara lo miró y sonrió.

El la tomo en sus brazos y la beso.

Ella se perdió en el beso de Arick, tardaron unos minutos en separarse.

- Te ves hermosa, dijo Arick acariciando su mejilla y mirando sus labios.

- Tu estas demasiado perfecto, dijo ella sonriendo.

- Quería mirarme bien para mi novia.

Ella sonrió sonrojada. Continuaban perdidos en sus miradas, olvidando en donde estaban y quién los miraba.

- ¡buen día!, se escuchó a lo lejos, era la tía de Arick.

Osmara la miró y sonrió avergonzada.

- Es mi tía, vamos, quiere conocerte.

- Espera.

Osmara limpio el labial que tenía Arick en sus labios.

- Es que te deje labial, dijo apenada.

Arick sonrió mientras Osmara pasaba sus dedos en sus labios, el no podía dejar de mirar los ojos de Osmara.

- listo, ya. Caminaron juntos, el la tomaba de la mano y ella lo apretaba con fuerza, se sentía nerviosa, no sabía si iba agradarle a su tía, ya que era una mujer muy elegante, su porte era perfecto, su cabello estaba peinado a la perfección.

La tía de Arick al principio no sonrió, ella miraba a Osmara, ella estaba asombrada que Arick estuviera enamorado de Osmara ella era solo una chica ordinaria, con unos jeans pasados de moda y camisa a cuadros. Cuando las otras mujeres con las que el salía eran modelos de revistas importantes, trato de no sacar conclusiones antes de conocerla pero tenía miedo que ella fuera una interesada como lo había sido Verónica.

- Buen día, dijo Osmara sonriendo. Es un gusto conocerla, soy Osmara.

- Buen día Osmara, soy Yolanda Quintero

Osmara se sintió tonta al no darle su apellido pero estaba tan nerviosa que lo olvido.