"Sansa" - Sobrevivir Siendo La Villana.

Sansa había sido absorbida por aquel remolino de recuerdos que le pertenecía a ella. Fue muy extraño para ella ver los momentos de su vida anterior en la era moderna, verse a ella misma con su madre y abuelos. Los momentos en los que ella estudiaba y se esforzaba para ir por su sueño de ser una actriz reconocida. Deseaba un lugar entre los mejores para que su madre y abuelos pudieran sentirse orgullosos de ella.

Vio una escena, su último día en ese mundo. Se vio a ella misma caer en el vacío. Pudo ver su cuerpo en el piso, ella había fallecido. Eso le causó una gran impresión, ella estaba muerta.

Pasó a otra escena, donde su madre y abuelos lloraban. Sus compañeros de elenco con rosas blancas en las manos. Todos estaban vestidos de negro. Miró la lápida y comprobó que su nombre estaba escrito en ella.

- eso significa que no puedo regresar con mi familia-, dijo mientras las lágrimas brotaban de sus ojos y el corazón le dolía. Trató de tocar a su madre para abrazarla, pero la escena simplemente desapareció.

Apareció en su antigua casa donde su madre y abuelos estaban guardando las cosas, preparando una mudanza. Los escuchó hablar de ella, y se sorprendió al escuchar que ya había pasado 3 años desde su muerte. También vio que su madre estaba mucho mejor, y al fijarse donde tenía ella su mano, se dio cuenta que ella tenía una pancita de embarazo.

Justo en ese momento vio entrar a un hombre, y vaya sorpresa se llevó... era el director de su última película. Este abrazó y besó a su madre quién tenía una hermosa sonrisa en el rostro.

- madre, me alegra saber que no te has rendido. Te deseo felicidad. No puedo regresar, pero espero que puedas ser feliz-, dijo con lágrimas en sus ojos.

Inmediatamente después de eso, la escena cambió completamente. Ahora estaba en el mismo lugar en donde se encontraba ahora, en dónde había reencarnado. Sansa se sintió confundida.

-¿regresé? No puede ser, el dios Thot dijo que recordaría mi primera reencarnación y hasta ahora solo me vi en mi vida anterior-, menciona mientras caminaba por esos pasillos hasta llegar donde se encontraba su padre llorando, mientras su madrastra tenía una caja en las manos, y al parecer eran dedos de alguien.

-si no la envías para concubina del faraón, mataré a tu querida esposa. Ya estás advertido-, escuchó Sansa que le decía su madrastra Akmman a su padre.

Vio a su padre llorar y maldecir, y se estrujó algo en su corazón. Sansa se quedó mirando y escuchó a su padre decir;

- primero secuestras a mi esposa, luego me obligaste a casarme contigo e hiciste pasar a tu hija como mi hija mientras me forzabas a ignorar a la mía. No me pidas que mande a mi hija a ese lugar-, rogó el hombre.

Sansa empezó a entender todo en ese momento, su madre estaba viva, y esa mujer la tenía para chantajear a su padre. Sansa vio varias escenas más, el momento que fue enviada en el palacio, la tristeza y sufrimiento de su padre. Llegó la escena donde vio a Sansa obligada a bailar en aquel lugar para todos los presentes.

Luego vio los momentos que tuvo con Senebkay, los encuentros que tuvieron en aquel jardín. Estaba feliz, aquel hombre era la razón que tenía para seguir viva o hace mucho se habría quitado la vida para no seguir soportando los abusos de ese rey. Varias escenas pasaron, los encuentros íntimos entre Sansa y Senebkay, los abusos del faraón con ella y otras mujeres. Finalmente, llegó a la parte donde el faraón los descubrió, vio cómo Sansa fue abusada y como mató al faraón.

Ella sin darse cuenta, al ver todo eso, estaba repitiendo todas las palabras de Sansa, las lágrimas no paraban y el dolor era abrumador. Sansa cayó de rodillas mientras lloraba y quería aferrarse a Senebkay quién estaba siendo golpeado por los guardias del faraón que había muerto, y al lado de quién también yacía el cuerpo de Sansa. Porque después de que el faraón pidiese que la entierren con él, los guardias la habían matado.

Finalmente, esa escena terminó y pasó a otra, en dónde Senebkay escapaba del calabozo donde había sido encerrado, Con la ayuda de sus aliados pudo salir del palacio y de la ciudad. Uno de los príncipes había aprovechado la situación para matar a todos sus hermanos y tomar el trono, todo era un caos en el imperio, razón por la cual se había retrasado la sentencia de Senebkay.

Apareció otra escena, dónde Senebkay atacaba el lugar donde se encontraba el cuerpo en proceso de momificación de Sansa junto a la del Faraón. Él se la llevó dejando muchos muertos tras él. Vio que llegó a un templo y donde invocó una Diosa. Sin saber si lo escucharían o ayudarían, él rogó con todas sus fuerzas ofreciendo su propia alma a cambio. Una mujer de belleza extraordinaria apareció y aceptó ayudarlo, pero le dijo que ya no podía revivirla, pero si podía traer su alma de nuevo en un tiempo pasado. Y que tenían que vivir la historia de nuevo, que ellos debían tomar las decisiones correctas para evitar el mismo final.

Sansa se dio cuenta en ese momento, siempre fue ella. Ella era la verdadera Sansa. Empezó a recordar todo ahora, y el odio se apoderó de ella. Estaba perdiendo el control, pero en ese momento lo escuchó, a lo lejos se oía una voz...

- Sansa, mi bella princesa-, recordó de quién era aquella voz, era Senebkay. Al levantar la vista vio otra escena, uno que aún no sucedía. Vio atentamente todo, y las lágrimas caían sin parar de como cascadas sin fin.

La voz se escuchó más fuerte, y en ese momento abrió los ojos, encontrándose en su habitación, y al lado de ella estaba acostado Senebkay. Sansa acarició su rostro y murmuró;

- no permitiré que eso suceda. Esta vez, haremos las cosas bien. Mi pequeña felicidad, mi pequeño faro-, yo te cuidaré-.