Dylan, El Hijo De La Otra

Dylan después de despedirse de Marcia tomo su autobús para regresar a su casa.

Como su madre se lo había advertido anteriormente, ella junto a Brandon lo estaban esperando en la parada donde siempre bajaba para poder regresar a casa juntos y que no tuviera otro enfrentamiento contra Mario y sus amigos.

Cuando el chico bajó del autobús y camino hacia ellos sonriendo listo para decirles que no era necesario que vinieran por él, se dio cuenta que estos estaban nerviosos y se miraban preocupados.

— ¿Pasa algo?.— Pregunta mirándolos fijamente.

Sofía y Brandon ante la pregunta del chico se voltearon a ver y luego voltearon a ver a Dylan tratando de sonreír.

— Vamos a casa, ahí podemos hablar mejor.— Dice su madre nerviosa tomándolo del brazo y mirando a los lados como si estuviera cuidando algo.

Dylan al ver lo nerviosos que estaban los siguió hasta su casa donde apenas cruzaron la puerta su madre casi a jalones lo llevó hasta la sala de estar y lo sentó en el sofá dejando confundido al chico.

— Dylan quiero que me digas la verdad.— Le pide la mujer tomándolo fuerte de la mano sentándose a su lado.

— Sofía tranquila.— Le pide Brandon.

— ¿De qué verdad hablas madre? ¿Qué pasa?— Pregunta el chico mirando a Brandon quien está sentado en la mesita de centro frente a él.

Brandon antes de contestarle mira a Sofía mientras le asiente en señal de que todo estará bien, luego voltea y mira serio a Dylan dejando escapar un gran suspiro.

— Hace aproximadamente una hora Sergio el padre de Kevin..—

— ¿Kevin el chico de ayer?.— Interrumpe Dylan sin entender.

— El mismo.— Afirma Brandon.

— ¿Él que tiene que ver con que estén así de nerviosos?.— Pregunta Dylan mirando a su madre a quien visiblemente le tiemblan las manos.

— Bueno, lo que pasa es que él junto a todos los que te atacaron ayer incluyendo a Mario esta tarde han sido salvajemente golpeados en el parque donde a diario se reúnen por muchos hombres que bajaron de una furgoneta que iban directamente hacía ellos.—

— ¿Y yo que tengo que ver con esto?.— Pregunta el chico sin entender hacia dónde va esta conversación.

— Lo que pasa es que después de que los golpearon les advirtieron que no se metieran más contigo o los encontrarían hechos pedacitos flotando en algún río cercano. Yo sé que no tienes nada que ver con esto y lo que me preocupa es las represalias que sus familiares quieran tener para contigo.— Le cuenta Brandon preocupado.

Dylan al escuchar esto sabía perfectamente que él no tenía nada que ver con lo que les había pasado a esos chicos. Sin embargo, había algo que lo estaba molestando mucho, y eso era que su propia madre le pedía que le dijera la verdad como si estuviera desconfiando de él e insinuara que había tenido algo que ver con eso.

— ¿Y tu madre, qué verdad quieres que te diga?.— Le pregunta serio sin mirarla.— ¿A caso piensas que yo tengo algo que ver con eso?, por qué si es así déjame te digo que yo no tuve nada que ver.— Le dice molesto poniéndose de pie.— No tengo la más mínima idea de porque mencionaron mi nombre pero yo no fuí, como saben yo no tengo tiempo y mucho menos dinero para mandar hacer algo como eso.— Le dice molesto mientras toma su mochila y el obsequio para Jonathan listo para ir a su habitación.

Sofía al ver y escuchar a su hijo enojado de inmediato se pone de pie y lo toma de la mano antes de que se vaya.

— Dylan, hijo espera..—

— Si aún no estás conforme con mi explicación llama a la universidad y a Tadeo para que te digan si estuve o no ahí.— Dice el chico indiferente sin mirarla.

— Dylan no es lo que tú madre trató de decir.—

— No lo dijo pero lo pensó y es lo que más me duele Brandon, que mi propia madre desconfíe de mí.— Le dice el chico dolido mirando a este.

Sofía sabía que había hecho mal en dudar o en si quiera pensar algo así de su hijo, el cual siempre ha sido un pan de Dios, por lo que de inmediato lo abrazó mientras le pedía perdón explicándole que tenía miedo y estaba sumamente preocupada por él y por tal razón no midió sus palabras pero que ella confiaba y creía plenamente en él.

El chico para no darle más importancia y por la insistencia también de Brandon a favor de su madre les dijo que no pasaba nada y que ahora quería descansar porque había tenido un día muy largo y quería dormir.

Pero aunque él dijo que no pasaba nada en realidad solo lo decía de dientes para afuera, ya que la desconfianza de su madre le había dolido mucho.

Dylan se despidió de ellos y se fue a su habitación sin cenar, tomó un baño y de inmediato se metió en su cama listo para dormir pensando en quiénes y porqué golpearon y amenazaron a esos chicos en su nombre.

Aunque pensaba una y otra vez no sabía quién había sido hasta que recordó que al único al que le dijo lo que había pasado fue a Tadeo, pero estaba seguro que él no había sido ya que golpearon a los chicos mucho antes de que este le contara.

Por un momento recordó que también había hablado con Edward acerca de la pelea pero de inmediato lo descartó mientras sonreía con gracia al imaginar en que él tuviera algo que ver.

— Creo que tantas películas de acción me hacen pensar cosas raras.— Piensa el chico sonriendo acomodándose para dormir.

Al otro día, un sábado normal, su madre al sentirse culpable por dudar de su hijo le preparó un sustancioso desayuno con las cosas que más le gustan a Dylan.

Aún así el chico apenas y probó bocado.

Mientras desayunaban el chico le contó a su madre que asistiría a la fiesta de cumpleaños de Jonathan y que este lo había invitado a quedarse en su casa por lo que regresaría hasta al otro día.

Sofía un tanto sorprendida por que su hijo iría a una fiesta le dijo que estaba bien y que se cuidara mucho.

Las horas pasaron y el chico se arregló con su ropa casual sin ponerle mucha ímpetu a su forma de vestir. Luego se despidió de su madre y se dirigió hacia la dirección que le había dado Jonathan.

Al llegar al antro, en la entrada se encontró con su amigo el cual se emocionó al verlo y de inmediato lo guió hasta la sala donde llegarían los demás invitados.

Dylan fue el primer invitado en llegar y en cuanto fueron llegando los demás se dio cuenta que estaba muy fuera de lugar con su vestimenta casual, ya que los invitados que iban llegando estaban muy bien cambiados y lo hacían sentirse incómodo.

Luego de que Jonathan le presentara varios chicos y chicas que él no conocía, todos comenzaron a bailar y disfrutar de la fiesta de cumpleaños.

Mientras los chicos se divertían, tomaban y bailaban, Dylan se quedó sentado en un sofá tomando un refresco y mirando a su alrededor soltando de vez en cuando algunas sonrisas al ver a Jonathan intentando bailar.

Se estaba burlando en silencio de su amigo el cual bailaba peor que un robot descompuesto que no se dio cuenta que una persona lo había estado viendo desde hacía tiempo y ahora caminaba hacía él.

— Hola, ¿me recuerdas?.—

^^^Continuará...^^^

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