La seducción femenina es un arte que he dominado con gracia y precisión. Mi nombre es Ela West, y soy una mujer que inspira deseo y envidia en igual medida. Mi belleza es mi arma más poderosa, y la uso con sabiduría.
Mi vida estaba siendo perfecta, hasta el momento en que el socio de mi padre decide jubilarse y dejar en su lugar a su hijo mayor, quien me hizo la vida imposible siendo una niña, ahora es mi momento de hacerle la vida imposible a él.
Pero no esperaba que mis sentimientos por él volvieran a arder con tanta intensidad. Pensé que había logrado apagar las llamas de la pasión y el amor, pero parece que solo estaban dormidas, esperando el momento adecuado para renacer de las cenizas.
La memoria de nuestros momentos juntos comenzó a regresar, y con ella, el dolor y la nostalgia. La llama del amor que creí extinguida volvió a encenderse, y ahora me encuentro en una encrucijada. ¿Podremos estar juntos esta vez?
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Confeciones
POV DANTE
Recuerdo el día que me marché de casa como si fuera ayer. Tenía un sueño, un objetivo claro: ser independiente, hacer mi propio camino en la vida. Mis padres no estaban de acuerdo, querían que me quedara en casa, que siguiera sus pasos. Pero yo sabía que no podía hacerlo, que tenía que seguir mi propio corazón.
Al principio, fue difícil. Me sentí solo, abandonado. Pero estaba decidido a hacer que mi sueño se convirtiera en realidad. Me mudé de ciudad en ciudad, trabajando duro para construir mi propio imperio. Y lo logré. Me convertí en un hombre de negocios exitoso, con una vida llena de logros y reconocimientos.
Pero a pesar de todo, me sentía vacío. Me faltaba algo, algo que no podía definir. Mis padres y mi familia no estaban conmigo para disfrutar de mis triunfos, para compartir mis alegrías y mis penas. Me sentía solo, incluso en medio de la multitud.
Intenté llenar ese vacío con relaciones, con mujeres que me atraían y me hacían sentir vivo. Pero ninguna funcionó. Mi atención estaba más en los negocios que en las personas. Me enfocaba en mi carrera, en hacer dinero y en alcanzar el éxito. Pero en el fondo, sabía que algo estaba mal.
Además de manera inconsciente mi mente siempre estuvo en esa prepotente, grosera y obstinada mujer de cabello castaño y ojos miel.
Mi mente siempre ha estado llena de ella, incluso cuando no quería admitirlo. Su cabello castaño y sus ojos miel me han cautivado desde el primer momento en que la vi. Me acuerdo de la primera vez que la vi, era una niña con una sonrisa radiante y unos ojos que brillaban como estrellas. Me enamoré de ella en ese momento, sin saberlo.
A medida que crecimos, mi amor por ella solo creció. La veía de lejos, la observaba, la admiraba. Quería estar cerca de ella, quería tocarla, quería besarla. Pero ella era inalcanzable, una princesa que no se dignaba a mirarme. Y yo era un simple mortal, un niño que no sabía cómo expresar sus sentimientos.
Así que me quedé callado, observando y amando en secreto. Años pasaron, y mi amor por ella no disminuyó. La veía en mis sueños, la imaginaba en mis brazos. Quería tener una oportunidad con ella, quería demostrarle que mi amor era real.
Y cuando finalmente tuve la oportunidad, cuando finalmente pude tenerla cerca, me sentí como un hombre que había encontrado su tesoro más preciado. Pero la vida es cruel, y cuando finalmente pude tenerla, tuve que dejarla escapar. Me duele pensar en ello, me duele saber que no pude retenerla.
Pero mi amor por ella sigue siendo fuerte y verdadero. Sus ojos son dos luceros que me entienden, que me ven hasta el fondo del alma. Encienden un fuego inexplicable en mi corazón, un fuego que arde sin cesar. Y yo seguiré amándola, seguiré deseando tener una oportunidad con ella, aunque sea en vano.
Es como una daga filosa que se clava en mi corazón, una víbora venenosa que me hace sufrir, pero que no puedo dejar de amar. Me ha dañado la mente desde que se coló entre mis pensamientos y mi piel.
Muchas veces quise pedirle que se fuera conmigo, pero todo era un incierto. Ella tenía sus sueños propios y por más que la amara, no podía ser tan egoísta y no dejárselos cumplir solo por qué quería tenerla a mi lado. Ahora volverla a tener frente a mis ojos después de tantos años, no sé si hice bien en dejar pasar la oportunidad de amarla.
Me pregunté si mi amor por ella era solo un capricho, un producto de mi imaginación. Pero basta con tenerla cerca para que mi corazón estalle como hace años no lo hacía.
La veo y me doy cuenta de que está aún más hermosa y madura que antes. Su presencia es como un rayo de sol que ilumina mi mundo, pero al mismo tiempo, siento una punzada de dolor. Porque ella me odia, a simple vista se nota que no me soporta.
Me duele saber que no puedo llegar a ella, que no puedo hacer que me vea de la manera en que yo la veo. Me duele saber que mi amor por ella no es correspondido. Pero no puedo evitar sentir lo que siento. No puedo evitar amarla con todo mi corazón.
Me siento muy orgulloso de ella y de cada uno de los logros que ha alcanzado, de que sea una mujer profesional y demasiado inteligente, logro su sueño si me siento demasiado feliz por ella.
—¿A qué estás jugando pequeño bribón?— la voz de mi padre me sacó de mis pensamientos.
—Que yo sepa, mucho tiempo dejé de jugar— me hice el desentendido.
—No te hagas el que no sabe de lo que estoy hablando, Dante—
—¿Qué quieres que te diga papá?—
—La verdad—
—No hay nada que decir, lo que vez es lo que es. Me gusta molestar a Ela, es todo. Ya sabes, recordando viejos tiempos. Además, esa mujer es más amarga que la hielo. ¿Siempre es así?—
—No, no suele ser así. No es una mujer de discutir con las personas— suspiro. —Te voy a hacer bien sincero hijo, a Ela la quiero mucho, es como una hija para mí y lo sabes bien. Si estás buscando divertirte con ella, estás perdiendo tu tiempo, además de que no voy a permitirte que juegues con ella, como lo has hecho con las demás—
—¿De verdad crees que soy de ese tipo de hombres, papá? Es cierto que hace años no estoy en casa y hay cosas que no conocen de mí, pero lo que tú y mamá me enseñaron jamás lo he olvidado, soy un caballero porque de ustedes lo aprendí, nunca jugaría con una mujer para satisfacer mis deseos y menos con Ela. No te preocupes por ella papá, no la estoy buscando como mujer. Solo me gusta molestarla—
—Más te vale. Te advierto que no te acerques a ella si no estás buscando algo serio—
—¿Crees que me gusta esa loca? No te preocupes que esa víbora no me gusta ni un poco, vine porque me lo suplicaste, no lo olvides—
—Nunca has sabido mentir, te conozco como la palma de mi mano, eres mi hijo y sé interpretar el brillo de tus ojos cuando ella está cerca—
—No estoy buscando ninguna relación ahora papá, vine con ustedes para disfrutar en familia, me hicieron mucha falta. Me sentí solo allá—
Mire a mi padre y este tenía los ojos cristalizados, me acerqué a él y lo abrace con fuerza, pidiéndole al cielo que no me quitará el privilegio de tenerlo conmigo.
—No puedes negarme que sigues sintiendo cosas por ella— Siguió insistiendo y yo reí.
—No te puedo negar que esa fiera me sigue volviendo loco..
