RED ROJA

​La Traición y el Destino

​En Woodhaven, el alivio de Poseidón y Marcos se hizo trizas.

​—No sé dónde está —dijo Emily, con su conciencia humana luchando por el control—. Pero si quieren encontrarlo antes de que esa bomba caiga, yo puedo guiarlos. Mi conexión... mi instinto me llevará hasta él.

​Poseidón asintió. —Bien. Si te unes a la UPA para evitar la Operación Cinder...

​Justo cuando Emily daba un paso para unirse a ellos, el aire se partió. No era viento, era energía cortante. Una garra larga, negra y afilada, atravesó el cuerpo de Emily por la espalda.

​Mientras la vida se drenaba de ella, y la garra comenzaba a desgarrar su cuerpo, la mente de Emily se aferró a un último recuerdo.

​Flashback. Años atrás, en un banco del parque...

​Emily y Leopold se sentaban bajo un sol más cálido. Leopold, más joven, pero con la misma intensidad en los ojos, le susurraba.

​—Estoy seguro, Em. Algo no encaja con tu padre. Mi abuela me contó que sus padres murieron en un accidente de barco, que explotó en el río. Pero mi padre, Diego... él no solo conocía a tu padre, sino que noté desesperación en él, como si hubiera hecho algo terrible.

​Emily, cuyos padres murieron cuando era muy pequeña, siempre había creído la historia del accidente. —¿Mi abuela me mintió? ¿Qué tiene que ver tu padre con mi familia, Leo?

​—Creo que tu abuela te protegió. Lo he investigado. Estoy seguro de que la explosión del bote de tus padres no fue un accidente, Emily. Estoy seguro de que mi padre tiene algo que ver. Y creo que todo este Proyecto Babel es algo que él está planeando para... para tapar un error, o peor, para avanzar una agenda a costa de la vida de todos.

​Leopold la miró con profunda seriedad. —Solo quiero que sepas que si mi padre hizo algo, si él es el responsable de que te quedaras sin padres, lo juro, lo detendré.

​Fin del Flashback.

​La visión se hizo añicos. El dolor la trajo de vuelta a la realidad. Emily comprendió en ese instante: su amor, Leopold, era quien la había protegido de la verdad sobre la muerte de sus padres a manos de Diego. Él siempre había sido su protector.

​Con un movimiento brutal, la garra se retrajo, arrancándole el brazo izquierdo, parte del hombro y una porción visceral del abdomen. Emily se desplomó, pero antes de que sus ojos asimétricos se apagaran, una lágrima negra rodó por su mejilla. Su último pensamiento fue para Leopold, sabiendo que su única esperanza era que él sobreviviera.

​Detrás del cuerpo de Emily se irguió el Cazador Superior. Piel pálida, marcas oscuras, pelo rosado antinatural, ojos de un rojo oscuro.

​—Una pérdida de tiempo. Estos defectos sentimentales del Proyecto Babel... —espetó, antes de levantar la mirada hacia los dos hombres.

​—Dos especímenes funcionales. Ustedes son de los Rojos. Y ahora, después de diez días de caza, ustedes serán mi comida.

​Poseidón gritó: —¡Marcos, corre!—, mientras canalizaba energía en sus puños, preparándose para el combate.

​La Víctima del Camino

​Mientras la batalla se desataba, Leopold había llegado a la entrada de Pueblo Quemado. De pronto, un grito débil pero agónico rompió la quietud.

​—¡Ayuda! ¡Por favor!

​Leopold se detuvo. Una joven, de unos veinte años, con el pelo castaño enmarañado, apareció cojeando. Venía de la dirección del pueblo, cubierta de cortes.

​El recuerdo de la joven parpadeó en la mente de Leopold.

​Un día antes, a las afueras de Pueblo Quemado...

​La misma joven corría. Detrás de ella, un misterioso hombre alto y delgado, vestido con una gabardina oscura, la perseguía. Ella tropezó.

​El hombre se paró sobre ella. Levantó el brazo y, sin decir una palabra, disparó a quemarropa.

​Fin del Flashback.

​En el presente, la joven se derrumbó justo al borde del bosque. Su mano temblorosa se extendió hacia Leopold.

​—Por favor... ayuda —suplicó en un susurro apenas audible antes de que sus ojos se cerraran y cayera desmayada.

​Leopold se encontró entre la espada y la pared: la misión de su padre versus la vida de una persona inocente.