Mário, Mariano y Marisa son tres hermanos que viven en São Paulo. Mário y Mariano son gemelos, lo que hace que uno esté bastante ligado al otro. Mientras uno de ellos tiene su rutina de fiestas y chicas todas las noches, el otro se queda en casa junto con su hermana, que, por la ausencia de los padres que están viajando por trabajo, se ve obligada a cuidar de la casa y de sus dos hermanos.
Los padres de los chicos trabajan con las mayores industrias, productoras de papel higiénico y otras de chocolates y café. En un día común, Mário sale a una de sus fiestas, Mariano se queda en su cuarto acostado en su cama, y en cuanto el hermano regresa con otra de sus chicas, terminan discutiendo. Al día siguiente, los hermanos van a la escuela, y una vez más Mário está con resaca.
En la escuela hay un chico en particular con el que a los dos hermanos les encanta practicar bullying: Erick, un muchacho tierno y dulce, que sufre tanto en su casa como en la escuela. Pero un día su vida cambia de rumbo cuando es invitado a ir a una fiesta.
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Capítulo 12
Mário Narrando
Después de unos minutos esperando el uber anuncia que ya estaba cerca. Mis hermanos ya estaban dentro de la piscina, así como yo que ya no estaba aguantando tanto calor.
- gente, él está cerca, por favor prometan que no van a hacer nada malo - dije llamando la atención de los dos que jugaban como dos niños
- no vamos a hacer nada, él ya es nuestro cuñadito - dijo Marisa sonriendo
- puedes confiar hermano - dijo Mariano sonriendo
Luego el coche para en frente del portón, escuché el timbre sonar me acerqué al mismo y abrí. Allí parado con las mejillas rojas estaba Erick, él estaba maravillosamente guapo.
- ah, hola, tu hermana llamó allá en casa.... Er.... Creo.... Yo..... Ella dijo que Isabela se estaba sintiendo mal
- ¿pero qué iba a hacer Isabela aquí? - pregunté sonriendo
- tu hermana dijo que le pidió ayuda para las cosas de la fiesta.... Sabía que era un error haber venido - dijo él dando algunos pasos hacia atrás
- nuestra intención era solo traerte aquí, Isabela está bien, créeme - dije sonriendo
- ¿por qué querían traerme aquí? - preguntó él mirándome
- entra - dije dando paso para él
Vergonzosamente él pasó por mí, cerré el portón y me acerqué a él.
- te llamamos aquí para un baño de piscina, después de todo está haciendo calor - dije viéndolo quedar perplejo
- salí de casa como un loco, no agarré nada para baño - dijo él mirándome de arriba a abajo y dándose cuenta de que yo estaba solo en traje de baño
- tenía que traerte de una forma u otra
- yo.... Er. Yo..... Yo.... No sé si eso es una buena idea - dijo él evitando mirarme
- no tienes que sentirte avergonzado - dije agarrando su mano y llevándola hasta mi barriga
El chico estaba tan rojo que parecía que iba a explotar.
- van a tardar mucho en entrar al agua- dijo Mariano apareciendo
- mierda Mariano - hablé mirando al chico
- me estoy yendo - dijo él retornando de donde vino
- creo que es mejor irnos, antes de que aparezca otro de ellos - dije sonriendo al pequeño niño
- Mário, tus hermanos.... Yo..... Yo... Er... - tartamudeó él una vez más
- está todo bien, nada va a pasar - dije sonriendo
Él solo confirmó con la cabeza, comenzamos a caminar y luego llegamos al área de la piscina, Erick estaba en shock con la belleza de la casa.
- es todo bien bonito - dijo él sonriendo
- por dentro es mejor - hablé sonriendo
- pensé que ya estaban en la luna de miel - dijo Marisa riendo a carcajadas junto con Mariano
- vayan a cuidar de sus vidas- hablé mirando a los dos
- Mário, estoy sin ropa de baño - habló Erick tocándome
- puedes entrar en calzoncillos, cree nadie lo va a encontrar mal - hablé descaradamente
Con mucha vergüenza Erick se quitó su camisa, aquella barriga perfecta me dejó en trance, me di cuenta de que algo estaba creciendo, y rápidamente salté dentro de la piscina.
- ¿qué pasó? - preguntó él mirándome
- Mário estaba excitado porque te quitaste la camisa - habló Mariano
- después me ocupo de ti chismoso - hablé entrecerrando los ojos
- no conté ninguna mentira - dijo Mariano riendo a carcajadas junto con Marisa
Erick se quitó el short quedando solo en calzoncillos, y aquella visión me hizo pensar cosas inapropiadas para el momento.
- Erick es bueno que entres al agua, no queremos presenciar una película porno - dijo Marisa sonriendo
- vayan a cazar una polla ustedes dos - hablé mirando a los dos
- me estás extrañando hermano - dijo Mariano sonriendo
Todo estaba siguiendo en sus conformes, Erick estaba con un poco de vergüenza al principio, pero luego él comenzó a soltarse. Estábamos jugando a las atrapadas dentro de la piscina, y confieso que correr dentro del agua es extremadamente malo y cansador.
- gente, por increíble que parezca tengo un poco de hambre - dijo Marisa llamando la atención de todos
- yo también lo tengo - hablé sonriendo
- vayan yendo al frente, tengo que conversar con Erick - dijo Mariano sonriendo
- Mariano cuidado con lo que vas a hablar - hablé saliendo de la piscina junto con Marisa
Caminamos hacia dentro de la casa, y seguimos hacia la cocina.
- ¿qué será que Mariano quiere conversar con Erick? - pregunté llamando la atención de Marisa que estaba buscando alguna cosa en el armario
- él solo quiere pedir disculpas por todo lo que ustedes hicieron con él, relaja, él no va a morder a tu novio - dijo Marisa riendo a carcajadas
- ¿qué vas a hacer? - pregunté curioso
- como tenemos visita, voy a hacer algunos sándwiches de tofu y un jugo de damasco - dijo la chica agarrando la licuadora encima del armario
- sabes que no me gusta el tofu - hablé mirando la espalda de la chica
- relaja, voy a hacer algunos con hamburguesa también
Después de algunos minutos Mariano aparece acompañado de Erick, ambos se sentaron.
- no te voy a contar lo que pasó, vas a quedar curioso - dijo Mariano sonriendo
- no es necesario, Mari ya me contó - dijo sonriendo también
- te voy a castrar zorra - dijo Mariano levantándose y corriendo detrás de Marisa
- disculpa no sabía que no era para contar - habló la chica corriendo alrededor de la mesa
Después de mucha carrera, ambos se cansaron, Marisa terminó los sándwiches y colocó encima de la mesa, junto con la jarra de jugo.
- ¿ustedes no tienen empleada? - preguntó Erick curioso
- no, a nuestros padres no les gusta gente extraña andando por la casa. Tenemos solo una empleada por día que viene una vez en la semana - expliqué sonriendo
- Erick, puedes quedarte a gusto, preparé sándwiches de tofu y con hamburguesa, no tienes que tener vergüenza - dijo Marisa sonriendo
- nunca comí tofu
- entonces prueba, ya te adelanto que el gusto es horrible - hablé dando leves risitas
- no tiene nada de horrible, tu paladar es el que está cagado - dijo Marisa sacándome la lengua
- iba a decir lo que está cagado, pero voy a respetar la refección - hablé sacando la lengua también
- hum, refección, el abdomen haciendo cambios - dijo Mariano haciendo a Marisa reír a carcajadas
- ¿cómo así el abdomen? - preguntó Erick curioso
- gente por favor - pedí con cara de perro que se cayó de la mudanza
- nada de por favor, pueden hablar - dijo Erick sorprendiéndome
- Mário tiene tesón en tu abdomen, desde el día en que él te vio sin camisa - dijo Marisa riendo a carcajadas junto con Mariano
- pero gente, yo ni siquiera tengo un abdomen bonito así - habló él mirando su propia barriga y mirándome luego en seguida
Solo afirmé positivamente y él sonrió lindamente.
- gente, ustedes saben que el abdomen de Erick puede ser el punto débil de Mário - dijo Marisa riendo a carcajadas alto
- entonces ya está resuelto, Erick cuando él esté nervioso, es solo mostrar el abdomen, va a resolver en la hora - habló Mariano riendo a carcajadas junto con Marisa que estaba ya en el suelo
- ¿vamos a comer o van a contar algo más? - pregunté mirando a los dos
- podemos comer ahora - habló Marisa recomponiéndose
Todos comenzaron a comer, de vez en cuando uno de los dos lanzaban alguna broma que me dejaba sin gracia, sin embargo de todo el resto yo estaba adorando el día que estaba teniendo.
