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Un Último Deseo

Un Último Deseo

Status: Terminada
Genre:Completas / Matrimonio arreglado
Popularitas:30k
Nilai: 5
nombre de autor: @ngel@zul

Alexander es un joven príncipe, que debido a sus responsabilidades está obligado a contraer matrimonio a sus veintiún años.
Para su buena suerte, o no. En su Reino existe una regla que le da la posibilidad de tener un mes para sí mismo, un mes en el cual él dejará de ser quien es para convertirse en una persona común.
Ahora bien, ¿Qué pasará durante ese mes? ¿La vida de Alexander cambiará a causa de lo que está por vivir?

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Destinos diferentes

Capítulo 12:

La mañana después de la gran celebración, el sol bañaba los jardines del palacio con una luz cálida y dorada. La brisa matutina agitaba las copas de los árboles mientras la quietud del amanecer se mezclaba con el murmullo lejano de los sirvientes comenzando su jornada. En el gran salón, Alexander, Ethan y Lucas esperaban junto a la reina Isabel, quien permanecía sentada en su imponente butaca de terciopelo azul, con una expresión serena pero decidida.

— Espero que estén preparados para la noticia— dijo la reina con una leve sonrisa, observando a los tres jóvenes con detenimiento.

Alexander cruzó los brazos sobre su pecho, sintiendo una mezcla de anticipación y curiosidad.

— ¿A dónde iremos, madre?

Julia dejó escapar un suspiro antes de anunciar:

— Irán a Nueva York.

Los tres amigos intercambiaron miradas sorprendidas.

— ¿Nueva York?— preguntó Lucas con emoción, enderezándose en su asiento— ¡Eso es perfecto! ¡Una ciudad donde nadie sabe quiénes somos y llena de posibilidades!

Ethan asintió con una sonrisa sutil, su mente ya imaginando la inmensidad de la ciudad.

— Es un buen lugar para perderse entre la multitud.

Alexander, aunque compartía la emoción de sus amigos, no pudo evitar fruncir el ceño.

— ¿Nueva York? Madre, ¿estás segura? Es un lugar enorme y lleno de peligros potenciales.

La reina se levantó de su asiento, y caminó con elegancia hacia su hijo mayor. Sus ojos reflejaban la determinación que caracterizaba su reinado.

— Por supuesto que estoy segura, hijo.— le dijo con calidez— Nueva York es precisamente el tipo de lugar donde puedes disfrutar de tu mes de gracia sin que nadie te reconozca. Además, obviamente estarán acompañados por seguridad, aunque será muy discreta. No puedo permitir que viajen completamente solos, pero no interferirán en su experiencia.

Alexander respiró hondo antes de asentir. No tenía sentido oponerse. Sabía que su madre había pensado en cada detalle antes de tomar esta decisión.

— Partirán en dos días— continuó ella— Aprovechen para prepararse, y recuerda, Alexander, que este mes es tu oportunidad para conocerte a ti mismo, pero también para regresar con la claridad de tus responsabilidades futuras.

Esa noche, el palacio estaba sumido en una tranquila expectación. Alexander y sus amigos ya estaban ocupados organizando sus pertenencias, revisando documentos y decidiendo qué llevar consigo. El viaje prometía ser una aventura, una última bocanada de libertad antes de que el destino los alcanzara.

Mientras tanto, en el ala este del palacio, Charlotte deambulaba por los pasillos con paso indeciso. La suave luz de las lámparas iluminaba su silueta mientras avanzaba en dirección a la habitación de Ethan. Su mente estaba llena de pensamientos que la inquietaban más de lo que quería admitir.

Había algo en él, en su calma y su lealtad, que había logrado ocupar un lugar especial en su corazón desde hacía tiempo. Pero también sabía que aquello era imposible. Él no pertenecía a la realeza, y ella era una princesa. Al igual que la de su hermano, su vida estaba destinada a cumplir con sus deberes, no a dejarse llevar por sentimientos que nunca podrían florecer.

Charlotte se detuvo frente a la puerta de Ethan. Sus manos temblaron ligeramente mientras las alzaba, indecisa sobre si debía llamar.

— ¿Qué estás haciendo, Charlie?— susurró para sí misma, negando con la cabeza.

Sabía que no debía estar ahí. Sabía que acercarse demasiado a Ethan solo complicaría las cosas. Pero el impulso de despedirse de él, de decirle algo más allá de las simples formalidades, era demasiado fuerte para ignorarlo.

Finalmente, tras unos momentos de incertidumbre, dio media vuelta para marcharse. Sin embargo, justo cuando giró sobre sus talones, chocó de lleno contra alguien que venía por el pasillo.

— ¡Oh!— exclamó, trastabillando hacia atrás.

Ethan, quien acababa de regresar de la habitación de Alexander, reaccionó con rapidez. Extendió los brazos y la sostuvo por la cintura antes de que pudiera caer. La cercanía fue inmediata y abrumadora. Charlotte sintió su corazón acelerarse mientras su mirada se cruzaba con los ojos oscuros de Ethan, tan cercanos que podía percibir su respiración.

— ¿Estás bien, princesa?— preguntó él con suavidad, aunque su voz tenía un leve temblor.

— S-sí... estoy bien— respondió Charlotte, pero su voz era apenas un susurro.

Ethan la ayudó a enderezarse, pero no retiró las manos de su cintura de inmediato. Ambos parecían atrapados en un momento que ninguno sabía cómo romper.

Charlotte sintió el calor de sus manos sobre su piel a través de la tela de su vestido. La intensidad de su mirada la hizo temblar, pero no por miedo, sino por algo mucho más peligroso: deseo.

— ¿Qué hacías aquí?— preguntó Ethan finalmente, rompiendo el silencio, aunque su tono era más amable que inquisitivo.

Charlotte miró hacia otro lado, sintiéndose repentinamente avergonzada.

— Yo... quería despedirme antes de que te fueras.

Ethan arqueó una ceja, sorprendido, pero su expresión se suavizó rápidamente, mientras la soltaba con cuidado y se quedaba con una sensación de vacío que no sabía cómo interpretar.

— Eso es muy amable de tu parte, Charlie. Pero no tienes que preocuparte por nada, es solo un mes. Regresaremos antes de que te des cuenta.

— Lo sé... pero aún así quería hacerlo— respondió Charlotte, jugando nerviosamente con los pliegues de su vestido.

Ethan soltó una pequeña risa, dando un paso hacia atrás para darle espacio.

— Bueno, entonces gracias por preocuparte. Prometo cuidar de Alexander y no meterme en demasiados problemas.

Charlotte esbozó una leve sonrisa, aunque en su interior sentía que había mucho más que quería decir. Sin embargo, sabía que no era el momento ni el lugar.

— Buena suerte, Ethan— dijo finalmente antes de girarse para marcharse.

Ethan la observó alejarse por el pasillo, sintiendo una extraña mezcla de ternura y confusión. Había algo en la forma en que Charlotte lo miraba que lo hacía cuestionar si, tal vez, había algo más detrás de aquella despedida. Pero, como siempre, decidió no darle demasiadas vueltas. Había aprendido hace mucho que ciertos límites no debían cruzarse, por más que su corazón le sugiriera lo contrario.

Esa noche, mientras Charlotte yacía en su cama sin poder dormir, recordó la sensación de las manos de Ethan en su cintura, la intensidad de su mirada, la calidez de su cercanía. Cerró los ojos con fuerza, tratando de ignorar el torbellino de emociones que la invadía.

Por otro lado, Ethan se sentó en el borde de su cama, pasando una mano por su cabello con frustración. Sabía que debía mantener su distancia, que su lugar en el mundo de Charlotte era el de un leal protector, no de un hombre que pudiera aspirar a su amor.

Pero entonces, ¿por qué sentía que esa despedida había dejado una marca más profunda de lo que debía?

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Bea Tastro
Alexander es un rey de carton, un niñato sin criterio ni autoridad, es el rey pero las desiciones las toma su mamá. el solo obedece como borrego
Bea Tastro
Excelente
Bea Tastro
parecen personas de cartón, estiradas sin sentimientos, solo obligaciones, pendientes de guardar apariencias. presos en una jaula de oro, pero jaula finalmente
Bea Tastro
Que horrible , vivir solo pensando en el bienestar de los demás apartando tus sentimientos, solo respirar y obedecer , eso no es vivir.
Executors 99
Excelente
Andrea Morganti
Excelente!!! Llegó el final😪. Puse likes a cada capítulo, voté tu novela y califiqué con estrellitas. Gracias totales @ngel@zul.
Andrea Morganti
Hermosa historia. Impresionante como tus descripciones ya sea de lugares, cosas o sentimientos se convierten en una imagen mental perfecta. Lloré de tristeza y de alegría, amé cada personaje y me ví sorprendida con un desenlace que me regaló varios finales felices. Felicitaciones autor @ngel@zul . Gracias por compartir tu talento 🥰
Andrea Morganti
Bien por el rey Alexander!!! protegió a su hijo antes de nacer, a Charlie y a todos. 👑🥰
Andrea Morganti
Que desenlace inesperado!!! emocionante!!! ahora falta abolir esas leyes arcaicas para proteger a su hijo y OBVIO.... saber que va a pasar con Charlie😱🥰
Andrea Morganti
Siiii!! Lloré mucho en este capítulo.... pero está vez disfruté cada una de mis lágrimas ❤️❤️❤️
Andrea Morganti
Impecable la reina Isabel!! triunfó el amor!!! ❤️
Andrea Morganti
Que dolor para los dos!!! 😭😭😭
Andrea Morganti
Claro!!! vas a ser el Rey!!! justo quien dicta las leyes 🎉
Andrea Morganti
Siiiii!!!! El destino se encarga de volver a cruzar sus caminos.... y ahora 😱🥰
Andrea Morganti
Espero que después de la coronación... pasen o dejen de pasar algunas injusticias 🥰
Andrea Morganti
Bien. Que Lucas sirva para algo aparte de molestar 🤷🏻‍♀️ Espero que se enamoren... Lucas y ella no son herederos al trono y pueden servir para que no haya matrimonio... espero ver qué pasa 🤓
Andrea Morganti
Sin palabras... no podría describirse mejor... vuelve a su "jaula de oro"
Andrea Morganti
Que impotencia, estoy llorando como loca😭 Este amor no puede terminar así 💔😭😭
Andrea Morganti
Hermoso y triste a la vez... este príncipe maduró, cambió, ya no es el mismo... seremos que pasa cuando vuelva a su reino 🤔
Andrea Morganti
Que triste 😭😭😭 encima cuando vuelva no solo se tiene que casar... sino que debe tener un heredero 💔 Es un prisionero de su legado 😪
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