Un Último Deseo
Capítulo 1:
Enclavado en el corazón de Europa, entre los Alpes austríacos y los valles suizos, se encontraba el pequeño pero próspero reino de Eldoria. A menudo llamado “el país de las luces eternas” por sus interminables noches iluminadas, Eldoria era un lugar donde la modernidad y la tradición convivían en una armonía cuidadosamente orquestada.
El reino había sobrevivido siglos de guerras y cambios gracias a su neutralidad política, su economía basada en la banca internacional y su riqueza en minerales preciosos. Pero más allá de sus recursos, lo que realmente definía a Eldoria era su monarquía. Para los eldorianos, la familia real era más que un símbolo; era un faro de estabilidad en un mundo cambiante. Y en el centro de ese faro estaba el príncipe Alexander, único heredero al trono.
El Palacio de Aureum, hogar de la familia real, se alzaba en la cima de una colina que dominaba la capital, Lumenstadt. Construido con piedra blanca y techos de pizarra negra, el palacio era una obra maestra de arquitectura que combinaba el estilo gótico y el diseño contemporáneo. Desde sus ventanales se podía ver toda la ciudad: un vibrante centro urbano lleno de rascacielos de cristal, calles bulliciosas y plazas repletas de cafeterías, rodeado por los majestuosos Alpes que parecían custodiar al reino.
Alexander había nacido una fría mañana de diciembre, en medio de una tormenta de nieve que casi paralizó Lumenstadt. Desde el primer llanto del recién nacido, el pueblo celebró su llegada como el inicio de una nueva era. Pero para Alexander, esa bienvenida marcó el inicio de una vida completamente dirigida por las expectativas de otros.
Desde muy pequeño, Alexander fue el foco de todas las atenciones y presiones. Su educación fue rigurosa: idiomas, historia, política y protocolo llenaban sus días. A los cinco años, ya sabía cómo saludar correctamente a un jefe de Estado. A los diez, había aprendido a ocultar sus emociones detrás de una sonrisa impecable. A los catorce, comprendió que su vida nunca sería suya.
Una de las tradiciones más antiguas de Eldoria dictaba que el heredero al trono debía casarse antes de asumir la corona, lo cual indefectiblemente sucedía al llegar este a la edad de veintiún años. La pareja no era escogida por amor, sino por estrategia, promoviendo alianzas entre vecinos poderosos.
Así que, desde su nacimiento, Alexander había sido prometido a la princesa Adeline de Lirien, un reino vecino con el cual Eldoria compartía una relación comercial clave. Alexander apenas había visto a Adeline en un par de ocasiones; la muchacha era hermosa y elegante, pero fría y distante, como si su papel en esta historia fuera tan impuesto como el suyo.
Sin embargo, además de la boda concertada, Eldoria tenía otra tradición bastante peculiar, un resquicio de libertad que se había mantenido intacto a lo largo de los siglos llamado el “último deseo”. Esta tradición suponía que antes de casarse, al heredero se le concedía un mes para cumplir un deseo personal, sin restricciones. Esto siempre y cuando que él deseara solicitarlo. Muchos príncipes anteriores habían optado por viajes, cacerías o simples retiros en los Alpes. Pero Alexander quería algo diferente.
Parado frente al ventanal de su habitación en el Palacio de Aureum, miraba las luces de Lumenstadt titilar como estrellas artificiales en la noche. Podía escuchar el murmullo de la ciudad desde la distancia, una vida que parecía tan lejana de la suya, a pesar de estar a solo kilómetros de su puerta.
“Un mes”, pensó. “Solo un mes para ser... yo.”
Había tomado su decisión: pediría pasar su último deseo en la ciudad, mezclándose entre la gente común, lejos de los salones dorados del palacio y los interminables consejos reales. No viajaría a ninguna excursión o cacería, ni se perdería en la tranquilidad de los Alpes. En cambio, se sumergiría en la bulliciosa vida de Lumenstadt, donde podría ser Alex, no el príncipe Alexander.
Mientras el reloj del palacio daba la medianoche, Alexander apretó los puños. Por primera vez en su vida, sintió una chispa de esperanza, una posibilidad de ser algo más que un símbolo. Lo que el joven príncipe aún no sabía era que ese mes cambiaría su destino y el de su reino para siempre.
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Updated 45 Episodes
Comments
Leida Rosa Jimenez
es linda la historia
2025-02-04
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