Rodrigo un militar condecorado se ha enamorado de Regina la hermana menor de su mejor amigo. Ella le corresponde, en secreto ambos están enamorados.
Luciano el hermano de Regina se opone a la relación, al menos eso es lo que expresa. Si le sumamos a esto que la mejor amiga de Regina conspira contra la chica, Luciano es el heredero de uno de los grupos mafiosos más importantes del mundo, el matrimonio de los padres de Rodrigo se viene abajo y un grupo criminal está decidido a evitar que el grupo Blanco (fachada legal de la familia mafiosa de Luciano) mantenga las actividades criminales bajo control este romance podría fracasar antes de siquiera comenzar.
Te invito a leer que le pasa a esta hermosa pareja. Esta es una historia que viene de AMOR DE MADRE.
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12. Desarrollo de la trampa
En el lujoso restaurante del hotel STAR DUST Regina llegó vestida casualmente con unos pantalones pegados a su hermosa figura, era alta para ser mujer ya que sobrepasaba el metro setenta y cinco de estatura, su hermano había insistido en la educación de defensa personal por lo que la enviaron a un campamento de verano de la compañía de Mateo, a estas alturas ella era buena defendiéndose y se mantenía fuerte, su hermano siempre le impidió comentarle esto a sus amigos, por lo que ni Luna estaba enterada, mucho menos Andy.
La mesa estaba extraordinariamente arreglada, además se pidieron sus platos favoritos, ella frunció un poco el ceño, no le gustaba que alguien ordenara por ella así que le molestó, se consideraba más que capaz, decidió que en cierto sentido le había preguntado a Luna, en eso las notificaciones en su celular se dieron de forma que se puso pálida, no le hizo caso a su “novio” estaba pálida.
El hombre disimuló un poco su sonrisa, su “amiga” Luna debería haber iniciado su inicio de plan, ¿en qué consistió?, fácilmente se trataba de noticias maliciosas sobre ella, la razón el encarcelamiento de su madre, a Regina le provocaba mucha tristeza y malestar que la mencionaran, se hablaban cosas horribles de ella y del hombre que la crio durante su niñez, quien falleció después de varios años de estar en coma, el artículo comenzaba a viralizarse como si de espuma de cerveza se tratara el hambre se le estaba quitando. Luna “preocupada” por ella le envió los enlaces fingiendo apoyo.
- Vamos, Reg ¿qué está sucediendo? – preguntó Andy fingiendo inocencia, ambos planearon dar a conocer estas noticias con la única finalidad de que ella bajara la guardia y parecía estar funcionando
- Necesito ir al sanitario – comentó ella tratando de contenerse porque la habitación le parecía estar estrechándose, mientras ella no prestaba atención su acompañante vació una pastilla que no tardó nada en deshacerse en la bebida de cola que la chica adoraba pero que no tomaba muy seguido por cuestiones de salud.
Se encontraba tan distraída que no se dio cuenta que la pulsera que más atesoraba se cayó de su muñeca en su camino de regreso a la mesa, por lo que caminó hasta su asiento tomándose rápidamente el contenido de su bebida, siguió comiendo hasta que ella le dijo seriamente.
- Andy, la razón por la cual quería hablar contigo es que… - no sabía cómo plantear el tema
- Sé que apenas estamos comenzando Reg – él ya imaginaba a dónde se dirigían sus palabras y se negaba a escucharlas
- No, esto debe terminar, lo siento, confundí agradecimiento con que me gustaras, la verdad es que hay alguien en mi corazón – hizo una pausa y sonrió, sus hoyuelos la hicieron ver más hermosa – de hecho siempre lo ha habido, creo que debemos quedar como amigos Andy yo… no sé cómo decirlo, esto no funciona
- Si esto es por algo que he hecho yo… - dijo él, ella lo negó con la cabeza y se levantó de inmediato
- Lo siento, no es así – dijo ella mientras se levantaba – creo que es mejor que quede claro entre ambos
El chico en realidad no quería que ella se levantara porque la pastilla tardaría al menos otros cinco minutos en hacer efecto y él no deseaba perder el control de la situación, incluso tenía un cuarto preparado. Ella por su parte no quería quedar atrapada por los paparazzi ya lo había pasado tiempo atrás, irse era lo más sensato para hacer en este caso, debido a su constitución física, la pastilla no parecía funcionar.
Por otro lado un muy enfurecido Rodrigo ante las insinuaciones de la mujer estaba en el baño refugiándose y contemplando la idea de cerrarle la boca con cinta, no estaba a favor de la violencia contra las mujeres, pero en este caso estaba llegando a su límite, la mujer no conocía la vergüenza y lo peor era que su padre tampoco porque poco le faltaba para encuerarse y su progenitor ni siquiera parecía inmutarse.
Al salir un brillo en una esquina del pasillo le llamó la atención, se trataba de un brazalete, la hija del cliente se estaba acercando cuando el chico se quedó mudo mirando un artefacto que conocía perfectamente.
- Es un hermoso brazalete, me encanta, gracias – dijo la mujer estirando el brazo, la mayoría de los hombres desearan o no entregarían lo que llevaban en la mano, ya sea por educación o por quedar bien con su padre, pero se quedó estupefacta cuando él evitó que lo tocara
- No es tuyo, jamás lo ensucies con tus manos – Rodrigo que estaba en su límite no dejaba de ser un rudo militar irritado, de inmediato comenzó a recorrer el restaurante con la mirada, ya que conocía el brazalete, era personalizado, el regalo del cumpleaños 21 de Regina, Luciano se los había mostrado y según sabía la chica jamás se lo quitaba por lo que debía estar por ahí, además era excesivamente valioso. La chica lo miró sin poder creer lo que dijo, de inmediato se dirigió a su padre que ya venía por ella inició sus quejas
- Joven no creo que a su madre le guste el trato que me está dando y a mi hija – el hombre estaba verde de enojo, se trataba de su querubín y si ella deseaba algo lo tendría
- Mire señor, en realidad estudié sus exigencias y me parecen excesivas, sé que tiene una gran compañía de tiendas que nos beneficiarían pero al mismo tiempo limitan los lugares a donde los productos de nuestra marca se pueden expandir, además he hablado con las empresas de su competencia y ellos me han dado un mejor trato, intenté mantener esta cooperación por los muchos años que han estado con la marca de mi madre, pero para ser justos es imposible, el nivel de ganancias es menor al margen de pérdidas, mi madre debe tener una propuesta del señor Lira en estos momentos y creo que la aceptará, así que si me disculpa, debo encontrar a la dueña de este brazalete y de mi corazón
Sin tiempo a que estos dos dijeran nada el chico se alejó con grandes zancadas consciente que algo le sucedía a su admirada chica porque si no fue capaz de notar que este artículo tan valioso le faltaba es porque algo ocurrió, paró a un mesero mientras observó a un joven que se levantaba detrás de una chica, pero no logró verla bien, sin embargo, esta silueta la conocía bien, en ese momento el mesero reconoció a la mujer y le señaló a la pareja anterior. Apresuró el paso, sintiendo que su corazón se aceleraba temiendo lo peor, llegó cuando la puerta se cerró, dentro del elevador de la derecha iba Regina en el de la izquierda Andrés porque no logró alcanzarla, maldiciendo.
Como buen militar y sin amedrentarse suspiró ante las escaleras de los 25 pisos hacia abajo comenzó a correr de forma consistente, confiaba en su entrenamiento el cual no había dejado del todo en el gimnasio de su hotel porque no se ha instalado por completo, de hecho, él se quedaba en este lugar. Con su paso constante bajo rápidamente mientras los dos elevadores subieron y bajaron personas en sus diferentes pisos ya que las amenidades estaban distribuidas así como otros restaurantes por lo que hubo varias interrupciones, finalmente la suerte quiso que el primer elevador abriera sus puertas, Rodrigo en un pilar cercano tratando de controlar su respiración agitada, al mirar dentro del mismo notó a quien estaba dentro. Se metió con rapidez cerrando la puerta de forma prematura presionando el botón repetidas veces, una linda pareja de ancianos comenzaron a quejarse ya que se quedaron a dos pasos de entrar, mientras Andrés al abrir las puertas de su elevador salió mirando a todos lados empujando al anciano sin fijarse en nada más, llegando a la salida del hotel, viendo que un taxi salía a toda prisa, maldiciendo su suerte. Marcó de inmediato el número de Luna a ver si llegaba Regina y le detuviera.