Una señora mayor que se dio la oportunidad de volver a enamorarse, el problema era que el hombre en cuestión era 25 años más joven que ella.
Lo que desencadena una serie de problemas con sus hijos ya mayores. Ellos no aceptan la relación de su madre con ese hombre, y menos que viva en la misma casa que fue de su padre.
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Bertha, una mujer muy ardiente
Ya estando en un bar discreto, Bertha se acercó a la barra.
Un whisky doble, por favor.
En un bar, nunca puede faltar:
Borrachos, hombres que se creen supergalanes, chicas de dudosa reputación, mujeres maduras que quieren disfrutar de la vida, y música de cantina.
Bertha estaba catalogada entre las mujeres maduras que quieren divertirse.
El barman le sirvió el whisky doble que pidió.
Hola, no te había visto antes por aquí, le dijo el barman tratando de ser amable.
Es la primera vez que vengo, dijo Bertha un poco coqueta.
No me digas, ¿y eso por qué?, digo, si se puede saber.
Claro que sí, no tengo ningún secreto; no había venido antes porque tenía un esposo a quien atender y muchos hijos, pero ahora soy libre completamente y no necesito pedir permiso a nadie.
Eso es todo, ¿cómo te llamas?
Bertha, y estoy dispuesta a todo con tal de tener una vida tranquila y alegre.
¿A todo, preciosa?
Sí.
Bueno, te voy a presentar a mi amigo Lucca.
Al poco rato Lucca se acercó al ver que su amigo le llamaba con una mano.
Mira, te presento a Bertha. Espero que hagas un buen trabajo con ella, está un poco aburrida de la vida.
Perfecto, sabes bien que soy experto en eso. Acompáñame, Bertha.
Lucca se llevó a Bertha a una mesa más apartada. Y le pidió a su amigo una botella de whisky.
Dos botellas después...
Bertha reías de buena gana.
El tipo resultó ser muy ameno. Le contaba muchas historias agradables y Bertha reía sin parar.
Después, Lucca se acercó y le dio un beso a Bertha y ella encantada de la vida lo aceptó.
Atrás del bar hay un privado, ¿quieres que vayamos ahí?, le preguntó Lucca al oído.
Sí, vamos.
Era lo que Bertha necesitaba, y no dudó ni un instante en entregarse a ese hombre guapo y varonil.
Disfrutó a ese hombre como nunca había disfrutado a Félix. Este hombre tenía carisma, y, aunque siempre estuvo enamorada de Félix no pudo dejar de compararlos.
Eso solo fue el principio, Bertha estuvo visitando a ese hombre en el bar por varios años.
Pero no solo eso, ella salía con muchos hombres, claro, todo con total discreción.
Pronto se dio cuenta de lo que había perdido al lado de Félix, que faltaba tanto a su casa que ya no se acordaba de lo que era tener un sexo rico.
Ella salía cada que le daba su gana. Usaba ropa de marca y visitaba tantos bares como quería.
En cada bar tenía un amigo diferente.
Le daba vuelo a la hilacha como dirían vulgarmente.
Bertha seguía paseándose de aquí para allá, iba al spa, se compraba ropa, etc.
Siempre estaba a la línea y ella estaba guapísima, sabía arreglarse lo suficiente como para atrapar a los hombres.
Cuando iba por las calles los hombres la admiraban.
Se veía mejor que muchas jóvenes de quince años.
Lucca la invitó a una pasarela para que ella escogiera un vestido elegante, él se lo patrocinaría.
Lucca le hacía regalos costosos, ya que esa mujer le gustaba de verdad.
Pero no tanto como para casarse con ella, ambos tenían una relación libre, sin compromisos.
Bertha se había prometido no volver a casarse nunca más.
Y disfrutaba al máximo su relación con Lucca.
A la vez que salía con otros hombres, que también la hacían sentir mujer.
A Bertha no le importaba lo que dijera la gente de ella al fin y al cabo nadie la mantenía.
A las 8 de la noche en punto Lucca pasó por ella.
En menos de lo que canta un gallo ya estaban en el desfile de modas.
Pasaron muchas modelos con unos vestidos elegantísimos y hermosos.
Ándale, mi amor, escoge uno el que más te guste yo te lo patrocino.
Gracias.
Después de haber visto todos los vestidos Berta se decidió por uno rojo con forma de corazón en el pecho y un poco ajustado al cuerpo y terminación en sirena.
Tenía bordado de pedrería roja, se veía divino y muy elegante.
¿Ese es el que te gusta?
Sí.
De acuerdo, quiero que te lo pongas el sábado porque te voy a llevar a una fiesta elegante.
Gracias, sí quiero ir a la fiesta.
Bueno, pues no se hable más, el sábado pasaré por ti a las 8, ¿está bien?
Sí, te estaré esperando.
Bueno, chao, amor.
Antes de irse, Lucca le dio un buen beso en la boca haciéndola arder de pasión.
Así que Lucca se tuvo que regresar y juntos entraron a la habitación de ella.
La cama empezó a hacer mucho ruido.
Bertha disfrutaba de los besos y caricias de su amado Lucca.
No había un lugar en su cuerpo que no acariciara él, provocando gritos de placer en ella.
Lucca era un hombre muy atractivo y sabía hacer bien su trabajo. Bertha le pedía más y más.
Y él se esmeraba por hacerla gemir de placer.
Lucca le hizo un baile erótico.
Se subió a la mesita del cuarto y le bailó muy sexy a Bertha.
Poco a poco se fue quitando la ropa.
Bertha disfrutaba tanto que se le fue el tiempo.
Lucca también disfrutaba el momento. Le gustaba causar placer en las mujeres maduras.
Además, Bertha era muy alivianada, no se asustaba con nada.
Cuando por fin quedó desnudo, ella lo acarició de arriba a abajo, disfrutando de ese cuerpo a placer.
La cama fue mudo testigo de lo que pasaba ahí.
Bertha estaba encendida de pies a cabeza, no tenía llenadera.
Estaban tan concentrados que no oyeron que la puerta de entrada se abría.
Dos niños de 12 y 10 años, respectivamente entraron a la casa gritando, ¡abuela!
Luego entró Jonás seguido de su esposa.
Mamá, ¿dónde estás?
Entonces uno de los niños abrió la puerta del cuarto de golpe.
Bertha quedó expuesta ante la mirada atónita de Jonás y familia.
Estaba dando placer con la boca a Lucca, mostrando todo su exhuberante cuerpo.
La esposa de Jonás inmediatamente, se llevó a los niños.
Era más de lo que podía soportar.
Los niños no sabían lo que estaba haciendo su abuela, aún no les habían explicado esa parte de la sexualudad.
Jonás volteó la cabeza y dijo:
Pero madre, ¡¿qué significa esto?!
Maquinalmente, Bertha cogió la sábana y se cubrió, cubriendo también a Lucca.
Solo se quedaron viendo unos a otros sin atinar a decirse nada.
Muy bien que Bertha le guste gozar la vida pero si Marcos va a estar con ella que se enamoré no solo gratitud
Pero no me parece que Bertha tenga que quedar sola y también Marcos solo este con ella por consideración
la pusiste muy mayor para estar pasando por todo eso
Ahora Marcos quedó para llevarla al médico por los dolores en la espalda y comprarle medicamentos lo que no entiendo es el porque ella después que murió el infiel tomo esa actitud y determinación de querer vivir su vida de esa manera bebiendo bailando y teniendo relaciones con cuánto hombre le gustará 🤔🤔🤔🤔❓❓❓❓❓
Ella cumplió como madre los crio y les dió educación ahora viuda y todavía con buena pinta veremos qué pasará
Pobre Marco cuando recogió a Eva con sus hijos y se la llevó a su cuarto no pensó que ella lo traicionara de esta manera y en su propia cama menos mal no fue violento pero ahora que se las arregle sola con sus hijos.